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P4. No os conforméis a este siglo I, sino transformaos II por medio de la renovación III de vuestro entendimiento IV, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios V, agradable VI y perfecta VII, VIII. (ROM 12:2).

I. CONFORMIDAD: Igualdad, correspondencia de una cosa con otra. Unión, concordia y buena correspondencia entre dos o más. Simetría y debida proporción entre las partes que componen un todo. Adhesión íntima y total de una cosa a otra (RAE). Adecuación o correspondencia de unas cosas con otras, respecto a su fin, su forma o su función (Oxford Languages). Es el grado hasta el cual los miembros de un grupo social cambian su comportamiento, opiniones y actitudes para encajar con las opiniones del grupo. Conformidad es el acto de adecuar las actitudes, creencias y comportamientos a determinadas normas y/o políticas. (https://es.wikipedia.org/wiki/Conformidad).

CONFORMARSE A ESTE MUNDO: Amoldarse, adecuarse, ajustarse, acomodarse, adaptarse de buena gana a los patrones del sistema humanista, tales como; conductas, pensamientos, actitudes, estándares de moral, definiciones de éxito, significados de abundancia, conceptos de felicidad, proyecciones de plenitud o entendimientos de riqueza que este mundo impulsa vigorosamente, y que muchas veces colisionan con la legislación del Creador.

II. TRANSFORMAR: Hacer cambiar de forma a alguien o algo (RAE). Hacer que algo cambie o sea distinto, pero sin alterar totalmente todas sus características esenciales (Oxford Languages). En el cristianismo, Implica un cambio continuo, una modificación voluntaria, deliberada e intencional respecto de manera de vivir y afrontar el mundo. La transformación del individuo se da mediante la renovación de su entendimiento, impulsado por el Santo Espíritu. De otra manera no se podrá comprobar la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios que, muy posiblemente el creyente las perciba desde el minúsculo punto de la conveniencia personal. (BDE. Palabra Clave 2016).

♦ SANTIFICACIÓN PROGRESIVA O PERFECTIBLE: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2. Corintios 7:1). Un regenerado y justificado también es definitivamente santificados en virtud de la unión con Cristo. Sin embargo, la realidad de la vida diaria manifiesta la existencia innegable de pecado residual. Entonces, un redimido efectivamente es santo, pero, al mismo tiempo queriéndolo o no incurre en pecado. Aquí entra el concepto de santificación progresiva o perfectible. Esto es, el creyente es santificado en Jesucristo como base virtuosa de santificación, pero ahora, la santidad, que es el derivado natural del proceso de santificación, debe de continuo desarrollarse, consolidarse y manifestarse en la vida práctica cotidiana. Este transcurso espiritual involucra a Dios completamente, el cual, por medio del Espíritu Santo que mora en el creyente, habilita las herramientas, las capacidades y los mecanismos necesarios para un exitoso progreso de maduración en la santidad. Por parte del creyente, la idea funcional de la santificación progresiva es la voluntad ascendente de reflejar cada vez más a Jesucristo en su vida. Al mismo tiempo que se disocia intencionalmente del pecado y se esfuerza (en la energía inagotable de Dios) por librarse de su peso, presencia e influencia excedente. De la misma manera, la santificación procura el crecimiento en la gracia, los buenos frutos y la adultez en la fe para con nuestro salvador y Señor. “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13). (CB. W. MacDonald, 2004).

III. RENOVAR: Hacer como nuevo algo (RAE). Hacer que una cosa adquiera un aspecto que la haga parecer nueva (Oxford Languages).

IV. MENTE: Potencia intelectual del alma. Designio, pensamiento, propósito, voluntad. Conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo (RAE). Conjunto de capacidades intelectuales de la persona. Parte del ser humano en la que se considera que se desarrollan estas capacidades (Oxford Languages). El problema con la mente natural es que manifiesta un espíritu, una tendencia, un declive, una propensión hostil a la supremacía absoluta de Dios. Está inclinada a no reconocer al Creador como infinitamente más digno de alabanza que cualquier cosa existente o creada.

♦ ENTENDIMIENTO: Potencia del alma, en virtud de la cual concibe las cosas, las compara, las juzga, e induce y deduce otras de las que ya conoce (RAE). Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad (Oxford Languages). Como asiento de las emociones y sentimientos del modo de pensar y de sentir (BDE. Palabra Clave 2016). Intelecto, razonamiento, percepción.

La renovación del entendimiento se traduce como el poder transformador triunfante y continuo del Santo Espíritu de Dios en el creyente regenerado y salvado. El leer intensamente las escrituras, la obediencia permanente y el orar sin cesar son actividades fundamentales en este propósito.

V. VOLUNTAD DE DIOS: Es aquella disposición, consejo, designio o determinación que Dios decide debido a que le agrada. La voluntad de Dios es soberana, eterna, inescrutable, omnipotente, sabia, benévola, agradable y perfecta (Genesis. 17:1; Salmos 135:6; Job 37:12). (Gran diccionario enciclopédico de la biblia, Clie, 2013). Hoy podemos conocer Su voluntad revelada en las sagradas escrituras, la cual, todo genuino creyente se esforzará por conocer y practicar.

VI. AGRADABLE: Que produce complacencia o agrado (RAE).

VII. PERFECTO: Que tiene todas las cualidades requeridas o deseables (Oxford Languages).

VIII. El apóstol Pablo presenta el bienaventurado resultado de la transformación continua del cristiano. Esta, permitirá comprobar la buena voluntad de Dios tenida como agradable y perfecta. Así también, confirmará que una vida libre de todo pecado o transgresión es lo que complace al Creador. Por lo cual, los creyentes deberán esforzarse para ser cada vez más sensibles al Santo Espíritu, y, por consiguiente, más conscientes de las disposiciones específicas de Dios para cada situación o contexto de la vida. Se debe recordar que los adjetivos agradable y perfecto alcanzan exclusivamente a la voluntad de Dios, no así, los deseos, planes, metas, proyectos o anhelos de la criatura. Es decir, muchas veces, la voluntad de Dios no será percibida como agradable y perfecta desde el punto de vista de la criatura, pero, es totalmente agradable y perfecta desde la absolutez y omnisciencia del Creador. “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?” (Santiago 4:3,4). Cabe mencionar que esto aplica únicamente para los creyentes genuinos, los que verdaderamente buscan que la voluntad de Dios sea la propia en sus vidas.  “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 56: 8:11). Concluiremos con una máxima que resulta del libro del profeta Isaías, “No se trata de las aspiraciones, anhelos o apetencias de nadie, sino, de la disposición, determinación y voluntad del todopoderoso Creador”. (BDE. MacArthur 2015).

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