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P5. Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación I; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos II e inconstantes III tuercen IV, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos V, no sea que, arrastrados por el error de los inicuos VI, caigáis VII de vuestra firmeza VIII. Antes bien, creced en la gracia IX y el conocimiento X, XI de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. (2. PED 3:15, 18).

I. SALVACIÓN: Consecución de la gloria y bienaventuranza eternas (RAE). Toda persona es culpable de pecado y lo único que puede recibir en retribución justa a su extravío es la separación eterna de Dios en el infierno. La salvación implica excepción condenatoria para el pecador, perdón de sus transgresiones, regeneración espiritual, declaración de justicia, santificación definitiva y glorificación o vida eterna. Todo esto por medio de la fe en Jesucristo como única base virtuosa y legal de salvación, aceptando su muerte expiatoria en favor nuestro. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Así de simple y complejo, no hay más, o estamos dentro o estamos fuera, o somos salvos o no lo somos, no hay términos medios ni terceras opciones con Dios, o somos por Él o en contra de Él, “El que no es conmigo, contra mí es” (Lucas 11: 23ª). Es necesario nunca olvidar que, aunque la salvación es por gracia, es decir gratuita para el ser humano, alguien tuvo que pagar (expiación sustitutoria, 1. Pedro 3:18). En este caso fue Jesucristo (Dios Hijo) recibiendo la ira de Dios Padre por el pecado del hombre.

•  “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas” (Juan 3:18 – 20).

•  “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:10-18).

•  “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3: 23 – 26).

•  “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando 9 ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:6-10).

•  “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

•  “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:30,31).

•  “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20: 15).

•  “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21: 8).

II. INDOCTO: Falto de instrucción, inculto (RAE). Que carece de instrucción, que es inculto (Oxford Languages).

III. INCONSTANTE: No estable ni permanente. Que muda con demasiada facilidad y ligereza de pensamientos, aficiones, opiniones o conducta (RAE). Persona que carece de voluntad firme y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo de realizarla. Que no tiene constancia o que se desarrolla con interrupciones y varía su estado o su intensidad (Oxford Languages).

IV. DISTORSIONAR: Acción de torcer o desequilibrar la disposición de figuras en general o de elementos artísticos, o de presentar o interpretar hechos, intenciones, etc., deformándolos de modo intencionado (RAE). Alterar las características, el significado o la forma de algo (un hecho, unas palabras, etc.), en especial al interpretarlo para uno mismo o para los demás (Oxford Languages).

V. GUARDAR: Tener cuidado de algo o de alguien, vigilarlo y defenderlo. Atender o mirar a lo que otro hace. Recelarse y precaverse de un riesgo. Advertir y avisar a alguien que se aparte del peligro que le amenaza (RAE). Advertencia en contra de algo. Estar alerta, atento, no ser negligente (BDE. Matthew Henry 2017). Percibir con la mente, estar consciente, observar, discernir entender, considerar, prestar atención. (BDE Palabra Clave 2016).

VI. INICUO: Contrario a la equidad. Malvado, injusto (RAE).

VII. CAER: Dicho de una cosa: Descender de un nivel o valor a otro inferior o menor. Dicho de una cosa: Desprenderse o separarse del lugar u objeto a que estaba adherida. Venir impensadamente a encontrarse en alguna desgracia o peligro. Incurrir en algún error o ignorancia o en algún daño o peligro. Quedar incluido en alguna denominación o categoría, o sujeto a una regla (RAE). Moverse [algo o alguien] desde arriba hacia abajo por la acción de su propio peso (Oxford Languages).

VIII. FIRMEZA: Entereza, constancia, fuerza moral de quien no se deja dominar ni abatir (RAE). Cualidad de lo que es estable o no se mueve. Voluntad inquebrantable y constancia en la realización de algo (Oxford Languages). Que es estable, que está bien apoyado, cimentado o sujetado, en consecuencia, no se mueve. Es aquello que está establecido en bases sólidas o fijado en fundamentales razones. Actitud tenaz de la persona que se mantiene en sus creencias, convicciones y propósitos. Voluntad inquebrantable y perseverancia en la realización de algo. Que no se deja dominar, abatir, o desplazar fácilmente de una posición, lugar o intención.

IX. GRACIA: Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita. Perdón o indulto (RAE). Influencia divina sobre el corazón de una persona y su reflejo positivo en la vida práctica y el carácter de la misma (BDE Palabra Clave 2016). Concesión gratuita que se recibe sin ser digno de la misma. Beneficio que se acepta sin ningún tipo de mérito o derecho. En ese sentido, la gracia salvadora implica “doblarse o inclinarse” en favor benevolente hacia alguien que inspira compasión (Gran diccionario enciclopédico de la biblia, Clie, 2013).

Dios en Su infinito amor y soberanía es la fuente de toda clemencia salvadora, y, es Él, quien da la iniciativa frente la humanidad pecadora y condenada (Romanos 3:23,24). La gracia va más allá de un concepto, pues es una experiencia que viven los creyentes perdonados y salvados en Cristo Jesús. El Creador dispone Su gracia para todos aquellos que han transgredido Su legislación y pecado contra Él (Romanos 6:23). Además, es una realidad que capacita al cristiano genuino para vencer el pecado y la injusticia, así como, para descubrir la voluntad de Dios en cada situación concreta (2. Timoteo 1:19). La gracia siempre opera desde dentro, transformando al creyente para que sus obras de hombre regenerado sean originadas en el interior, desde la mente renovada por el favor del Creador (Efesios 2:10). Así también, el ir creciendo en la gracia implica madurez en la fe, santidad progresiva evidente, y, adultez en la manera de pensar y actuar frente a las vicisitudes de la vida diaria. De igual manera, tolerancia y mansedumbre en la continua interacción con el prójimo interno (creyente) y el externo (inconverso).

X. CONOCER: Averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas (RAE). Tener en la mente información sobre algo. Tener información o conocimiento profundos y con experiencia directa sobre algo (Oxford Languages). El conocimiento se suele entender como: Hechos o información adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un asunto referente a la realidad (Conocimiento – Wikipedia, la enciclopedia libre).  Facultad intencional y voluntaria del ser humano para comprender por medio de la investigación, experimentación, razonamiento y conclusión lo relacionado a un asunto.

XI. El apóstol Pedro pone en alerta a los creyentes de todos los tiempos acerca de aquellos que distorsionan la SANA DOCTRINA con el fin de satisfacer algún interés personal. No obstante, pone bajo responsabilidad a cada cristiano respecto de mantenerse alerta y no dejarse engañar en este asunto. Ahora bien, la mejor manera de permanecer firmes para detectar alguna distorsión, desviación o inconsistencia de alguno que proclama la escritura es crecer en el conocimiento preciso, sistemático y deliberado de la misma, no hay otra manera. Se nos exhorta a crecer en la gracia y el conocimiento del señor y salvador Jesucristo. El optar por no hacerlo rigurosamente conlleva el riesgo de acoger falsas enseñanzas como si fueran verdad.

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