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P10. Compartiendo I para las necesidades II, III de los santos; practicando la hospitalidad IV, V (ROM 12:13).

I. COMPARTIR: Dar [una persona] parte de lo que tiene para que otra lo pueda disfrutar conjuntamente con ella. Usar o poseer una cosa en común o realizar algo conjuntamente (Oxford Languages).

II. NECESIDAD: Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida. Dicho de una cosa: De la que no se puede prescindir. (RAE). Hecho o circunstancia en que alguien o algo es necesario. Cosa que es necesaria para alguien o algo (Oxford Languages). Es el estado de un ser que carece de un elemento, y su consecución resulta indispensable para vivir en un estado de mínimo bienestar corporal (y también espiritual). Las necesidades se diferencian de los deseos en que el hecho de no satisfacerlas produce resultados negativos evidentes, como puede ser una disfunción de algo o incluso el fallecimiento del individuo https://es.wikipedia.org/wiki/Necesidad.

III. El cristianismo es una fe de corazones generosos de puertas abiertas y de manos desprendidas. Por tanto, el creyente que cierra su corazón a su hermano en necesidad, teniendo los recursos para ayudarlo, no solo invalida su fe en la práctica, sino que se excluye a sí mismo. De muy poco sirven los suministros espirituales, los buenos deseos y las buenas intenciones cuando hay necesidad material específica que requiere una acción eficaz, contundente y tangible de aquellos que albergan las posibilidades de hacerlo. “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” (Santiago 2:15,16). El cristiano extiende una mano para recibir y dos para dar. A saber, se debe estar siempre presto, atento, diligente, para ayudar generosamente a los hermanos en aflicción material o debilidad económica. Esto, según sea el caso y según corresponda, sin perjuicio de la ayuda que se pueda brindar a los no creyentes.

IV. HOSPITALIDAD: Virtud que se ejercita con peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida asistencia en sus necesidades. Buena acogida y recibimiento que se hace a los extranjeros o visitantes (RAE). Amabilidad, calidez y atención con que una persona recibe y acoge a los visitantes o extranjeros en su casa o en su tierra (Oxford Languages). Nuestro hogar debiera estar siempre abierto a los hermanos que tienen problemas personales, a los descorazonados, a los que sufren necesidad o requieren ayuda eficaz tanto en lo material como en lo espiritual. Todo, dentro de las posibilidades inmediatas de cada quien y en arreglo a las circunstancias. (BDE. Matthew Henry, 2017), (CB. W. MacDonald, 2004).

V. La hospitalidad es una característica importante en la cultura hebrea. Desde los tiempos de la ley, se invita a hospedar al extranjero y a brindar asilo a quien lo necesite, es más, cuando la persona era hospedada, tenía la oportunidad de recibir toda la protección por parte de su hospedador. El autor alienta a seguir esta práctica, pero acompañada del amor, ya que no se debe tomar esto como una obligación, sino como una demostración de amor fraterno. La hospitalidad en nuestros días es diversa. Esto, según el país, la cultura, las costumbres, los recursos disponibles y la forma de vida del que brinda el hospedaje. Seamos cuidadosos, sensibles, sensatos y moderados en este aspecto para evitar contrariedades. (CB. W. Barclay, 2006) (CB. Matthew Henry, 1999).

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