P3. Digo, pues: Andad en el Espíritu I, y no satisfagáis los deseos de la carne II- IV. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley V. (GAL 5:16, 17).
I. ANDAR EN ESPÍRITU SANTO: El Espíritu Santo es la tercera persona de la trinidad, es Dios, con todos sus atributos, soberanía y divinidad. Andar en el Espíritu involucra vivir en la presencia consciente del Señor Jesucristo y permitir que Su mente, por medio de Su Palabra, domine todos los procesos de pensamiento y por ende todo lo que se hace. También implica sacudirse del sistema, alejarse del círculo de los sentidos, liberarse de las circunstancias y afanes, renunciar a mantener el control, tomar distancia de nuestro yo para que Cristo viva libremente en nosotros. Es la rendición incondicional de nuestro tiempo, nuestras capacidades, nuestro intelecto, nuestro cuerpo, nuestra disposición, nuestros recursos, a la voluntad plenaria de Dios. Jesús mismo ejemplificó a la perfección la manera de vivir bajo dirección del Santo Espíritu de Dios (Lucas. 4:1). Debemos estar atentos para no adelantarnos ni atrasarnos respecto de Su dinámica en nuestro crecimiento y andar cristiano. Esto requerirá afinidad intima con Dios, estudiar Su palabra, no descuidar la oración, ser obedientes y mantener sanas relaciones con los hermanos en la fe. A continuación, presentamos algunas de las competencias y facultades del Espíritu Santo:
-
- Enseña (Juan 14:26)
- Consuela Juan 14:26
- Recuerda (Juan 14:26)
- Convence de pecado de justicia y de juicio (Juan 16:8-11)
- Glorifica a Jesucristo (Juan 16:14-15)
- Da poder (Hechos 1:8)
- Unge (Hechos 10:38; Lucas 4:18)
- Da valentía para hablar con denuedo la palabra de Dios (Hechos 4:23-31)
- Fortalece (Hechos 9:31)
- Da el Amor (Romanos 5:5)
- Da Vida (Romanos 8:11)
- Guía (Romanos 8:14; Juan 16:13)
- Da testimonio de que somos Hijos de Dios (Romanos 8:16)
- Ayuda a nuestra debilidad en la oración (Romanos 8:26-27)
- Intercede ante Dios Padre en la oración (Romanos 8:26-27)
- Da Justicia, Paz y gozo (Romanos 14:16-17)
- Revela las cosas profundas de Dios (1. Corintios 2:10)
- Nos ayuda a interpretar lo espiritual (1. Corintios 2:13, 14)
- Muestra la salida de la tentación (1. Corintios 10:13)
- Reparte dones (1. Corintios 12:11)
- Produce Fruto (Gálatas 5:22, 23)
- Sella para el día de la redención (Efesios 1:13)
- Da unidad al cuerpo (Efesios 4:3)
- Regenera (Juan 3:6)
- Santifica (2. Tesalonicenses (2:13)
- Adopta (Romano 8: 15 – 17)
- Bautiza (1. Corintios 12:13)
- Capacita (1. Corintios 12:1 – 12), (Gálatas 5:22,23)
- Asegura y habita en el creyente (2. Corintios 1:22), (2. Timoteo 1:14)
(Iglesia bautista palabra de vida instituto bíblico/funciones del Espíritu Santo).
II. DESEO: Movimiento afectivo hacia algo que se apetece. Anhelarlo con vehemencia. (RAE). Interés o apetencia que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo (Oxford Languages).
III. MALOS DESEOS: Ansia intensa y a menudo violenta, desordenada, desbocada, desequilibrada, de bienes materiales o placeres terrenales. Además, deseos sexuales exacerbados, descontrolados, frívolos o lascivos que están prestos a manifestarse en una actividad corporal. También, toda clase de antiprincipios como el odio, la mentira, la envidia, las rivalidades, las iras, la codicia, avaricia, la soberbia y demás. Los canales regulares por donde ingresan insumos a la mente y abonan el terreno para la prosperidad de los malos deseos son los sentidos. Es necesario entonces, el discernimiento intencional de situaciones, circunstancias o escenarios que estimulen, impulsen, provoquen, inciten o alienten los mismos. Así como, una limpieza mental diaria a través de la oración y el estudio de las escrituras para una mente menos fértil y proclive a estos. (CENT. Ernesto Trenchard 2013).
♦ MALIGNO(A): Propenso a pensar u obrar mal (RAE). Persona que tiende a hacer daño y desea el mal de otras personas o se alegra de él. Que causa o produce un daño o un perjuicio (Oxford Languages). Colmado de malos pensamientos o deseos (Concordancia Strong, 2002). Actitud distorsionada, desviada, retorcida, mala manera o disposición por la cual alguien tiende a interpretar, expresar o manifestar todo de la peor forma.
IV. CARNE, (naturaleza caída, humanidad): Uno de los tres enemigos del alma, que, según el catecismo de la doctrina cristiana, inclina a la sensualidad y lascivia (RAE). Ansiedad perversa, impotencia moral permanente, corrupción manifiesta, desesperada malignidad, indiferencia depravada. Connatural propensión o inclinación hacia lo malo, lo injusto y lo corrupto (Romanos 7.18). Esto, en sus diversas variantes, tamaños, envolturas, presentaciones, apariencias y colores. Además de la tendencia a estímulos pecaminosos del ambiente externo, la misma carne suscita malos deseos al interior de la persona con el objeto de satisfacer su propia degeneración (Santiago 1:14-15). La carne está totalmente infectada de pecado, el cual, ha corrompido la condición general del individuo, su disposición en la mente y los procesos de pensamiento, y, finalmente su actuación en los hechos. Podemos corroborar que este defecto de forma y funcionamiento se hace patente a todos los seres humanos de todos los tiempos (Romanos 3:23). Ahora bien, el creyente genuino es una nueva criatura en Cristo (Efesios 2:10), espiritualmente hablando, sin embargo, la carne no ha sido redimida, es decir, mantiene sus propiedades, apetitos, características y atributos degradados (1. Pedro 3:21), (Romanos 8:23).
V. Pablo exhorta a los gálatas a vivir y actuar en armonía con los propósitos de Dios. Vale decir, en oposición a una manera de vivir que satisfaga los deseos de la carne no redimida que son contrarios a la voluntad del Creador. Se subraya el antagonismo entre el Espíritu y la carne personificados como agentes opuestos, ya que, el deseo del uno es inverso al del otro. Esto provoca la incapacidad de actuación libre del pecado remanente en el creyente. Vivir según la carne significa seguir bajo la esclavitud de la ley. Pablo expone entonces una nueva manera de vivir mientras estemos en el cuerpo: dejarse guiar por el Santo Espíritu. Esta lógica garantiza en amor, la fe y la libertad con respecto a la ley.