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P6. Hermano […] y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios I, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente II, III para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada IV- VI. (1.TES 4:11, 12).

I. NEGOCIOS: Los propios asuntos de la persona, sus responsabilidades acerca del trabajo para autosustentarse, las cargas del hogar, las obligaciones familiares, etcétera. El cristianismo no inhibe, evade o exonera a nadie de sus responsabilidades cotidianas en los ámbitos propios de cada cual. Por el contrario, lo exhorta a ser más diligente, responsable e íntegro en sus asuntos corrientes.

II. CONDUCTA: Manera con que las personas se comportan en su vida y acciones (RAE). Manera de comportarse de una persona en una situación determinada o en general (Oxford Languages).

III. HONRADO: Rectitud de ánimo, integridad en el obrar (RAE). Persona que actúa rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral, especialmente en lo referente al respeto por la propiedad ajena, la transparencia en los negocios, etc. (Oxford Languages).

IV. NECESIDAD: Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida. Dicho de una cosa: De la que no se puede prescindir. (RAE). Hecho o circunstancia en que alguien o algo es necesario. Cosa que es necesaria para alguien o algo (Oxford Languages). Es el estado de un ser que carece de algún elemento, y su consecución resulta indispensable para vivir en un estado de mínimo bienestar corporal (y también espiritual). Las necesidades se diferencian de los deseos en que el hecho de no satisfacerlas produce resultados negativos evidentes, como puede ser una disfunción de algo o incluso el fallecimiento del individuo https://es.wikipedia.org/wiki/Necesidad.

V. La predicación del segundo advenimiento produjo una situación extraña e imprevista en Tesalónica. Muchos creyentes abandonaron sus trabajos habituales, y, andaban por allí en grupos emotivos y expectantes. Estos, agitaban a otros fieles y a sí mismos propalando su inexacto convencimiento de que la segunda venida de Cristo era inminente y sucedería en cualquier momento. En consecuencia, la vida ordinaria fue alterada dramáticamente, el trabajar para vivir fue dejado de lado por la anticipación y ansiedad reinante en algunos círculos cristianos. Además, el andar por allí vagando, viviendo de la caridad y en carrera a convertirse en exitosos ciudadanos inútiles, les daba tiempo suficiente para inmiscuirse en los asuntos y las vidas de las demás personas. A la sazón, compartían diligentemente chismes y habladurías religiosas que muchas veces causaban divisiones y desórdenes innecesarios entre los cristianos. (CB. W. Barclay, 2006), (CENT. Ernesto Trenchard, 2013).

VI. Pablo responde a esta situación exhortándoles a mantenerse responsables en sus labores cotidianas seculares. El cristianismo verdadero se hace patente a través del fruto, a saber, debe generar progresivamente las mejores personas, los mejores trabajadores, amigos más solidarios, hombres y mujeres más amables, respetuosos de la vida privada de los demás, de la singularidad y riqueza individual del prójimo, etcétera. Los creyentes deben ser un testimonio real, una demostración tangible, una realidad manifiesta de lo que conlleva ser cristiano. Ahora bien, es importante mencionar que la confesión de fe no involucra colmar, satisfacer o saciar las expectativas desordenadas o egoístas de nadie, mucho menos, transigir o diluir los principios doctrinables en aras de no ser “divisivos”, de la “unión”, la “armonía” o el ecumenismo (1. Corintios 11:19). Por otro lado, Pablo alienta a los tesalonicenses a ser independientes económicamente, a trabajar honradamente con sus manos y no vivir como parásitos de la sociedad o siendo una carga para la iglesia local. El cristiano tiene el deber de ayudar a otros dentro de sus posibilidades y según sean las circunstancias, esto, sin olvidar el ayudarse a sí mismo primero. (CB. W. Barclay, 2006), (CENT. Ernesto Trenchard, 2013).

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