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P5. Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír I, II, tardo para hablar, tardo para airarse III – V; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios VI. Por lo cual, desechando VII toda inmundicia VIII y abundancia de malicia IX, recibid con mansedumbre X la palabra implantada XI, la cual puede salvar vuestras almas XII. Pero sed hacedores XIII de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos XIV a vosotros mismos XV, XVI.  (SANT 1:19-22).

I. PRONTO: Veloz, acelerado, ligero. Dispuesto, aparejado para la ejecución de algo. Primer arranque o movimiento del ánimo (RAE). Persona que actúa o reacciona con rapidez. Persona preparada y dispuesta para realizar una acción con rapidez y diligencia (Oxford Languages). Intencionalmente dispuesto para algo.

II. ESCUCHAR: Prestar atención a lo que se oye. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia (RAE). Prestar atención a lo que uno oye (Oxford Languages).

♦ RECEPTIVO(A): Que recibe o es capaz de recibir (RAE). Que recibe o tiene capacidad para recibir estímulos externos (Oxford Languages). Virtud que involucra la capacidad de prestar atención, de mantener la mente dispuesta para entender, así como, atender y escuchar de buena gana lo que otra persona tiene para decir.

III. LENTO: Tardo o pausado en el movimiento o en la acción (RAE). Que va despacio o que invierte mucho más tiempo para moverse o desarrollarse (Oxford Languages).

♦CONSCIENTE: Dicho de una persona: Que tiene conocimiento de algo o se da cuenta de ello, especialmente de los propios actos y sus consecuencias (RAE). Persona que siente, piensa y actúa con conocimiento de lo que hace. Que se lleva a cabo con conocimiento de lo que se hace o que lo denota o implica (Oxford Languages).

♦ CAUTELA: Precaución y reserva con que se procede (RAE). Cuidado y reserva de una persona al hablar o actuar para prevenir un daño o un peligro, o sigilo con el que procede para evitar que sea advertida su presencia (Oxford Languages).

IV. HABLAR: Emitir palabras. Expresarse de uno u otro modo. Manifestar, en lo que se dice, cortesía, benevolencia o, al contrario, bien emitir opiniones favorables o adversas acerca de personas o cosas. Dirigir la palabra a alguien. Murmurar o criticar. Dar a entender algo de cualquier modo que sea. Decir algunas cosas especialmente buenas o malas (RAE).

V. IRA, ENOJO (orge): Movimiento del ánimo que suscita ira contra alguien (RAE). Enfado, especialmente el que está causado por una falta de obediencia, de obligación o de respeto (Oxford Languages). La ira (orge) es una emoción compuesta por sentimientos negativos, que pueden conllevar a actos de violencia verbal, física o virtual (entiéndase, malos deseos hacia otra persona). Puede presentarse en cualquier escenario y surgir por diversas causas como; un conflicto laboral, trato injusto o irrespetuoso, frustración por no lograr algo, traición por parte de alguien, o por determinada circunstancia considerada dañina, perjudicial o no deseada. Así también, esta ira (orge) se alimenta lentamente del enfado, el fastidio, la rabia, la cólera, los celos, la envidia, el desprecio, la antipatía, la impotencia, la furia, entre otros, para provocar en el individuo, gran irritabilidad, rencor, odio, resentimiento o deseos de venganza a corto, mediano o largo plazo. El domino propio es imprescindible para manejar la ira (orge) y no incurrir en acciones, palabras, pensamientos o deseos poco dignos. Pidamos al Espíritu Santo que nos guie y nos ayude a desarrollar esta cualidad (2. Pedro1:5-7), (Proverbios 16:32). (CENT Ernesto Trenchard 2013), («Ira». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ira/ Consultado: 15 de octubre de 2020, 12:16m.).

♦ IRA, ENOJO, ENFADO (thumos): Sentimiento de enfado muy grande y violento (Oxford Languages). Tiene que ver con rabia en la efervescencia del momento. Es el estallido emocional ardoroso, violento y vehemente que se inflama y se consume de pronto. Puede ser accionado cuando nos sentimos contrariados o atropellados por las palabras, las acciones o las actitudes de otros, así también, por una situación específica que se ha tornado irritante o injusta en demasía. Este súbito sentimiento dispone una erupción de ánimo que podría empujar al individuo a cometer en pensamientos, palabras o actos, lo inimaginable si estuviera en sensatez, calma y juicio.

VI. El autor de la epístola contrasta primeramente el escuchar versus el hablar. De ahí se rescata que se debiera escuchar el doble y hablar la mitad, y, cuando se hable, imprimirle pausa, calma, precisión brevedad y firme serenidad. “En la abundancia de palabras no falta pecado, pero, el que refrena su lengua es prudente” (Proverbios 10:19). Luego se enfoca en la ira, alentando la madurez emocional y espiritual del creyente. Esta debiera reflejarse en la dificultad que las circunstancias externas tienen para enojarlo, irritarlo, molestarlo o cargarlo de ira. Por el contrario, debiera desplegar sensatez, sabiduría, prudencia, cautela, mesura y buen juicio en cada escenario volátil. En conclusión, el hombre encolerizado o inundado de ira no se comportará con la rectitud, justicia, imparcialidad, equidad, integridad, probidad y honorabilidad que Dios exige, así tampoco, madurará en la paciencia que Dios desea. “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad” (Proverbios 16:32).

VII. DESECHAR: Excluir, reprobar. Menospreciar, desestimar, hacer poco caso y aprecio. Renunciar, no admitir algo. Deponer, apartar de sí un pesar, temor, sospecha o mal pensamiento (RAE). Apartar [una persona] de sí a alguien o algo que resulta inútil, incómodo o molesto. Rechazar o no considerar o tener en cuenta algo, especialmente una propuesta, una petición, una idea, etcétera (Oxford Languages).

♦ DESPOJAR(SE): Desposeerse de algo voluntariamente (RAE). Renunciar a algo que se tiene (Oxford Languages).

VIII. INMUNDICIA, IMPUREZA, INMORALIDAD: Cualquier cosa opuesta a la pureza. Es complacerse con tocar, oír, ver, oler o degustar de lo sucio, de lo inmundo, de lo infecto, de lo desagradable, de lo repulsivo, de lo grotesco. Esto incluye la fornicación, el adulterio, la sodomía, la conducta homosexual, la pedofilia, el lesbianismo, la pornografía, la bestialidad, la violencia o coacción sexual, el sexo legítimo pero degradado, y toda forma de perversión o corrupción carnal. También están dentro de su alcance las palabras corrompidas, sucias, las frases ambivalentes, los pensamientos contaminados, viciados; la deshonestidad, las motivaciones sórdidas, y todo aquello que constituya, en algún contexto, un insolente descuido o afectación a la decencia, la moral y las leyes establecidas por el Creador.

IX. MALICIA: Intención solapada, de ordinario maligna o picante, con que se dice o se hace algo. Inclinación a lo malo y contrario a la virtud. Interpretación siniestra y maliciosa, propensión a pensar mal. Cualidad por la que algo se hace perjudicial y maligno. Palabra satírica, sentencia picante y ofensiva (RAE). Intención encubierta con que se dice o hace una cosa para beneficiarse en algo o perjudicar a alguien. Cualidad de la persona maliciosa, que habla o actúa de manera encubierta para beneficiarse o perjudicar a alguien (Oxford Languages). Abrigamiento de malos pensamientos contra otra persona (CB. W. MacDonald, 2004). Maldad, odio o malas intenciones (Diccionario Baker, 2019). Mala intención, deseos de dañar a alguien (Diccionario bíblico ilustrado Holman, 2017). Mala voluntad que se origina en la carne no redimida y pecaminosa (CB. Simón J. Kistemaker 2001). Es una actitud que denota maldad disfrazada en la persona o una conducta que tiende a lo malo. Así también, se puede entender la malicia como una inclinación consentida e intencional a practicar el mal sin considerar las consecuencias, puesto que, solo importa la consecución de los objetivos propios.

X. MANSEDUMBRE: De condición benigna y suave (RAE). Docilidad y suavidad que se muestra en el carácter o se manifiesta en el trato (Oxford Languages). Es aquella serenidad de espíritu en virtud de la cual el hombre no se deja arrebatar fácilmente por la ira o la irritación en respuesta a las faltas, provocaciones o enojos de los demás. No tiene nada que ver con debilidad, sino con fortaleza bajo control. Esto, debido a la tensión mental que supone el no doblegarse ante la impulsividad versus la sensación de cobardía. La mansedumbre es la suficiencia que se indigna cuando debe hacerlo y nunca cuando no debe. Se manifiesta también en la capacidad de ceder eventualmente los propios derechos en beneficio de otros. Asimismo, se expresa en la disposición de espíritu para aceptar la voluntad del Creador como la mejor opción, y por ello, recibirla con agrado y sin resistencia. La mansedumbre es una obra efectuada en el alma, fruto del Espíritu Santo en el creyente verdadero (Gálatas 5:22,23).

XI. IMPLANTAR: Plantar, encajar, injertar. Establecer y poner en ejecución nuevas doctrinas, instituciones, prácticas o costumbres (RAE). Establecer o instaurar una cosa, especialmente una costumbre o una reforma (Oxford Languages).

♦ SEMBRAR: Esparcir semillas en un terreno preparado para que germinen y den plantas o frutos (Oxford Languages). Arrojar y esparcir las semillas en la tierra preparada para este fin. Dar motivo, causa o principio a algo. Hacer algo de que se ha de seguir fruto (RAE).

XII. El contexto hace referencia a la buenas nuevas del evangelio que fueron ya proclamados a los receptores de la epístola. Es decir, estas personas ya recibieron el mensaje de salvación y ahora les corresponde: diligencia para el crecimiento espiritual a los creyentes y mansedumbre espiritual en los escépticos para creer en el mensaje de salvación. Por otra parte, una lengua desatada y un temperamento sin control es la receta infame para sumergir a cualquier persona en las profundidades del pecado, y, por consiguiente, sabotear su comunión con Dios. Por lo cual, es necesario una limpieza espiritual constante para que la palabra de Dios pueda arraigarse y dar fruto en la persona. Ahora bien, solo aquellos con espíritus dóciles y humildes pueden esperar maximizar los beneficios de las Escrituras. El espíritu dócil revisa sus prejuicios, paradigmas, actitudes y creencias para contrastarla con la verdad del evangelio. El espíritu dócil desecha la inmundicia, la malicia y acepta con gratitud la disciplina del aprendizaje. (CB. W. Hendriksen, 2000), (CB. W. Barclay, 2006), (CB. W. MacDonald, 2004).

XIII. HACERDOR: Que hace, causa o ejecuta algo (RAE). Que hace alguna cosa (Oxford Languages). Que hace, realiza, ejecuta, elabora o que causa algo. En el contexto tiene que ver directamente con la persona que oye las escrituras y las lleva a la práctica. No solo se trata de un ejercicio mental para aumentar el conocimiento académico, sino, además, infundirle acción y práctica, llevando lo conceptual al plano de la realidad en los hechos.

♦OBEDECER: Cumplir la voluntad de quien manda (RAE). Cumplir la voluntad de quien manda o lo que establece una ley o norma (Oxford Languages). Aceptar y llevar a cabo las disposiciones de quien tiene autoridad para ordenarlas. Así también, sujetarse y acatar las leyes, preceptos, normas, códigos, ordenanzas, estatutos y cualquier política de conducta establecida en algún ámbito de interacción.

XIV. ENGAÑAR: Hacer creer a alguien que algo falso es verdadero (RAE). Hacer creer a alguien por medio de palabras, acciones, etc., lo que no es verdad (Oxford Languages). El engaño es una afirmación o acción deliberada que induce al error, oculta la verdad o promueve una creencia, concepto o idea que puede ser verosímil, pero que no es verdad. El engaño también se vale del disimulo, la distracción, ocultación, manipulación, lenguaje corporal falso, entre otros, para lograr sus propósitos que usualmente son beneficios personales de algún tipo. (Deception – Wikipedia).

♦ AUTOENGAÑARSE: Sustituir en la mente aspectos de la realidad por otros imaginarios (RAE). Hace referencia al proceso de mentirse a uno mismo. El autoengaño se consuma al momento que el individuo se convence a sí mismo de una realidad que es falsa. Ahora bien, esto puede darse de una manera consciente, es decir, con conocimiento e intencionalidad plena, pero, también podría darse por ignorancia o negligencia sin que la persona quede libre de responsabilidad. También se entiende como negarse a conocer, admitir o reconocer la verdad.

XV. Ser oidor y hacedor vincula directamente la confesión y el comportamiento. El creyente debiera mantener la misma dirección luego de oír y estudiar las escrituras (se asume una sana doctrina) versus lo que manifiesta su interacción cotidiana. La sola aceptación intelectual del mensaje bíblico no es para nada suficiente, es decir, un cristianismo teórico pero desconectado de una realidad práctica es una ficción que conduce al autoengaño. El creyente verdadero es aquel oidor que pone en los hechos lo que la Biblia enseña, es más, hacer la voluntad de Dios es una consecuencia natural que refrenda su fe verdadera. Para este creyente es antinatural y doloroso considerar el pecado como una alternativa de conducta y comportamiento. Esto no quiere decir que no experimente luchas internas para hacer lo correcto, lo íntegro, por lo mismo, se mantiene dependiente de la dirección, fortaleza y sabiduría que Dios provee. En conclusión, si el hacer lo malo sigue siendo tan natural y cómodo para una persona, es decir, no hay una mala relación con el pecado, lo más probable es que no hubo regeneración y mucho menos salvación (1. Juan 5:18). No olvidemos que, el ser oidores y estudiosos de las escrituras nos hace conocedores de Dios en alguna manera, pero, sumado a esto, el ser hacedores incansables de sus ordenanzas (obediencia) permite que Dios sea una realidad permanente en nosotros.

XVI.Porque si alguno es oidor de la palabra, pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:23-25 / RVR 1960).

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