P16. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero I para los débiles II. Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento III, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia IV de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano V. (1. COR: 8:9-13).
I. TROPIEZO: Obstáculo o problema inesperado que impide o retrasa el desarrollo o la realización de algo. Situación o hecho que impide el desarrollo de una acción (Oxford Languages). Aquello que sirve de estorbo o impedimento. Oposición en los dictámenes (RAE). En contexto, prácticas o costumbres que puedan afectar negativamente la conciencia del hermano débil en la fe.
II. DÉBIL EN LA FE: Es el cristiano verdadero, sincero, piadoso, con una fe fuerte y segura, pero, todavía en camino de madurez respecto del discernimiento en situaciones de sentido común o prácticos de la vida. Estos hermanos se privan o censuran ciertas cosas con el objeto de ser más agradables a Dios, lo cual, aunque con buena intención y conciencia podría revelar ciertas falencias respecto de su comprensión del evangelio y la libertad responsable que el creyente disfruta en Cristo.
III. FUERTE EN LA FE: Estos creyentes lograron este nivel en el propósito de Dios y, están al tanto que la comida, bebida, determinadas celebraciones o fechas festivas, no hacen ninguna diferencia. Han comprendido el principio de la libertad cristiana responsable y entienden que ese privilegio es algo entre ellos y Dios. Sin embargo, eso no será razón para hacer alarde en frente de los que todavía no lo alcanzaron. Muchos han insistido en los derechos de su libertad, y luego se han arrepentido cuando sopesaron las consecuencias de su presunción.
IV. CONCIENCIA MORAL PRIVADA O CONTINGENTE: Se sustenta en un conjunto de valores morales particulares que cada individuo construye y asume. Estos valores son definidos y estructurados de manera individual para dirigir el comportamiento y las acciones en diversos escenarios y circunstancias en los cuales hay libertad razonable de resolver que es correcto o incorrecto. Se entiende que quien ejerce su conciencia moral privada busca obrar con rectitud en base a lo definido unilateralmente como bueno y malo en temas menores, no esenciales, secundarios, tangenciales, neutrales, así como, en asuntos de contexto cultural, en los que, la conciencia moral autoritativa no es quebrantada. Por el contrario, la misma ofrece libertad responsable de discernimiento, interpretación y decisión. Seguidamente algunos alcances importantes respecto de la conciencia moral privada o contingente: («Conciencia». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/conciencia/ Consultado: 30 de octubre de 2020, 11:55 pm).
a. Es de suma necesidad revisar la conciencia moral privada a la luz de la conciencia moral absoluta (1. Pedro 3:16).
b. La conciencia moral privada solo tiene carácter autoritativo y legislativo para cada persona de manera individual y única (Romanos 14: 22). Es decir, su juicio de valor es vinculante y perpendicular para el individuo que la ejerce.
c. Algunas cosas de la conciencia moral privada no pueden justificarse directamente con las escrituras. No obstante, se pueden inferir por buena y/o necesaria consecuencia, esto es, que hay parámetros proporcionales que podríamos tomar en cuenta según corresponda.
d. El que desafía su conciencia moral privada o contingente es culpable de pecado. Si cree que algo está mal y lo hace, se le cuenta como transgresión. Una cosa neutral o secundaria se convierte en buena solamente cuando se hace con la sincera y razonada convicción de que lo es (Romanos 14: 23).
e. Nadie puede pretender convertir su conciencia privada en la medida de la conciencia de otro en cuestiones indiferentes o periféricas. La conciencia de cada cual debe ser el árbitro de lo que está bien o mal en esos asuntos menores o secundarios (Romanos 14: 3,4).
f. Si se impone a los demás algo neutral o indiferente como autoritativo y legislativo, existe el peligro real de procurar mandamientos de hombres como si fueran de Dios (Fariseísmo) (Mateo 1:13).
g. Hay que ser sumamente responsables con las libertades otorgadas a nuestra conciencia privada. Debemos tener en cuenta la situación variable, la circunstancia inmediata, el contexto funcional, la perspectiva práctica, la consideración al prójimo, puesto que, podríamos pecar contra nuestros hermanos de conciencia débil (1. corintios 8:11).
h. Los valores que puntualiza la conciencia moral contingente son negociables. Dicho de otra manera, La persona puede ejercer libertad responsable en su conciencia moral privada. Puede realizar cambios, ajustes, actualizaciones, enmiendas o correcciones según su crecimiento espiritual lo demande (Romanos 14: 22).
i. Es de suma necesidad e importancia el educar y dar mantenimiento preventivo y correctivo a la conciencia moral privada. Esto con la finalidad de crecer en un equilibrio sólido, racional y juicioso acerca de nuestra libertad en cristo, de no juzgarnos o menospreciarnos entre hermanos. De entender que debemos estar unidos en Cristo, respetando las diferencias sensatas y legítimas (Romanos 14: 3,4). Vale decir, que no colisionen en ninguna manera con la legislación absoluta del creador.
V. Respecto de los hermanos débiles en la fe, podría darse el caso de que, al ver nuestro ejemplo en ciertos asuntos, estos experimenten una crisis moral y lleven a cabo algo que vaya en contra de sus frágiles conciencias y pequen. También cabe la posibilidad razonable de que estos creyentes se ofendan seriamente y hasta opten por alejarse de la congregación y de la fe en Cristo. En ese sentido es importante ser responsables y cautos respecto de nuestra bebida, comida, estilo de vida, nombres de artículos o marcas de productos que consumamos, días de celebración, fechas conmemorativas o costumbres que puedan afectar a nuestros hermanos. No debemos convertirnos en agentes que contristen la conciencia del hermano débil en la fe, debemos hacer todo para edificación mutua. No obstante, tampoco se puede permitir la tiranía del hermano débil. Es decir, que la conciencia moral privada del hermano débil sea el patrón de conducta de los demás creyentes. Lo correcto será en arreglo a cada situación y circunstancia para mantener la armonía y unidad en el cuerpo de Cristo.