P20. Recibid al débil en la fe I, II, pero no para contender III sobre opiniones IV. Porque uno cree que se ha de comer de todo V; otro, que es débil, come legumbres VI. El que come, no menosprecie VII al que no come, y el que no come, no juzgue VIII al que come IX, X; porque Dios le ha recibido. XI. (ROM 14:1 -3).
I. RECIBIR: Dicho de una persona: Admitir a otra en su compañía o comunidad (RAE).
II. DÉBIL EN LA FE: Es el cristiano verdadero, sincero, piadoso, con una fe fuerte y segura, pero, todavía en camino de madurez respecto del discernimiento en situaciones de sentido común o prácticos de la vida. Estos hermanos se privan o censuran ciertas cosas con el objeto de ser más agradables a Dios, lo cual, aunque con buena intención y conciencia podría revelar ciertas falencias respecto de su comprensión del evangelio y la libertad responsable que el creyente disfruta en Cristo.
III. CONTENDER: Discutir, contraponer opiniones o puntos de vista (RAE). Enfrentarse [dos personas] entre sí para imponer su voluntad o conseguir algo. Luchar entre sí varias personas que aspiran a un mismo objetivo o a la superioridad en algo (Oxford Languages). Expresión de enemistad traducida en pleitos, disputas, conflictos o debates belicosos (Diccionario expositivo Vine, 1999). Es el ánimo litigante que nace de los desacuerdos hostiles, la competencia desbocada, la antipatía, la envidia o rivalidad con los demás. Se caracteriza por el ansia o afán de triunfo, posición, poder, prestigio, dominio o reconocimiento desordenado. Las contiendas devienen en rencores, resentimientos, recelo, rabia u odio entre los participantes de la misma. Este, es el pecado que coloca el yo por delante y en consecuencia la negación flagrante del amor cristiano. (CB. W. Barclay, 2006).
IV. A estos hermanos hay que recibirlos de la mejor manera y dispensarles una buena acogida. Además, debemos evitar voluntariamente y en el amor de Cristo, caer en tensiones emocionales o forcejeos verbales respecto de temas que involucren la comida, la bebida, la vestimenta, días de reposo, la música secular, uso de redes sociales, práctica de deportes, respecto del cine, teatro, centros comerciales, días de fiesta, fechas conmemorativas, nombres o marcas de productos, temas culturales, etcétera. Estos asuntos son secundarios periféricos o no esenciales, sin embargo, si no estamos atentos, podrían convertirse en insumos para las diferencias, la desunión, el contristar la conciencia del hermano débil y el distanciamiento. (CB. W. MacDonald 2004), (CB. Warren W. Wiersbe 2019).
V. FUERTE EN LA FE: Estos creyentes lograron este nivel en el propósito de Dios y, están al tanto que la comida, bebida, determinadas celebraciones o fechas festivas, no hacen ninguna diferencia. Han comprendido el principio de la libertad cristiana responsable y entienden que ese privilegio es algo entre ellos y Dios. Sin embargo, eso no será razón para hacer alarde en frente de los que todavía no lo alcanzaron. Muchos han insistido en los derechos de su libertad, y luego se han arrepentido cuando sopesaron las consecuencias de su presunción.
VI. Algunos hermanos por su cultura y libertad en Cristo comen de todo sin mayor escrúpulo o mala conciencia. Por otro lado, hay cristianos que, por su trasfondo cultural evitan comer ciertos alimentos, por ejemplo, los cristianos de trasfondo judío, hindú, islámico, vegano, vegetariano, etcétera.
VII. MENOSPRECIAR, DESPRECIAR: Tener a alguien o algo en menos de lo que merece (RAE). Desestimar y tener en poco. Desairar o desdeñar (RAE). Conceder a una cosa o persona menor valor o importancia del que merecen. Considerar que algo o alguien no merece ningún aprecio o atención (Oxford Languages).
VIII. JUZGAR: Determinar si el comportamiento de alguien es contrario a la ley, y sentenciar lo procedente. Considerar a alguien o algo de la manera que se indica. Creer u opinar algo. Formar opinión sobre algo o alguien (RAE). Deliberar acerca de un asunto o de las acciones de una persona y emitir sentencia o dictamen sobre ello. Formar un juicio o una opinión sobre una persona o una cosa. (Oxford Languages). Efectuar juicio evaluativo respecto del comportamiento de los demás (Diccionario bíblico ilustrado Holman, 2017). Juicio que presume superioridad moral sobre los demás respecto de cuestiones debatibles, periféricas o colaterales (Diccionario Baker, 2019).
IX. El cristiano que ejercita su libertad en Cristo y come de todo no deberá en ningún modo menospreciar, tener en menos, burlarse, ser desconsiderado o descortés con su hermano que tiene mayores escrúpulos en su dieta. De igual forma, el cristiano escrupuloso deberá abstenerse de condenar, censurar, reprobar o deplorar a su hermano que demuestra menores exigencias al momento de sentarse a la mesa. Dios ha aceptado a ambos creyentes. Es necesario mencionar que las reflexiones del punto III y IV, también se podrían aplicar en diferentes aspectos de la vida práctica como los mencionados en el punto II, siempre y cuando prime la mesura, el criterio, el orden correspondiente y el amor. “Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió” (Romanos 14:14,15).
X. Se asume que el verdadero cristiano conoce, distingue y comprende las disposiciones específicas de Dios respecto del pecado. Es decir, conoce la legislación y sabe muy bien que transgrede la ley de Dios y que no. Está al tanto de los preceptos no negociables y que cosas se encuentran enmarcadas en la libertad cristiana responsable y la libertad de conciencia de cada creyente (tener en cuenta las diferencias y aspectos culturales). Por ejemplo: el practicar la mentira es no negociable (Apocalipsis 21:8), por otro lado, para algunos creyentes genuinos, el asistir al cine podría ir en contra de sus conciencias y preferirían no hacerlo, no obstante, para otros legítimos creyentes es razonable, válido y entretenido (Romanos 14). (CB. W. MacDonald, 2004), (CB. Warren W. Wiersbe, 2019), (CB. W. Barclay, 2006).
XI. “¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propiamente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos” (Romanos 14:4-8 / RVR 160).