P6. No es buena vuestra jactancia I. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? II Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros IIII, IV. (1. COR 5:6,7).
I. JACTANCIA: Alabanza propia, desordenada y presuntuosa (RAE). Vanidad que muestra una persona que presume y alardea de sí misma y de sus propias cualidades (Oxford Languages). Acción que exterioriza una persona al enaltecerse de sus conocimientos, habilidades, posición social, comportamiento, nivel financiero, entre otros. Orgullo de aquel que tiene un excesivo y desordenado concepto sobre sus propios méritos y un afán imperioso de ser admirado y considerado por estos. También se entiende como el Inflarse en el propio sentido de la importancia personal.
II. LEVADURA: Masa constituida por ciertos hongos unicelulares, capaz de fermentar el cuerpo con que se mezcla. Hongo unicelular de forma ovoide, que se reproduce por gemación o división, forma cadena y produce enzimas capaces de descomponer diversos cuerpos orgánicos, principalmente los azúcares, en otros más sencillos (RAE). Solo se necesita 40 gramos de levadura para leudar un kilo de harina. Solo se necesita que el creyente consienta algún pecado en su vida para que lo contamine por completo.
III. El apóstol Pablo toma la imagen de la levadura en la preparación de la Pascua judía, la cual se celebraba con panes sin leudar (Éxodo 12:15; 13:7). El día anterior a esta celebración se encendía un candil para buscar escrupulosamente por toda la casa cualquier partícula de miga, pan o biscocho que contenga levadura con el fin de eliminarla. Con ese trasfondo, Pablo estaba comunicando a los corintios que traten diligente y radicalmente con el pecado dentro de la congregación. Pues, era de conocimiento público por la iglesia y también por los paganos que un hombre “creyente” había establecido una relación ilícita con su madrastra, y, que la iglesia tenía una actitud permisiva frente a esto. Al parecer, la iglesia estaba muy ocupada jactándose de sus logros que aceptaron tolerar una situación de pecado sexual dentro de sus filas, cuando debieron haberse mostrado apesadumbrados, dolidos y reaccionar debidamente. La exhortación de Pablo a los corintios es la repulsa absoluta a cualquier miga de pecado en la iglesia, no solo por su inherente negatividad, sino también porque el pecado es altamente contagioso y virulento. Solo se necesita que la congregación consienta algún pecado para que esté contamine por completo el cuerpo local de creyentes.
IV. Cuando se coloca un poco de levadura en una masa de harina y se somete al calor, esta comienza a hincharse. Cuando la masa alcanza cierto volumen debe colocarse rápidamente en el horno para detener el proceso de fermentación de la levadura. De lo contrario, la masa leudada continuaría su desarrollo, esto es, se inflaría hasta el punto de reventar y echarse a perder. Y eso, es exactamente lo que ocurre si se consciente un poco de pecado al interior de la congregación. La situación fermentaría tanto que estallaría en cualquier momento y destruiría la iglesia desde dentro. Es necesario tomar en serio el pecado, ser consciente de su peligrosidad y del grave daño que puede sufrir un colectivo cristiano o un creyente que lo subestime o tenga una actitud relajada. No es de olvidar que fue el pecado lo que crucificó a Jesucristo, por ende, ningún cristiano verdadero puede reaccionar con indolencia, o tardanza frente al mismo. (CB. W. Barclay, 2006), (https://www.escuelabiblica.com/estudio-biblico.php?id=508).