P22. El amor es sufrido I, es benigno II, el amor no tiene envidia III, el amor no es jactancioso IV, no se envanece V, no hace nada indebido VI, no busca lo suyo VII, no se irrita VIII, no guarda rencor IX, no se goza de la injusticia X, más se goza de la verdad XI. Todo lo sufre XII, todo lo cree XIII, todo lo espera XIV, todo lo soporta XV. El amor nunca deja de ser XVI. (1.COR: 13:4-7).
Definición excelente y plenaria respecto del amor. El creador estructura y amplia los alcances de este término universal, que es la esencia del mismo Dios (1. Juan 4:7). Lo trae de la abstracción, la conceptualidad y el sentimentalismo a lo práctico, funcional, tangible, operativo y medible en las relaciones humanas.
I. SUFRIDO: Que sufre con resignación (RAE). Que denota un sufrimiento soportado con resignación y en silencio (Oxford Languages). Resistir con fortaleza y sin represalias una situación de abuso, una circunstancia dolorosa o un escenario de injusticia de la cual no sé es el causante. Denota ser paciente para sobrellevar el mal y perversidad que provienen de la vileza humana. Lento para la ira, paciente, tardo en enojarse, tardo para airarse, tardo para asignar una motivación negativa al comportamiento de los demás, sufrido de espíritu. Esto no insinúa candidez, ingenuidad o que en ciertas circunstancias el creyente no persista por sus derechos o por lo que legalmente le corresponde. Pero si las cosas se ponen difíciles, podría considerar sufrir el agravio, la ofensa, la humillación, la injusticia, bendecir al agresor y dejar la justicia en las manos de Dios. El amor todo lo cubre. Pablo nos exhorta respecto de esta virtud en 1. Corintios 6:7 “¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?
II. BENIGNIDAD: Afable, benévolo, piadoso (RAE). Que se caracteriza por mostrar buena voluntad, comprensión y simpatía hacia una persona o un grupo (Oxford Languages). Buena pretensión o finalidad del actuar. Bondad de una persona a pesar de la ingratitud u hostilidad de los demás. La Benignidad se traduce en gracia, sensibilidad, buena voluntad, paciencia, compasión y amor con las personas del entorno. Quien ejercita esta virtud actúa en función a buenas intenciones, es decir, con ausencia de malicia, perversidad o motivaciones negativas solapadas. Además, se vale de cada oportunidad para hacer el bien a su prójimo, sin caer en complicidad de lo malo, y, proyectando sinceridad, comprensión y tolerancia.
III. ENVIDIA: Tristeza o pesar del bien ajeno. Emulación, deseo de algo que no se posee (RAE). Sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí algo que otra posee. Deseo de hacer o tener lo que otra persona tiene (Oxford Languages). Sentimiento débil o intenso de tristeza, fastidio o enojo que experimenta alguien por no poder hacer o tener lo que otra persona posee o es capaz. Dolor y sensación de fracaso frente a lo que es percibido éxito en otros. Impresión de derrota o desilusión por lo considerado deseable en el prójimo y no poseerlo. A continuación, algunos síntomas del envidioso(a):
• Les ofende el triunfo, la abundancia, el bienestar, la capacidad o prosperidad del prójimo. En consecuencia, se sienten mejor cuando a los demás no les va tan bien en la vida.
• Critican o se burlan todo el tiempo y en todos los escenarios posibles de sus semejantes: por ejemplo, de cómo visten, como lucen, de que o como hablan, de la dieta, de la familia, del desempeño laboral, de las ideas o propuestas, etcétera.
• Tienden generosamente a la hipocresía, por ende, el envidioso no felicita con sinceridad, no saluda con verdadero entusiasmo, no se alegra, no reconoce y no disfruta con naturalidad de los momentos agradables de la vida.
• Dejan pasar adrede la ocasión de reconocer lo honorable, lo positivo y/o resaltante en otras personas, sin embargo, no pierden la oportunidad de señalar los desaciertos o equívocos en los demás. Esto no quiere decir que no se denuncien o expongan los yerros cuando verdaderamente sean necesarios, no obstante, hay que hacerlo evitando dar la impresión de superioridad moral o académica, peor aún, expresando cierto deleite o gusto por el error del hermano o el prójimo.
• Etcétera, etcétera.
IV. JACTANCIA: Alabanza propia, desordenada y presuntuosa (RAE). Vanidad que muestra una persona que presume y alardea de sí misma y de sus propias cualidades (Oxford Languages). Acción que exterioriza una persona al enaltecerse de sus conocimientos, habilidades, posición social, comportamiento, nivel financiero, entre otros. Orgullo de aquel que tiene un excesivo y desordenado concepto sobre sus propios méritos y un afán imperioso de ser admirado y considerado por estos. También se entiende como el Inflarse en el propio sentido de la importancia personal.
V. ENVANECER: Causar o infundir soberbia o vanidad a alguien (RAE). Hacer que una persona adquiera un sentimiento de orgullo o vanidad (Oxford Languages). Exteriorización del orgullo o jactancia que habita en el interior de una persona (CB. Matthew Henry 1999). El evanecerse implica la exacerbación de la valía personal sobre los demás en cualquier ámbito, escenario o circunstancia. El cristiano genuino entiende que todo lo que recibe y posee viene de Dios y que también es para provecho del cuerpo de Cristo. Sabe que, si se envanece desnaturaliza los dones espirituales, echa a perder su propósito, su relación con sus semejantes y con el Creador.
VI. NO HACER ALGO INDEBIDO: Se refiere no solo a una conducta decente, adecuada, digna, decorosa, sino también ordenada y cortés con los demás. Involucra no ser tosco, abusivo, prepotente, opresivo, injusto o desmedido. No hace algo fuera de tiempo o de lugar sea que se tenga una posición alta o inferior en algún área o contexto de la vida. No actúa fuera de la voluntad de Dios, así como no hace nada que lastime a las personas. Todo esto dentro de la sobriedad y sentido común respectivo.
VII. NO BUSCA LO SUYO: El amor que no busca lo suyo está concentrado también en el bienestar e intereses de los demás. Renuncia de buena gana a ciertas legitimidades personales por el bien común. El hecho de no pensar únicamente en el propio beneficio implica el bien para el prójimo de manera desinteresada e intencional. Esto caracterizó al Señor Jesús, quien manifestó el amor divino de manera perfecta. Esta virtud es inversamente proporcional al egoísmo.
VIII. IRRITAR: Hacer sentir ira (RAE). Excitar vivamente un sentimiento (Oxford Languages). Enfado, enojo, disgusto o exasperación moderada. Donde arde la llama del amor, no se enciende fácilmente el furor, la cólera, la ira, la furia. Si esto llegara a pasar, el amor verdadero lo extinguirá rápidamente. Una cualidad extraordinaria del amor es que no es provocado fácilmente a un estado de enojo. La irritación ligera y constante es siempre una señal de flacidez o debilidad emocional. Con todo, las personas no estamos libres de irritarnos entre nosotros.
IX. RENCOR: Resentimiento arraigado y tenaz (RAE). Sentimiento de hostilidad o gran resentimiento hacia una persona a causa de una ofensa o un daño recibido (Oxford Languages). Es posible asociar el rencor a un enojo que se mantiene potencialmente en el tiempo. Además, este sentimiento poco digno es evidencia de la falta de perdón al prójimo, fuente del disgusto o la irritación. De este modo, cada vez que aparezca algo que lleve al individuo a pensar en el episodio que motivó su enojo, sentirá rencor y podría actuar en consecuencia. El rencor es poco saludable para quien lo cultiva, ya que puede degenerar en odio, anhelos de venganza, peor aún, hacer que toda su vida gire en torno a ese sentimiento. Uno de los grandes talentos de la vida es aprender a perdonar y olvidar lo que es mejor olvidar.
X. INJUSTICIA, MALDAD, IMPIEDAD: Desprecio y aborrecimiento por la justicia, la rectitud, la verdad, el honor, la virtud o las leyes de Dios. La maldad empieza con una disposición del corazón que seguidamente comprometerá la funcionalidad del individuo (conducta y comportamiento). Esto, se traducirá en acciones negativas (reales o virtuales) que definirán el carácter de aquellos que se entregan a la impiedad para desdicha propia. También implica el deleite en planear o consumar una mala obra, además del placer malicioso que produce el conocer algo negativo del prójimo. Transitar sin reparos el sendero de la maldad puede conducir a un punto sin retorno, con una total hostilidad por el Creador y Su legislación, en consecuencia, una acelerada corrupción de los principios y valores humanos (Romanos 1:28-32). Contra ello se revela el profeta Isaías clamando: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo, que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz, que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20). El Señor Jesús reveló el origen de toda la maldad humana, el problema es interno, “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (Mateo 15:19). (CB. W. Barclay, 2006).
XI. VERDAD: Todo lo puro, lo santo, lo honesto, lo honrado, lo integro, lo recto, lo digno, lo verdadero. También se entiende como una actitud de amor que aborrece el pecado de cualquier clase, tamaño y peso.
♦ VERDAD: Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa (RAE). Adecuación entre una proposición y el estado de cosas que expresa. Conformidad entre lo que una persona manifiesta y lo que ha experimentado, piensa o siente (Oxford Languages). Conforme a la naturaleza y a la realidad de las cosas (BDE Palabra Clave 2016). Es lo que corresponde a su referente. Es decir, la correlación que describe una situación en la que hay un hecho y existe una convicción respecto del mismo. La correspondencia implica que la convicción es verdad cuando representa fielmente el hecho. Asimismo, la verdad se refiere a la existencia real y efectiva de algo, es decir, a la realidad concreta, en el plano de lo tangible o las evidencias solidas. La obra de Dios en el mundo se basa en la verdad. Por lo tanto. Los creyentes verdaderos serán veraces en su proceder. Por otro lado, eventualmente no será muy agradable escuchar o decir la verdad, aun así, siempre será la opción correcta. Ahora bien, cuando expresamos la verdad con amor, fomentamos una cultura de bondad y comprensión. La verdad sin amor puede herir, sin embargo, el amor sin verdad puede permitir y/o prolongar el engaño. Será necesario entonces, considerar las formas, el tacto, los propósitos, los contextos, la empatía y/o el equilibrio al momento de expresarla, y también, al momento de recibirla.
XII. TODO LO SUFRE: Revisar comentario respecto a sufrido. >>>>…
XIII. TODO LO CREE, CREER: Tener algo por cierto sin conocerlo de manera directa o sin que esté comprobado o demostrado. Tener a alguien por veraz. Tener algo por verosímil o probable (RAE). Considerar una cosa como verdadera o segura sin tener pruebas de su certeza o un conocimiento directo de la misma (Oxford Languages). El cristiano deberá cultivar la inclinación natural de creer y confiar en la buena fe de los hermanos en Cristo. Esto, en cualquier escenario de interacción, pero, sin dejar de lado la prudencia y el buen juicio. Con respecto a los semejantes no cristianos, el Señor nunca llamó a los creyentes a ser ingenuos, crédulos o incautos. Dios ha dado las herramientas para saber conducirse en confianza prudente, así como interpretar adecuadamente las diferentes situaciones interpersonales externas. “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”. (Mateo 10:16).
XIV. TODO LO ESPERA: La esperanza es paciente, esperando siempre los mejores resultados, sin dejar de ser proactivo, prudente o precavido. La esperanza es lo opuesto al pesimismo y es la esencia de un optimismo saludable. La esperanza nunca se centra en uno mismo, sino siempre en Dios, en la comunión de Cristo Jesús. Así también, la esperanza cobija la recuperación moral o espiritual del prójimo caído. (CB. W. Hendriksen 2000), (CB. Matthew Henry 1999).
XV. TODO LO SOPORTA: El amor perseverante pasa por alto cualquier insulto, injuria, desprecio, o desilusión con entereza triunfante. Describe no el espíritu que puede sufrir adversidades pasivamente, sino el espíritu que las tolera con la visión de transformarlas y conquistarlas. Ahora bien, esto no quiere decir que no se puedan tomar acciones razonables, pacíficas y legales respecto de agresiones físicas o verbales, atentados contra la propiedad, abusos laborales o cualquier situación donde nuestros derechos sean vulnerados. Con todo, Pablo menciona que, si perseveramos con Cristo, también reinaremos con Él (2 Timoteo. 2:12). Jesús es el gran ejemplo del amor perseverante, sus enemigos lo odiaban, despreciaban e insultaban, sus amigos lo dejaron, temerosos y débiles. Pero el maestro no se cansaba de olvidar y perdonar. En Su corazón no había más que amor y perdón. (CB. W. Barclay, 2006), (CB. W. Hendriksen, 2000).
XVI. EL AMOR NUNCA DEJA DE SER: Pablo contrasta la permanencia del amor con el carácter pasajero de los dones Espirituales que tanto apreciaban los corintios. Los dones serán vitales para la edificación de la iglesia mientras esta exista, pero, las profecías, el conocimiento y otros dones tendrán un final a la luz de la presencia de Dios. Lo que es perfecto alude a la consumación de los propósitos de Dios en el regreso del Mesías. Por ende, los dones del Espíritu Santo tendrán su culminación en algún momento, pero, el amor edifica permanentemente, y, se mantendrá en y por la ETERNIDAD. (CB. W. Barclay, 2006).