P2. Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano I que ande desordenadamente II, III, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: SI ALGUNO NO QUIERE TRABAJAR, TAMPOCO COMA. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo que, trabajando sosegadamente, coman su propio pan IV. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien V, VI. Si alguno no obedece VII a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él VIII, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano IX (2. TES 3:6-15).
I. APARTARSE: Alejarse, cortar el vínculo y vivir separado de alguien o algo. No tener comunión con alguien o algo. Evitar deliberadamente pasar tiempo, tener intimidad amical, tener trato, tener contacto más del necesario que involucre el respeto al prójimo.
II. IRRESPONSABILIDAD: Hace referencia a la ausencia de intención para satisfacer las obligaciones, compromisos, cargas o labores asignadas de forma voluntaria o necesaria. También implica no contemplar las consecuencias o resultados negativos de alguna acción u omisión. La irresponsabilidad revela la conveniencia, el desinterés, la comodidad, la frescura de no atender los deberes y obligaciones sin considerar la afectación a terceras personas. La práctica de este antiprincipio descubre una jerarquía de prioridades mal organizada o interpretada que fractura el orden familiar, social u organizacional entendida como funcional y correcta. («irresponsabilidad». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ irresponsabilidad/ Consultado: 30 de septiembre de 2020, 07:15 pm.).
III. INDISCIPLINA: Es la incapacidad del individuo para ejercitar principios de orden, tenacidad y constancia, ya sea en el campo laboral, la esfera personal, el área moral, entre otros. también se entiende como la insuficiencia para dominar los impulsos y adecuarse al conjunto de normas y preceptos necesarios para la armonía social de cualquier escenario. Asimismo, señala irregularidad en las tareas, ausencia de rigor, falta de orden, dificultad para concluir metas, desobediencia injustificada a la autoridad y subversión al orden establecido. Una persona que no acata las normas o las reglas sensatas suele ser fuente de conflicto para el ambiente en el que se relaciona, ya que, su inconducta impide el alcance de propósitos y objetivos comunes. La indisciplina puede estar asociada a factores personales y sociales como:
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- Problemas de concentración
- Fastidio, desgana
- Negligencia, descuido
- Contumacia voluntaria
- Falta de claridad en los objetivos
- Dificultad para establecer prioridades
- Desorden ambiental
- Prohibiciones no justificadas o mal explicadas
- Reglas o normas absurdas o poco juiciosas
- Ausencia de participación
- Poca estimulación o refuerzo positivo
- Problemas familiares, personales
- «Normalización» de la indisciplina en el ambiente cultural
- Etcétera
IV. Pablo incide nuevamente acerca de los creyentes que adoptaron una postura inapropiada en relación con la segunda venida de Cristo. Como se mencionó anteriormente, algunos tesalonicenses habían dejado de trabajar para ganarse la vida. Desistieron de sus obligaciones cotidianas so pretexto de ocuparse en la llegada del Señor. Estos caballeros en su excitada ociosidad, dejaron de ser productivos para sí mismos y subsistían a costa de los cristianos dadivosos y la caridad de la iglesia (1. Tesalonicenses cap. 4 y 5). (CB. Matthew Henry 1999).
Los judíos tenían en alta consideración el trabajo honrado, y, estaban convencidos que, un académico que no laboraba con sus manos perdía cierta credibilidad y prestancia. Pablo se había graduado como rabino, no obstante, la ley judía establecía que los rabinos no podían lucrar con el estudio y enseñanza de la ley. Ellos, tenían que solventar sus necesidades mediante una ocupación secular. En consecuencia, había rabinos que eran carpinteros, panaderos, barberos, albañiles, fabricantes de tiendas y toda clase de artesanos. Pablo cita: “Él que se niegue a trabajar, tampoco coma”. No se refiere a la persona que se esfuerza en buscar trabajo y no logra encontrarlo, sino, a aquellos que deliberadamente renuncian a ser rentables para satisfacer sus propias necesidades. En esto, el apóstol fue un contundente ejemplo. Él trabajaba haciendo tiendas para autosustentarse, nunca dejó de ser financieramente productivo para sí mismo, aun cuando, podía acogerse al derecho que le otorgaba su apostolado para ser apoyado en esa área. Él no abandonó su actividad de fabricación de tiendas simplemente porque el Señor Jesús fuese a volver. Él se mantenía expectante en cuanto a la llegada de Cristo, pero trabajando, sirviendo y siendo de provecho para él y los demás. Es decir, se ganaba la vida mientras predicaba el evangelio. Nadie podía señalarlo de haber comido gratuitamente el pan ganado con el sudor de otra persona. Pablo estaba decidido a no ser una carga para nadie, pese a que significaran largos días y fatigosas noches de duro trabajo. También tenemos el magnánimo ejemplo del Señor Jesús. Él fue carpintero en Nazaret. Cuenta la tradición que Jesús hacía los mejores yugos de la zona, y, que llegaban personas de todas partes a comprarlos por su exquisita calidad. El árbol se conoce por sus frutos, y el hombre por la calidad de su trabajo. Él cristiano debe proyectar su cristianismo en su labor, debe ser un trabajador de excelencia, no solo para autosustentarse, sino también, para absorber adecuadamente la oportunidad de ayudar a su prójimo en necesidad. (CB. W. Barclay, 2006), (CB. W. MacDonald, 2004).
V. CANSANCIO: Falta de fuerzas que resulta de haberse fatigado. Hastío, tedio, fastidio (RAE). Debilidad o falta de fuerza física, generalmente provocada por la realización de un esfuerzo o trabajo. Aburrimiento o hastío, generalmente provocado por una falta de interés (Oxford Languages). Falta de fuerza, desvanecimiento, desfallecimiento, desaliento. El cansancio es producto del desgaste físico, mental o emocional, así también, por habituales circunstancias contrarias, poco alentadoras o no deseadas.
VI. La exhortación a no cansarse de hacer el BIEN trasciende a los cristianos de aquella época en Tesalónica. A saber, se mantiene vigente el día de hoy para todos los creyentes del mundo. Sin embargo, el contexto temporal y la intención situacional confluyen en que Pablo animaba a los cristianos pudientes de Tesalónica a seguir siendo dadivosos. Estos cristianos acaudalados apoyaban a la iglesia y a sus hermanos en necesidad forzada o involuntaria. El apóstol los alienta a seguir haciéndolo de manera razonable, ordenada y eficaz, a pesar del abuso de ciertos “fieles” hacia su generosidad.
VII. OBEDECER: Cumplir la voluntad de quien manda (RAE). Cumplir la voluntad de quien manda o lo que establece una ley o norma (Oxford Languages). Aceptar y llevar a cabo las disposiciones de quien tiene autoridad para ordenarlas. Así también, sujetarse y acatar las leyes, preceptos, normas, códigos, ordenanzas, estatutos y cualquier política de conducta establecida en algún ámbito de interacción.
VIII. RELACIONASE, JUNTARSE: Pasar tiempo con alguien, tener intimidad amical, compartir trato social y cercanía en diferentes ámbitos de interacción.
IX. La intención de este procedimiento disciplinario es hacer entrar en razón al hermano infractor contumaz. La asamblea de creyentes debe intervenir oportunamente en su disciplina. La manera que Pablo menciona es negarse a participar socialmente con él en los diferentes escenarios de actuación. El propósito es:
a. Cortar rápidamente con la influencia, ejemplo o influjo negativo que está persona pueda permear en los demás miembros de la iglesia.
b. Avergonzar, apenar o abochornar al susodicho acerca de su conducta, proceder o actuación.
c. Apremiarlo al arrepentimiento por su bien y el bien común de la fraternidad cristiana.
El Proceso correctivo no implica animadversión a la persona, desprecio, o posicionarlo como enemigo, pero si, una firme postura disciplinaria en función al orden y la observancia. No olvidemos que sigue siendo nuestro hermano(a), ¡si es que realmente lo es! y, que cualquiera de nosotros podría en algún momento estar en circunstancias análogas. (CB. W. Barclay, 2006), (CB. W. MacDonald, 2004). (BDE. MacArthur, 2015).