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P16. Mirad bien I, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios II; que, brotando alguna raíz de amargura III, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados IV- VI; no sea que haya algún fornicario VII, o profano VIII, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura IX, X. (HEB 12:15,16).

I. DESPIERTO, ALERTA: Es la actitud consecuente y sensata de una persona en relación con una postura asumida. En este sentido, cuando se dice que alguien está velando, que esta despierto o alerta, es porque existe correspondencia juiciosa entre su forma de pensar y de conducirse en todo momento.

II. GRACIA: Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita. Perdón o indulto (RAE). Influencia divina sobre el corazón de una persona y su reflejo positivo en la vida práctica y el carácter de la msima (BDE Palabra Clave 2016). Concesión gratuita que se recibe sin ser digno de la misma. Beneficio que se acepta sin ningún tipo de mérito o derecho. En ese sentido, la gracia salvadora implica “doblarse o inclinarse” en favor benevolente hacia alguien que inspira compasión (Gran diccionario enciclopédico de la biblia, Clie, 2013).

Dios en Su infinito amor y soberanía es la fuente de toda clemencia salvadora, y, es Él, quien da la iniciativa frente la humanidad pecadora y condenada (Romanos 3:23,24). La gracia va más allá de un concepto, pues es una experiencia que viven los creyentes perdonados y salvados en Cristo Jesús. El Creador dispone Su gracia para todos aquellos que han transgredido Su legislación y pecado contra Él (Romanos 6:23). Además, es una realidad que capacita al cristiano genuino para vencer el pecado y la injusticia, así como, para descubrir la voluntad de Dios en cada situación concreta (2. Timoteo 1:19). La gracia siempre opera desde dentro, transformando al creyente para que sus obras de hombre regenerado sean originadas en el interior, desde la mente renovada por el favor del Creador (Efesios 2:10). Así también, el ir creciendo en la gracia implica madurez en la fe, santidad progresiva evidente, y, adultez en la manera de pensar y actuar frente a las vicisitudes de la vida diaria. De igual manera, tolerancia y mansedumbre en la continua interacción con el prójimo interno (creyente) y el externo (inconverso).

III. AMARGURA: Aflicción o disgusto (RAE). Sentimiento duradero de frustración, resentimiento o tristeza, especialmente por haber sufrido una desilusión o una injusticia (Oxford Languages). Sentimiento negativo reprimido que puede emerger en cualquier momento, y de la peor manera. (BDE. MacArthur 2015). Sentimiento persistente de disgusto o enfado hacia alguien o algo, esto, por considerarlo causante de alguna ofensa o daño sufrido. Los griegos definían esta cualidad como un resentimiento imborrable, como el espíritu que se niega a aceptar la reconciliación. La amargura revela la angustia crónica del alma expresada en tristeza, hostilidad, desánimo, rencor y constante ansiedad. Esta afectividad nociva carcome el alma, contamina la vida y corroe los principios y valores humanos. La amargura hace olvidar toda buena obra que Dios y el resto de personas han hecho en o por nosotros. En consecuencia, si el individuo mantiene vigentes los motivos o razones de su amargura, los cuales pueden ser totalmente válidos, lo único a esperar será prolongar su resentimiento y dolor. Todos los conversos deben vivir con un espíritu permanente de perdón hacia sí mismos y hacia los demás. Así también, pedir en oración la ayuda de Dios para detectar las razones y poner fin a la amargura que consume por dentro. (CB. W. Barclay, 2006).

♦ RECLACITRANTE: Terco, reacio, reincidente, obstinado, aferrado a una opinión o conducta (RAE). Persona que se mantiene firme en su comportamiento, actitud, ideas o intenciones, a pesar de estar equivocado (Oxford Languages).

♦ RECLACITRANTE: Terco, reacio, reincidente, obstinado, aferrado a una opinión o conducta (RAE). Persona que se mantiene firme en su comportamiento, actitud, ideas o intenciones, a pesar de estar equivocado (Oxford Languages).

♦ APOSTATAR: Dicho de una persona: Abandonar públicamente su religión. Dicho de un religioso: Romper con la orden o instituto a que pertenece (RAE).

♦ APOSTASÍA: Renuncia que hace una persona de sus creencias religiosas o políticas y abandono de su religión o del partido político al que pertenecía. Abandono del estado sacerdotal por parte de un sacerdote o de la vida religiosa por parte de un religioso profeso (Oxford Languages). Es la negación, la renuncia, el abandono o el desistimiento de la fe (Apostasía – Wikipedia, la enciclopedia libre).

♦ Grafiti de 2007 con motivo de La Campaña por la Apostasía Colectiva en España.

Grafiti de 2007

IV. CONTAMINAR: Alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o físicos. Contagiar o infectar a alguien. Pervertir, corromper la fe o las costumbres. Profanar o quebrantar la ley de Dios (RAE). Transmitir [una persona] a otra una idea, un sentimiento o una actitud, en especial algo negativo (Oxford Languages).

V. Hace referencia específicamente a los judíos que estaban en la asamblea de los creyentes, que conocían el evangelio y hasta manifestaban cierto entusiasmo respecto de las buenas nuevas. Sin embargo, su apego no pasaba de ser intelectual, interesado o fingido, es decir, no habían estimado la gracia como único camino de salvación. Por el contrario, generaron amargura y repudio en sus corazones contra Cristo, peor aún, se constituyeron en influencias negativas dentro de la congregación, contaminando a creyentes auténticos e instigando escepticismos y rebeldías. (CB. W. Hendriksen, 2000) (CENT. Ernesto Trenchard, 2013), (CB. W. MacDonald, 2004).

Esto no ha cambiado mucho y en la actualidad, pues siempre habrá dentro de las congregaciones trigo y cizaña. Es por esa razón que el autor de hebreos conmina a los verdaderos creyentes a mantenerse atentos respecto de los falsos cristianos. Así también, los exhorta a proveer el cuidado adecuado y la atención debida a la ortodoxia, así como, evitar la candidez o ingenuidad acerca de aquellos que causan divisiones, discordias o desuniones sin razón sustentable, motivos válidos o causas legítimas. No es de extrañar que se levanten en la iglesia personas que propalen conceptos, ideas o razonamientos que van en contra a la SANA DOCTRINA bíblica. En ese sentido, los creyentes debieran ser prudentes, precavidos y cautelosos, es decir, deben escudriñar las escrituras para no ser engañados o confundidos por quienes pretendan hacerlo. No es de olvidar que estos farsantes pueden emerger en cualquier nivel de la congregación o pueden también ser agentes externos a la misma.

VI. La iglesia no está para satisfacer los sueños particulares, las ambiciones materiales o los complejos de grandeza de los servidores líderes. Tristemente, hoy tenemos muchos “predicadores”, “maestros”, “evangelistas”, entre otros, que desvían la dirección natural que todo cristiano debe hacia Cristo y la encausan hacia su persona. A saber, están más interesados en ganar seguidores para sí mismos que para Jesucristo, más preocupados en presentar sus propios razonamientos que escudriñar y proclamar el sentido correcto de la palabra de Dios. En consecuencia, los llamados al liderazgo debieran estar muy atentos a no ser ellos los causantes de divisiones, de confusiones doctrinales, de escándalos pecaminosos, coerciones económicas o abusos de autoridad contra sus “hermanos menores”. Esas situaciones pudieran de alguna manera ser origen de amargura y alejamiento si no son tratadas y corregidas adecuadamente (CB. W. Barclay, 2006).

VII. FORNICAR: Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio (RAE). Relación sexual, coito o acceso carnal entre un hombre y una mujer que no están unidos en matrimonio. En ese sentido, la única razón de la fornicación es satisfacer los deseos físicos de los involucrados, pero, sin ningún tipo de compromiso legítimo entre las partes. El término fornicar también alcanza cualquier tipo de inmoralidad o disidencia sexual como: adulterio, pornografía, masturbación, promiscuidad, incesto, homosexualismo masculino y femenino, bestialidad, fantasías sexuales ilícitas, pedofilia, prostitución, practica contranatural, entre otros. (CB. Matthew Henry 1999).

VIII. PROFANO: Que no es sagrado ni sirve a usos sagrados, sino puramente secular, terrenal, pasajero, corruptible. Que no demuestra el respeto debido a las cosas sagradas (RAE). [persona] Que carece de experiencia o conocimientos en una determinada materia (Oxford Languages). Que va en contra de la verdad expresada por Dios en Su palabra. Todo lo opuesto a lo santo, a lo verdadero, a lo puro, a lo honesto, a lo honrado, a lo íntegro, a lo recto, a lo digno, a la realidad de Dios y sus demandas legítimas como creador y Señor de todo. Sacrílego, impío, irreverente, irrespetuoso, que considera poca cosa lo que es sagrado o las bendiciones del Creador.

IX. La negligencia espiritual, la flojera académica bíblica, la poca continuidad en la oración y el no compromiso con Dios, podrían ser causales de no progresar en la plenitud equilibrada de fe, y mucho menos, disfrutar de los beneficios de la gracia expresados en el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22). En consecuencia, cabe una real posibilidad de dar frutos venenosos y amargos que podrían contaminarnos y contaminar a otros hermanos. Quejas, chismes, rumores, críticas, mala voluntad, comentarios tendenciosos, etcétera, son algunos síntomas. Por tanto, necesitamos estar muy atentos a nosotros mismos, al tipo de frutos que estamos dando. También es importante citar que no toda incomodidad emergente tenga una raíz de amargura gratuita, más aún, cuando se están presentando serios problemas respecto de la SANA DOCTRINA, a saber, desviaciones e inconsistencias convenientes. Sumado a esto, la falta de empatía, ausencia de preocupación y escasez de sensibilidad pastoral, abusos referentes al diezmo (que legalmente no tiene vigencia en el pacto de la gracia) y ofrendas, entre otras problemáticas válidas.

X. Esaú despreció su primogenitura y todos los beneficios que esa posición conllevaba. En este caso, los cristianos no debiéramos caer en algo equivalente a la postura de Esaú, esto es, considerar algo menor la gracia y sus beneficios, la cual, tuvo un alto costo reflejado en los padecimientos soportados por el hijo de Dios para conseguirla. Alguien que tiene en menos la gracia, es decir, un profano, manifiesta una vida estrechamente ligada a la inmoralidad, se regodea en el pecado como la fornicación y demás. (CB. W. MacDonald, 2004), (CB. Craig S. Keener, 2019).

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