P19. No os olvidéis de la hospitalidad I, II. (HEB 13.2).
I. HOSPITALIDAD: Virtud que se ejercita con peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida asistencia en sus necesidades. Buena acogida y recibimiento que se hace a los extranjeros o visitantes (RAE). Amabilidad, calidez y atención con que una persona recibe y acoge a los visitantes o extranjeros en su casa o en su tierra (Oxford Languages). Nuestro hogar debiera estar siempre abierto a los hermanos que tienen problemas personales, a los descorazonados, a los que sufren necesidad o requieren ayuda eficaz tanto en lo material como en lo espiritual. Todo, dentro de las posibilidades inmediatas de cada quien y en arreglo a las circunstancias. (BDE. Matthew Henry, 2017), (CB. W. MacDonald, 2004).
II. La hospitalidad es una característica importante en la cultura hebrea. Desde la antigüedad se acostumbraba a hospedar al extranjero y brindar asilo a quien lo necesite (Genesis 18:1-3). Es más, cuando una persona estaba siendo hospedada tenía el derecho de recibir toda la protección por parte de su hospedador, en otras palabras, el hospedador se sentía responsable de alguna manera por su seguridad e integridad física (Genesis 19:1,2). El autor invita a seguir esta práctica, pero acompañada del amor, ya que no debiera ser una obligación, sino una demostración de afecto fraterno a los hermanos o a quien lo necesite. Esto, según las posibilidades y facilidades con las que cada quien cuente.