P5. Mas el fruto del Espíritu I es amor II, gozo III, paz IV, paciencia V, benignidad VI, bondad VII, fe VIII, mansedumbre IX, templanza X, contra tales cosas no hay ley. (GAL 5:22,23).
I. FRUTO DEL ESPÍRITU: Son el resultado natural del Santo Espíritu de Dios en un creyente genuino. Son perfecciones que el Espíritu Santo conforma en las personas como primicias de la gloria eterna (Wikipedia). El fruto del Espíritu es el resultado de vivir para Cristo y en Cristo: “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” (Galatas 2:20). Este fruto entra en la esfera personal y ya no pertenece a la dimensión de la Ley, sino del Espíritu, por eso se habla con propiedad del fruto del Espíritu. Es el Espíritu quien actualiza constantemente la vida de Cristo en los creyentes, reproduciendo el carácter de Él en ellos (Gran diccionario enciclopédico de la biblia, Clie, 2013). El fruto del Espíritu son las características de la vida de Cristo que se reproducen en la vida de los santos que se someten a las influencias divinas. Es el Espíritu de Cristo quien va transformando el corazón del creyente, con la finalidad de que su semejanza pueda ser reproducida en quienes fueron recreados en su imagen. Esto, siempre que la sumisión de los creyentes en la fe permita que se desarrollen plenamente las operaciones del Espíritu. El fruto de un árbol no puede esconderse, y por él, es plenamente reconocible la naturaleza del mismo, en ese sentido, las virtudes de Cristo deberán ser percibidas en los cristianos genuinos según vayan creciendo y madurando. (CENT. Ernesto Trenchard, 2013). Representan las virtudes maduras que derivan únicamente de la presencia del Espíritu Santo en el redimido. Este fruto afianza, lubrica y fortalece las relaciones interpersonales, pues es en ellas donde se evidencia la obra de Dios en el individuo, “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15: 5). Con todo, los frutos del Espíritu Santo maduran en tiempos diferentes en cada creyente, así como, en distinto grado e intensidad, pero, con la misma esencia.
II. AMOR FRATERNAL: Se refiere al afecto, estima, cariño, apego y devoción que existe entre hermanos de sangre. Es aquel amor profesado hacia los hermanos carnales y que es posible hacer extensivo al prójimo. El amor fraternal ejerce un principio que tiene muy claro la diferencia entre el bien y el mal. En ese sentido, impulsa a conducirse sin afectar los intereses o derechos de los demás. («Amor fraternal». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/amor-fraternal/ Consultado: 13 de agosto de 2020, 03:40 pm.).
En comparación, el amor fraternal cristiano es un don sobrenatural derramado en el corazón de cada uno de los creyentes, y, es el fundamento más importante porque busca la igualdad, el respeto y el bienestar recíproco de todas las partes. Este amor, es el llamado a reinar en la hermandad cristiana ya que es el adhesivo natural que mantiene unida a la Iglesia. Además, Dios es Padre de todos los creyentes, en consecuencia, todos los creyentes somos hermanos espirituales en la fe. Ahora bien, el amor fraternal cristiano en función a las diferentes culturas, idiosincrasias, comportamientos, caracteres, costumbres, formas de actuar, cercanías, confianzas, familiaridades, etcétera, vinculará sentimientos, simpatías, afectos o emociones naturalmente. Sin embargo, no olvidemos que el amor fraternal cristiano es un amor por convicción, voluntad, sensato, razonable e intencionalmente compasivo. “En esto consiste el amor: en que pongamos en práctica sus mandamientos” (2. Juan 1: 6a / NVI 1999). Revisar comentario a (1. Corintios 13:4-7) respecto de las características del amor cristiano. >>>>…
III. GOZO CRISTIANO: Es la amplitud de los sentidos expresados en una inmensa ventura, buen ánimo y firme serenidad, todo como efecto de una complacencia espiritual deliberada. También se entiende como la quietud interna del espíritu que tiene plena confianza en Dios. A diferencia de la felicidad, el regocijo, la satisfacción, el contentamiento y demás experiencias de bienestar terrenales, el gozo cristiano no deriva de circunstancias externas favorables, convenientes o deseadas. Sino que, es la resultante exclusiva y proporcionalmente directa a la intimidad del creyente con el Santo Espíritu. Así pues, las tesituras de la vida, aunque puedan resultar adversas, desafortunadas o poco auspiciosas, no debieran afectar el gozo del creyente que mantiene una relación ininterrumpida y profunda con Dios. La oración disciplinada, el estudio riguroso de Su palabra y la obediencia a Su voluntad revelada son claves para mantener esta experiencia flameando en los corazones. El gozo hace parte del fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22).
IV. PAZ: Relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos. Estado de quien no está perturbado por ningún conflicto o inquietud (RAE). Situación o estado en que no hay guerra ni luchas entre dos o más partes enfrentadas (Oxford Languages). En el cristianismo, convicción de armonía interior que reciben de Dios los creyentes al saberse reconciliados con Él. Estado de reposo, serenidad, descanso, unión, orden y seguridad espiritual en Dios, todo esto, en medio de los problemas, luchas y tentaciones de la vida. La paz hace parte del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22). Respecto del entorno, se define positivamente como una atmósfera en el cual confluyen el equilibrio y estabilidad entre los participantes. En ese sentido, no se debería escatimar esfuerzos por cultivarla, alcanzarla y mantenerla. La paz involucra plena intencionalidad de las partes que deseen conseguirla y preservarla. Los creyentes son llamados a este afán, es decir, deben hacer todo lo que esté en sus posibilidades para conservar la paz, aun cuando, se tenga que renunciar eventualmente a ciertas cosas legítimas secundarias por amor a los hermanos y en bienestar de la mayoría. Ahora bien, esto no quiere decir en ninguna manera transigir los fundamentos doctrinales, bajar los muros dogmáticos o diluir la palabra de Dios para hacerla más atractiva. Somos llamados a vivir en paz y amor, pero, si para lograrlo tenemos que ceder a las presiones seculares o permitir un evangelio adulterado, entonces no hay manera de sostenerla (1. Corintios 11:19).
V. PACIENCIA: Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho (RAE). Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. Calma o tranquilidad para esperar (Oxford Languages). Constancia y poder de permanencia. Actitud mental deliberada respecto a las situaciones y circunstancias que nos presenta la vida. En virtud de ello, se puede decir que la paciencia está ligada con la personalidad madura y educada de un individuo, ya que faculta al mismo a ser atento, saber escuchar, hablar y ser cuidadoso en cada una de las acciones y decisiones a tomar. La paciencia también refiere la entrega y el sosiego en las cosas que se desean mucho, es decir, representa la capacidad de aprender a esperar por alguien o por algo anhelado. La paciencia es fruto del Espíritu (Gálatas 5:22) y, deberá ejercitarse en todos los contextos para reflexionar y afrontar con la mejor postura los inconvenientes y dificultades que puedan emerger. La persona paciente está enlazada con la paz, la calma, la tolerancia y la perseverancia, aborda los problemas con firme serenidad, enfrenta las dificultades de manera tranquila, positiva y siempre buscando la armonía y la mejor solución dentro de lo posible. No obstante, no se debe confundir la paciencia con la indiferencia o la pasividad, ya que estas últimas implican la aceptación estática de ciertas cosas, y, no luchar sensatamente por los objetivos planteados. («Paciencia». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/paciencia/Consultado: 07 de mayo de 2021, 10:26 am.).
VI. BENIGNIDAD: Afable, benévolo, piadoso (RAE). Que se caracteriza por mostrar buena voluntad, comprensión y simpatía hacia una persona o un grupo (Oxford Languages). Buena pretensión o finalidad del actuar. Bondad de una persona a pesar de la ingratitud u hostilidad de los demás. La Benignidad se traduce en gracia, sensibilidad, buena voluntad, paciencia, compasión y amor con las personas del entorno. Quien ejercita esta virtud actúa en función a buenas intenciones, es decir, con ausencia de malicia, perversidad o motivaciones negativas solapadas. Además, se vale de cada oportunidad para hacer el bien a su prójimo, sin caer en complicidad de lo malo, y, proyectando sinceridad, comprensión y tolerancia.
VII. BONDAD: Disposición o tendencia natural a hacer el bien (RAE). Inclinación a hacer el bien, comportamiento virtuoso (Oxford Languages). Es la virtud que conlleva la inclinación genuina de ayudar a los demás. También se entiende como un interés activo y eficaz en el bienestar de otros. La verdadera bondad no exhibe ningún vestigio de maldad, corrupción o interés subyacente, sino que, actúa en libertad, abundancia y amor para ayudar al prójimo.
VIII. FE, FIEL, FIDELIDAD: Que guarda fe, o es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él (RAE). Firmeza y constancia en los afectos, ideas y obligaciones, y en el cumplimiento de los compromisos establecidos (Oxford Languages). Confiabilidad por la que una persona es digna de crédito y de fiar, pues se ejercita en mantener una congruencia acerca de lo que declaran sus palabras como sus hechos. Actitud Intencional expresada en ser consecuente a una persona, a un compromiso, a una comunidad, a una organización o a principios morales. La fidelidad a Dios demanda independencia de cualquier circunstancia, sentimiento, argumento, panorama negativo, razonamiento o contexto positivo de la vida. (CB. W. Barclay, 2006) («Lealtad». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/lealtad/ Consultado: 04 de diciembre de 2020, 11:30 am.).
IX. MANSEDUMBRE: De condición benigna y suave (RAE). Docilidad y suavidad que se muestra en el carácter o se manifiesta en el trato (Oxford Languages). Es aquella serenidad de espíritu en virtud de la cual el hombre no se deja arrebatar fácilmente por la ira o la irritación en respuesta a las faltas, provocaciones o enojos de los demás. No tiene nada que ver con debilidad, sino con fortaleza bajo control. Esto, debido a la tensión mental que supone el no doblegarse ante la impulsividad versus la sensación de cobardía. La mansedumbre es la suficiencia que se indigna cuando debe hacerlo y nunca cuando no debe. Se manifiesta también en la capacidad de ceder eventualmente los propios derechos en beneficio de otros. Asimismo, se expresa en la disposición de espíritu para aceptar la voluntad del Creador como la mejor opción, y por ello, recibirla con agrado y sin resistencia. La mansedumbre es una obra efectuada en el alma, fruto del Espíritu Santo en el creyente verdadero (Gálatas 5:22,23).
X. TEMPLANZA: Moderación, sobriedad, continencia. En el cristianismo, virtud que consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón (RAE). Cualidad humana que induce a usar o hacer las cosas con moderación (Oxford Languages). Es el espíritu que domina sus deseos, apetencias, pasiones y la búsqueda de placeres desordenados, desenfrenados e ilegales. Dominio propio sobre los instintos, anhelos y apetitos para contenerlos en la prudencia y juicio. La automoderación de los pensamientos, las palabras y el actuar de un creyente reflejan el orden y la disciplina que Dios va edificando en su vida.