P2. Entiendan I que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía II fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo III- V. (2 PED 1:20,21).
I. ENTENDER: Tener idea clara de las cosas. Saber con perfección algo (RAE). Percibir y tener una idea clara de lo que se dice, se hace o sucede o descubrir el sentido profundo de algo (Oxford Languages). El entender algo cabalmente conllevará intencionalidad y ajuste a la realidad según sea el caso.
II. PROFECÍA: Don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras. Don sobrenatural para pronunciar oráculos en nombre y por inspiración de Dios. Predicción hecha en virtud de don sobrenatural (RAE). Recepción y declaración de una palabra de parte del Señor mediante una instancia directa del Santo Espíritu y el instrumento humano correspondiente (Diccionario bíblico ilustrado Holman, 2017). La profecía es una palabra procedente de Dios que puede incluir acontecimientos pasados inmediatos o futuros (Diccionario enciclopédico bíblico ilustrado, Clie, 2016). Mensaje que Dios confía a un individuo para que lo transmita a una persona específica o a una nación determinada (Diccionario Baker, 2019). Capacidad para declarar la voluntad divina (Diccionario teológico del NT: Kittel, Gerhard/ Friedrich, Gerhard/ Bromiley, Geoffrey W. 1973). Mensajes dados por Dios a través de un individuo elegido por Él.
♦ Don de Profecía (Romanos 12:6 – 1. Corintios 12:10 – 1. Corintios 12:28 – Efesios 4:11): Los profetas en la iglesia primitiva fueron aquellos que anunciaron el evangelio y la gracia de Dios directamente. En el primer siglo las escrituras relacionadas al nuevo testamento estaban construyéndose, en ausencia de estas y con la necesidad de proclamar las buenas nuevas, los profetas fueron levantados. Estos recibían mensajes directos del Creador que transmitían oralmente al pueblo de Dios y para fines determinados (Hechos 21:10-11). Los profetas fueron responsables junto con los apóstoles de sentar los fundamentos doctrinales en la Iglesia naciente. Una vez constituido y cerrado el canon bíblico, los profetas terminaron su cometido (1. Corintios 13:8-10).
III. Puntualiza un énfasis categórico respecto de la autoridad y autoría divina de las escrituras, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2. Timoteo 3:16). Asimismo, hace referencia a quienes escribieron la biblia, esto es, a quienes tuvieron el privilegio de ser instrumentos de Dios para ponerla por escrito con la finalidad de darla a conocer y beneficiar a todos, sin acepción de personas. En otro orden de ideas, no quiere decir que no la podamos leer en privado, sino que, la Biblia se entiende por sí misma, no hay necesidad de agregarle ni forzar nada. A saber, de las escrituras debiera extraerse continuamente, no obstante, hemos de hacer un estudio responsable, sistemático, concienzudo, reflexivo, respetando las reglas de interpretación, una buena hermenéutica, revisando materiales auxiliares de calidad que nos ayuden a su correcto entendimiento (textos históricos, geográficos, antropológicos, culturales, filosóficos, sociológicos, etimológicos, etcétera). Es clave mencionar que la oración y dirección de Dios es de suma necesidad en este cometido. “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1. Corintios 1:18 / RVR 1960). “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1. Corintios 2:14 / RVR 1960).
IV. “En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción. Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad. Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha” (2. Pedro 2:1- 3 / NVI 1999).
V. No olvidemos que cuando Pedro escribió la epístola, el canon bíblico se mantenía abierto. Sin embargo, a finales del primer siglo el último libro, el apocalipsis de juan, fue escrito y con eso se dio fin al nuevo testamento. El canon se cerró, esto es, que no hay nueva revelación profética que pueda ser agregada a las escrituras, lo que el Creador quería comunicar por revelación escrita, ya se hizo. Ahora, lo que tenemos es iluminación por parte del Santo Espíritu para una mejor comprensión de los textos bíblicos.