P1. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa I, y que no haya entre vosotros divisiones II, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente III y en un mismo parecer IV. (1. COR 1:10).
I. HABLAR TODOS UNA MISMA COSA: El apóstol Pablo puntualiza la unidad doctrinal de la iglesia universal. Para esto es necesario la claridad, transparencia y contundencia acerca de los fundamentos doctrinales que emanan de las escrituras. Es decir, debe haber un compromiso vigoroso y prolijo en mantener e impartir una SANA DOCTRINA al pueblo creyente. “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina” (Tito 2:1). La negligencia, descuido, ligereza o mediocridad en la doctrina solo conducirá a la desunión, fraccionamiento y decaimiento espiritual de la iglesia. Además de cernirse sobre la misma un sentimentalismo superficial o una cohesión exterior pero nunca unidad verdadera. (BDE. MacArthur 2015).
II. DIVISIÓN, (sjisma): Separación de las partes que componen un todo, o de las cosas que estaban juntas y unidas (RAE). Oposición o discordia entre dos o más personas. (Oxford Languages). Falta de aceptación o carencia de acuerdo razonable respecto de una opinión, de una decisión o circunstancia. Denota disputa, división, alejamiento o discordia sin motivo sensato o sustento alguno. Esto, con falsos argumentos, por intereses personales, por el placer desbocado de provocar discusiones inservibles, el afán corrosivo de llevar la contraria o alguna necesidad de fraccionar un todo.
♦ FACCION: Grupo de personas unidas por ideas o intereses comunes dentro de una agrupación o colectividad (RAE). Bando de gente que se separa de un grupo por no estar de acuerdo con sus ideas y se opone a ellas de modo violento (Oxford Languages). Además de lo que ya implica la desunión en sí, se suma el concepto de facción o camarillas. Esto es la división o separación por grupos dentro de una congregación. Esta división en bandos se dio en la iglesia de Corinto. Hubo algunos creyentes que se identificaron más con las enseñanzas de Pablo, otros preferían a Apolos y otros a Cefas. La división en bandos o facciones siempre es nefasto y disruptivo en las congregaciones.
III. UNIR: Concordar las voluntades u opiniones de dos o más personas o grupos para conseguir un fin determinado, o hacer que sientan confianza o afecto uno por otro (Oxford Languages). Concordar o conformar las voluntades, ánimos o pareceres. Cesar la oposición que había entre dos o más cosas. Dicho de dos o más cosas antes separadas y distintas (RAE).
♦ UNIDOS EN UNA MISMA MENTE: Compartir la mentalidad e intención razonable de un mismo propósito. Describe a creyentes que estuvieron separados y que ahora se entrelazan en armonía porque tienen los mismos deseos, aspiraciones y metas respecto de un asunto específico. Se entiende como el actuar de una manera tan unida que evidencie la mente de Jesucristo dirigiendo las actividades del cuerpo cristiano. (CB. W. MacDonald 2004).
IV. La división siempre ha sido una actividad bastante popular en el pueblo de Dios. la naturaleza humana es apasionada de seguir líderes de carne y hueso, casi rayando en la idolatría. Tenemos la inclinación a simpatizar y respaldar a “lideres” con los cuales nos sentimos “cómodos y gozosos”. Los creyentes de Corinto, cayeron en lo que muchas congregaciones y creyentes caen hoy en día, esto es, darle prioridad y más importancia al mensajero, a saber, pastores, maestros, evangelistas, “líderes” y demás, en vez de, al MENSAJE o PALABRA DE DIOS. Dicho de otra manera, se quita la mirada de Jesucristo para colocarla en los siervos que Dios dispuso para la enseñanza e instrucción de los creyentes. Como podemos advertir, esta desviación espiritual conduce al enfrentamiento y fragmentación del pueblo cristiano. (CB. Matthew Henry, 1999) (CB. W. Barclay, 2006).