P2. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo I de incredulidad II para apartarse del Dios vivo III; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy IV, V; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado VI. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos VII firme hasta el fin nuestra confianza del principio VIII .(HEB 3:12-14).
I. CORAZÓN: Centro de las emociones humanas (Diccionario Teológico, Claudionor Correa de Andrade, 2002). Término usado en sentido figurado como asiento de los deseos, sentimientos, afectos, pasiones, impulsos, es decir, el corazón o la mente. También es usado para referirse a la persona en sí, en el caso de valores afectos o pasiones que se atribuyen al corazón y la mente. Como centro del intelecto significa la mente o el entendimiento (BDE. Palabra Clave, 2016). Centro motriz de las acciones y pasiones (CENT. Ernesto Trenchard, 2013). Entendimiento, potencia cognitiva racional del alma humana.
♦ CORAZÓN MALO: Todos los hombres nacen con esa clase de corazón (Jeremías. 17:9). En el caso de estos hebreos, esa maldad se manifestó en incredulidad hacia el evangelio y en consecuencia rechazo voluntario a Dios (BDE. MacArthur, 2015).
II. INCREDULIDAD: Repugnancia o dificultad en creer algo. Falta de fe y de creencia religiosa (RAE). Imposibilidad o reserva que tiene una persona para creer algo. Falta de fe religiosa (Oxford Languages). Estado de incredulidad antes de aceptar el evangelio. Una violación de la fe, apostasía. Actitud que expresa suma desconfianza respecto de las declaraciones, doctrinas o promesas (BDE. Palabra Clave, 2016). Descreencia, rechazo a creer (BDE. Matthew Henry, 2017).
III. APARTARSE DE DIOS: Desertar de Su consejo, rehusar sus mandamientos, desobedecer Su voz o desairar sus demandas como Dios y Señor. Sublevarse en contra de Dios (BDE. Palabra Clave, 2016). Rebelarse, levantarse, amotinarse, insubordinarse al Creador. El corazón errante, endurecido, comienza a desconfiar de Dios, deja de escucharlo, de ser sensible al Santo Espíritu, desobedece de continuo, peca de forma deliberada y sistemática, se revela, y finalmente, podría alejarse de la profesión de fe en Jesucristo. Ahora bien, un creyente genuino podría apartarse de Dios temporalmente, lo cual acarrearía consecuencias poco felices para él, además, del accionar correctivo de Dios (hebreos 12:6). Por otro lado, si alguien que confiesa a Jesucristo se aleja de Dios y no hay corrección o restauración en el tiempo, podría revelar que nunca fue regenerado ni salvado, por lo tanto, esa persona sigue en camino a la perdición eterna.
IV. EXHORTAR, ANIMAR: Incitar a alguien con palabras a que haga o deje de hacer algo (RAE). Infundir ánimo o energía moral a alguien. Incitar a alguien a una acción (RAE). Incitar [una persona con autoridad o derecho] a otra a hacer una cosa o a actuar de cierta forma, mediante razones o ruegos (Oxford Languages). Infundir ánimo, fuerza o energía a alguien para hacer, resolver o emprender algo (Oxford Languages). Argumento o consejo, cuyo fin es alentar a la acción o estimular una línea de conducta. Implica levantar el espíritu, sostener y darse ayuda entre hermanos. Una palabra de ánimo ofrecida en el momento oportuno puede hacer la diferencia para que una persona se levante y siga avanzando o quede relegada en el camino. Mire a su alrededor y sea sensible a las necesidades de otros. Ofrezca palabras apropiadas y acciones contundentes.
♦ EXHORTAR, AMONESTAR: Incitar a alguien con palabras a que haga o deje de hacer algo. Hacer presente algo para que se considere, procure o evite. Advertir, prevenir, reprender. (RAE). Incitar [una persona con autoridad o derecho] a otra a hacer una cosa o a actuar de cierta forma, mediante razones o ruegos. Reprender severamente a una persona por un error o una falta que ha cometido, para que no la vuelva a cometer. (Oxford Languages). Argumento, consejo o declaración que busca inducir a la acción, estimular una línea de conducta o persuadir de abandonar una actitud, postura o actividad. En tal sentido, una palabra de aliento, una reprensión amable o un aviso oportuno pueden hacer la diferencia para que una persona se levante y siga avanzando o quede relegada en el camino.
V. HOY: Y aquí llega el llamamiento final enfocándose en el día de “hoy”. Mientras estemos vivos hay oportunidad. Dios sigue llamando a no endurecer el corazón, a arrepentirse y creer en Jesucristo (Hechos 17:30,31). El “hoy” de Dios no ha terminado y la promesa sigue abierta, sin embargo, no durará para siempre. El mañana no está garantizado para nadie y no llegará para muchas personas. Ahora es cuando, hoy está en pie la oferta de salvación por gracia, Hoy es el tiempo aceptable; Hoy es el día de salvación. (CB. W. Barclay, 2006), (CB. W. MacDonald, 2004).
VI. ENDURECER: Poner duro algo. Volver cruel, obstinado o insensible a alguien (RAE).
♦ INSENSIBLE: Dicho de un ser vivo o de una parte de él: Incapaz de experimentar sensaciones. Dicho de una cosa: Que no reacciona a la acción de ciertos agentes. Dicho especialmente de una persona: Incapaz de apreciar algo o de reaccionar emocionalmente ante ello. Que carece de receptividad a determinados asuntos o problemas y de disposición para resolverlos (RAE). Que no es capaz de percibir sensaciones a través de los sentidos. Persona que es duro de corazón, que no es capaz de emocionarse ante la belleza y los valores estéticos, que no reacciona positivamente a los sentimientos como el amor, la ternura, etcétera (Oxford Languages).
VII. RETENER, PRESERVAR, CONSERVAR: Impedir que algo salga, se mueva, se elimine o desaparezca (RAE). Proteger, resguardar anticipadamente a alguien o algo, de algún daño o peligro (RAE). Proteger o resguardar a alguien o algo, intentando conservar su estado, de un daño o peligro (Oxford Languages). Mantener o cuidar de la permanencia o integridad de algo o de alguien. Guardar con cuidado algo (RAE). Hacer que una cosa se mantenga en buen estado, guardándola en determinadas condiciones o haciendo lo necesario para que así sea. Tener una cosa guardada con cuidado para que no se estropee o se pierda (Oxford Languages).
VIII. Que nadie caiga en el pecado de incredulidad y rechace voluntariamente la oferta de salvación que Dios ha provisto para todo aquel que cree en Jesucristo (Juan 6:37).