P3. Temamos I, pues, no sea que, permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo II, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva III como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra IV, por no ir acompañada de fe V en los que la oyeron VI. (HEB 4:1,2).
I. Temor de perder la salvación por incredulidad cuando se presente la oportunidad. (CENT. Ernesto Trenchard, 2013).
II. EL REPOSO: Para los creyentes, el reposo de Dios incluye Su paz, confianza de salvación, seguridad en Su fortaleza y certidumbre de un hogar celestial futuro (BDE. MacArthur, 2015). Estado de gracia, consuelo y santidad en el evangelio. Reposo en gloria será donde el pueblo de Dios disfrutará de los resultados de su fe. Es el reposo celestial preparado para el pueblo de Dios y que se opone al estado de carga, estrés, ansiedad, fatiga y trastorno de este mundo. El reposo de gracia o el reposo de gloria son la única dicha verdadera del alma (BDE. Matthew Henry, 2017).
♦ REPOSO DE LAS OBRAS (intentar ganar salvación): “porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (Romanos 10: 4). Cristo es el objetivo de la ley, en el sentido de que Él fue el único capaz de satisfacerla en su plenitud, y, en el proceso, invalidarla definitivamente como canal de expiación de pecados. Ahora tenemos la gracia y a Cristo como único medio salvífico para los hombres. Por más que el ser humano intente cumplir la ley de moisés, jamás podrá hacerlo. En algún momento fallará en algo, sea de palabra, intención, hecho u omisión. Pero, la obra de Jesús en la cruz es perfecta y cuando aceptamos que Su sacrificio tiene poder legal para limpiarnos de toda maldad, salimos de la opresión que representa el intentar ganar la salvación por cuenta propia a través de las obras. Solo por medio de Cristo recibimos la justicia de Dios y la salvación eterna. La ley no logra justificar a nadie, pero todo el que en Jesucristo es justificado recibe perdón de pecados y vida eterna (Hechos 13:38-39).
III. SALVACIÓN (buena nueva): Consecución de la gloria y bienaventuranza eternas (RAE). Toda persona es culpable de pecado y lo único que puede recibir en retribución justa a su extravío es la separación eterna de Dios en el infierno. La salvación implica excepción condenatoria para el pecador, perdón de sus transgresiones, regeneración espiritual, declaración de justicia, santificación definitiva y glorificación o vida eterna. Todo esto por medio de la fe en Jesucristo como única base virtuosa y legal de salvación. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Así de simple y complejo, no hay más, o estamos dentro o estamos fuera, o somos salvos o no lo somos, no hay términos medios ni terceras opciones con Dios, o somos por Él o en contra de Él, “El que no es conmigo, contra mí es” (Lucas 11: 23ª). Es necesario nunca olvidar que, aunque la salvación es por gracia, es decir gratuita para el ser humano, alguien tuvo que pagar (expiación sustitutoria, 1. Pedro 3:18). En este caso fue Jesucristo (Dios Hijo) recibiendo la ira de Dios Padre por el pecado del hombre.
• “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas” (Juan 3:18 – 20).
• “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:10-18).
• “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3: 23 – 26).
• “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osará morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando 9 ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:6-10).
• “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
• “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:30,31).
“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20: 15).
• “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21: 8).
IV. VANO, VANA: Hueco, vacío y falto de solidez. Inútil, infructuoso o sin efecto. Falto de realidad, sustancia o entidad (RAE). Que está vacío, sin contenido (Oxford Languages). Vaciedad en cuanto a logros, objetivos, propósito o finalidad positiva. No alcanzar los resultados para lo que fue dispuesto o preparado. Que no es de utilidad ni produce buenos frutos.
V. FE GENERAL: La palabra «fe» usualmente denota un sentido menos estricto y más tradicional para expresar una persuasión o convencimiento de la verdad. Es una actitud de confianza, creencia o aceptación respecto de algo que no necesariamente se puede probar empíricamente. Va más allá de una sólida opinión sin llegar a los rigores que exige el conocimiento científico (RAE).
♦ FE, SALVÍFICA: La fe en este caso es un mecanismo, un recurso otorgado por Dios (Efesios 2:8). Está por sí misma no conlleva mayor provecho, sin embargo, ejercida por el creyente en Jesucristo, se apropia de la gracia salvadora disponible solo en el hijo de Dios (Jesús). La fe es el método por el cual se justifica a una persona y el instrumento para que esa persona reciba la justicia de Cristo. La fe requiere conocimiento del mensaje del evangelio, convencimiento de que es verdad y confianza para aplicarla efectivamente. Así también, dejar de intentar ganar el favor de Dios por mérito propio ya que es imposible, es mejor descansar en el autor y consumador de la fe (hebreos 12:2). Los creyentes también son santificados y adoptados por fe.
VI. Los hebreos de la época de Moisés ejemplifican un problema que afrontan muchas personas en la actualidad. En primer lugar, tenemos a los individuos que escuchan el mensaje de salvación y lo rechazan voluntariamente, en tal caso, la palabra entregada fue vana, improductiva, es decir, no les sirvió para nada y continuarán su camino a la perdición eterna. En segundo lugar, están los que saben mucho de Cristo, pero no lo conocen personalmente. Dicho de otra manera, no armonizan su conocimiento teológico con el ejercicio de la fe salvífica, la cual, es requisito necesario para el beneficio de la gracia redentora. La misma que, tiene al hijo de Dios como única base virtuosa y judicial para perdón de pecados y salvación. ¡Conocer no es lo mismo que creer!