P9. Pero persiste I tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús II. Toda la Escritura es inspirada por Dios III, y útil para enseñar IV, para redargüir V, para corregir VI, para instruir VII en justicia VIII, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra IX- XI. (2. TIM 3:14-17).
I. PERSEVERAR: Mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión (RAE). Mantenerse firme y constante en una manera de ser o de obrar (Oxford Languages). En el cristiano, es una prueba de realidad respecto de su condición regenerada (CB. W. MacDonald, 2004). La perseverancia señala y dirige la voluntad y actuación de quien persigue un objetivo determinado con diligencia y valentía. Esto, a pesar de las dificultades, los obstáculos, la frustración, el fracaso, el desánimo, el aburrimiento, los deseos de retroceder, doblegarse o desistir del propósito. Asimismo, es sinónimo de firmeza, persistencia, dedicación, tesón o constancia en una acción, proyecto o postura. Para ejercitar esta virtud es importante tener un objetivo claro o una meta que justifique el esfuerzo en un período de tiempo determinado. Es por ello que se dice que la perseverancia es la clave del éxito en muchos emprendimientos. Ahora bien, en todo ámbito de interacción humana se presentan conflictos y desacuerdos. En ese sentido, perseverar en la paciencia y buena actitud serán esenciales para afrontarlos sin temor, y, resolverlos con eficiencia y empatía. Por otro lado, la perseverancia por ser condición necesaria para lograr algo puede desvirtuarse y encausar su fuerza en cosas poco saludables o negativas para la persona, en ese caso se transforma en necedad o insensatez. (“Perseverancia». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/perseverancia/ Consultado: 12 de julio de 2020, 11:35 am.). (https://deconceptos.com/general/perseverancia).
II. SALVACIÓN: Consecución de la gloria y bienaventuranza eternas (RAE). Toda persona es culpable de pecado y lo único que puede recibir en retribución justa a su extravío es la separación eterna de Dios en el infierno. La salvación implica excepción condenatoria para el pecador, perdón de sus transgresiones, regeneración espiritual, declaración de justicia, santificación definitiva y glorificación o vida eterna. Todo esto por medio de la fe en Jesucristo como única base virtuosa y legal de salvación, aceptando su muerte expiatoria en favor nuestro. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Así de simple y complejo, no hay más, o estamos dentro o estamos fuera, o somos salvos o no lo somos, no hay términos medios ni terceras opciones con Dios, o somos por Él o en contra de Él, “El que no es conmigo, contra mí es” (Lucas 11: 23ª). Es necesario nunca olvidar que, aunque la salvación es por gracia, es decir gratuita para el ser humano, alguien tuvo que pagar (expiación sustitutoria, 1. Pedro 3:18). En este caso fue Jesucristo (Dios Hijo) recibiendo la ira de Dios Padre por el pecado del hombre.
• “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas” (Juan 3:18 – 20).
• “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:10-18).
• “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3: 23 – 26).
• “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando 9 ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:6-10).
• “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
• “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:30,31).
• “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20: 15).
• “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21: 8).
III. INSPIRADA POR DIOS: Dios es la fuente, el autor y garante de toda Su palabra escrita. La inspiración solo se aplica a los escritos del canon bíblico no a los escritores bíblicos. Es decir, no hay escritores bíblicos inspirados, solo escrituras inspiradas, las cuales tienen todo el peso autoritativo de Dios en ellas. El Creador actuó de forma sobrenatural en relación a los escritores, haciendo converger sus voluntades, experiencias, habilidades, conocimientos, capacidades, contextos de vida y procesos de pensamiento para escribir solo y exactamente lo que Dios determinó que fuera redactado. Aun así, Dios permitió que cada uno permeara las escrituras con su propio estilo y riqueza individual. A continuación, presentamos algunas maneras en que Dios reveló su voluntad y dirección
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- Voz audible de Dios: (Éxodo 19:19; Deuteronomio 5; Mateo 3:16,17; Juan 12:28)
- Por medio de ángeles (Hechos 7:38; hebreos 2:2)
- A través de profetas (Hechos 3:21; hebreos 1:1)
- Por Jesucristo (hebreos 1:1; apocalipsis 1)
- Por apóstoles (Hechos 1:2; Efesios 1:4)
- En visiones (Isaías 6; Daniel 7:8; Ezequiel 1)
- En sueños (Daniel 2; Mateo 1:20; Mateo 2:12)
- En éxtasis (Hechos 22.17, 18)
- Entre otras
(BDE. MacArthur 2015), (BDE. Matthew Henry 2019), (Biblia de la reforma 2020), (Biblia de referencia Dake, 2017).
IV. ENSEÑAR, EDUCAR: Dirigir, encaminar, doctrinar (RAE). Desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece. Proporcionar conocimientos o habilidades a una persona para darle una determinada formación (Oxford Languages).
V. REDARGÜIR: Convertir el argumento contra quien lo hace (RAE). Argüir, argumentar o replicar de forma convincente frente a las ideas, posturas o alegatos de otra persona (Oxford Languages). Persuasión razonable mediante sustentos o contenidos apropiados, oportunos y concluyentes.
VI. CORREGIR, CORRECCIÓN: Advertir, amonestar o reprender a alguien (RAE). Enmendar lo errado. Alteración o cambio que se hace para quitar defectos o errores, o para darles mayor perfección (RAE). Modificación que se hace en una cosa o a una persona para corregir sus faltas, errores, defectos o imperfecciones (Oxford Languages). También se entiende como enderezar o poner derecho algo. La corrección se ejerce sobre lo inexacto, lo distorsionado, lo incorrecto, lo erróneo, lo engañoso, lo falso, lo defectuoso, etcétera. La corrección también procura, si fuera el caso, la restauración a su condición íntegra y correcta, de la cual, pudo haber caído o tropezado una persona. Asimismo, busca limar esas pequeñas imperfecciones para dejar algo en condiciones óptimas, completas, satisfactorias o acabadas. (BDE. MacArthur, 2016).
VII. INSTRUIR: Comunicar sistemáticamente ideas, conocimientos o doctrinas. Dar a conocer a alguien el estado de algo, informarle de ello, o comunicarle avisos o reglas de conducta (RAE). Proporcionar conocimientos, habilidades, ideas o experiencias a una persona para darle una determinada formación. Informar a alguien acerca de algo o comunicarle avisos o reglas de conducta (Oxford Languages). El instruir tiene la finalidad de enseñar, dirigir, educar, corregir y/o disciplinar.
VIII. JUSTICIA OPERATIVA O PRÁCTICA: Principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece (RAE). Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde (Oxford Languages). Todo lo que se conforma, todo lo que se ajusta y todo lo que refleja la naturaleza y legislación del Creador. Denota rectitud, integridad, un estado de conducta irreprensible o excelencia moral. Esto, ya sea que se juzgue en base a normas divinas o humanas. La justicia operativa es fruto del Espíritu (Efesio 5:9). Para esto es importante la oración incesante, el estudio de la palabra, la obediencia y el andar continuo en el Espíritu Santo. No hay otra manera de lograr ejemplaridad moral verdadera.
IX. El énfasis para Timoteo y para todos los cristianos es perseverar en la doctrina de las escrituras, no desviarse, negar o renegar de sus enseñanzas ni de su verdad. El mundo actual impulsa ferozmente la relatividad de valores y principios morales, erosionando los absolutos cristianos que han sostenido y dado forma a nuestra sociedad. Más que nunca para nuestra generación, las escrituras son indispensables para instruir, enseñar, corregir, redargüir, etcétera, primero a uno mismo y luego a los demás creyentes según sea el caso (Mateo 7:1-6). Ahora, para esto es condición necesaria el conocer y escudriñar las mismas, de lo contrario no se desarrollará una base sólida para la perseverancia y el uso adecuado de su dogma. La dejadez, la flojera, la negligencia y la desatención de muchos “creyentes” acerca del estudio prolijo de las escrituras ha generado un desconocimiento peligroso de la misma. Peor aún, hay muchos “cristianos” que siguen convenientemente falsas enseñanzas a su propio riesgo. Por otro lado, solo la palabra de Dios puede capacitar y potenciar al creyente para toda buena obra.
X. BUENA OBRA: Solo y únicamente lo que Dios, dentro de Su soberanía, determine que el hombre lleve a cabo con ese propósito. Nada que venga de la imaginación, deseos, anhelos o buenas intenciones del hombre por sí mismo. Greg Nichols menciona; “las buenas obras son expresiones concretas de compasión, ayuda, misericordia, generosidad y consideración mostradas en forma práctica”. A saber, no es solo abrigar buenos deseos o buenas intenciones, sino materializarlos y volverlos tangibles, funcionales y eficaces en su finalidad. Esto, primeramente, en bienestar de la familia cristiana, y luego, proyectado al prójimo externo. Por otro lado, buenas obras son también guardar los mandamientos de Dios, tanto en la letra como en el espíritu de la letra, es decir, evitando el pecado directo y el pecado indirecto o por pasividad deliberada. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2. Corintio 9:8).
En la primera epístola a Timoteo 5:9,10 encontraremos una definición practica de buenas obras: “Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha practicado la hospitalidad, si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra”. De la misma manera en 1. Timoteo 6:17, 18 encontramos buenas obras para otro segmento económico de la sociedad; “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos”. Usualmente las buenas obras están relacionadas con la situación económica y emocional del prójimo como muestra romanos 12:12 – 15; “Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”.
X. Es importante mencionar que aun la buena obra más excelsa realizada por un creyente es imperfecta y solo puede ser aceptada por Dios en Jesucristo como base virtuosa de excelencia (Lucas 17:10).