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P21. Sed sobrios I, y velad II; porque vuestro adversario III el diablo IV, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar V, VI; al cual resistid VII firmes en la fe VIII, IX, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo X. (1. PED 5:8, 9).

I. SOBRIO, MODERADO, TEMPLADO: Que es moderado y discreto, en especial en el comer, beber, en la forma de hablar o de moverse o en sus costumbres (Oxford Languages). Estable o solido en cuanto a sus emociones. También representa una actitud juiciosa, sensata, equilibrada, prudente, lo cual requiere, sentido común, dominio propio, concentración, alerta moral y vigilancia en todo momento. Esto, acerca de los pensamientos, sentimientos, acciones, intenciones, reacciones, miradas, palabras, actitudes, lenguaje corporal, etcétera. Dice Núñez: “el cristiano sobrio es aquel que ha logrado el dominio de sí mismo, no en la energía de la carne, sino en el poder del Espíritu”. El creyente sobrio mantiene su mente cautiva por la palabra del Creador, ergo, vive en forma equilibrada, obediente y ecuánime. Sus goces no están generalmente asociados a los sentidos, sino principalmente ligados a los del espíritu. Esto no quiere decir que el creyente moderado mantenga una vida ascética, aburrida o monótona, antes bien, conlleva una medida de gozosa anticipación, mira hacia adelante, a la venida del Señor (1. Pedro.1:13). Con todo, no descuida sus deberes, sus responsabilidades y compromisos en los diferentes ámbitos de actuación, además, disfruta de la vida en su libertad cristiana responsable, riqueza individual y singularidad personal. (CB. Matthew Henry, 1999), (CB. W. Hendriksen 2000).

II. VELAR: Hacer centinela o guardia por la noche. Observar atentamente algo. Cuidar solícitamente de algo (RAE). Este término señala la espera de algún acontecimiento futuro, lo cual requiere atención y vigilancia constante. Asimismo, invoca permanente agudeza espiritual, estar alerta y concentrado. Para el cristiano implica mantenerse perseverante, sólido en la doctrina del evangelio, desechar la somnolencia, la dejadez, la flojera o el adormecimiento espiritual. Así también, subordinar las ansiedades, las incertidumbres, los pensamientos fluctuantes, las preocupaciones inútiles, las impaciencias y demás.

III. ADVERSARIO: Contrario o enemigo (RAE). La palabra griega que se traduce “diablo” significa “calumniador”, lo cual significa que es un enemigo malicioso que ultraja y maldice a los creyentes. Busca oportunidades para acosar al creyente con tentación, persecución y desánimo (BDE. MacArthur, 2015).

IV.DIABLO: En la tradición judeocristiana, príncipe de los ángeles rebelados contra Dios, que representa el espíritu del mal (RAE). Nombre que recibe lucifer o satanás, que en la religión cristiana representa al príncipe de todos los demonios. En la tradición judeocristiana, cada uno de los ángeles rebelados contra Dios y arrojados por Él al abismo (Oxford Languages).

V. DEVORAR: El propósito del adversario es socavar, arrasar, desolar, devastar, arruinar, aniquilar, en fin, destruir al cristiano y todo lo que implique guardar obediencia y santidad para con Dios.

VI. Pedro compara a satanás con un león. Entonces, ¿qué podemos aprender de esta analogía? Los expertos en leones dicen que nunca se debe dar la espalda y correr frente a un león. Los leones están acostumbrados a que sus víctimas huyan, lo que detona su instinto cazador. La recomendación es parase firme de pie y enfrentarlos, esto los desconcierta y confunde. En la mayoría de los casos el león se detendrá y se irá. El adversario siempre está asechando como una fiera que busca su próxima presa. Él busca con incansable diligencia al cristiano cómodo, al negligente, al descuidado, al relajado, al imprudente, al que no se mantiene en oración, en santidad, en alerta y en estudio de la palabra de Dios, para poderlo atacar y arruinarlo.

VII. RESISTIR (andsístemi): Dicho de un cuerpo o de una fuerza: Oponerse a la acción o violencia de otra. contrariar, rechazar, contradecir (RAE). Término militar griego que significa pararse firme sin retroceder, incluso bajo el ataque enemigo. Este resistir no es estático, por el contrario, es intencionalmente dinámico en dirección opuesta a la fuerza adversaria.

VIII. FIRMEZA: Entereza, constancia, fuerza moral de quien no se deja dominar ni abatir (RAE). Cualidad de lo que es estable o no se mueve. Voluntad inquebrantable y constancia en la realización de algo (Oxford Languages). Que es estable, que está bien apoyado, cimentado o sujetado, en consecuencia, no se mueve. Es aquello que está establecido en bases sólidas o fijado en fundamentales razones. Actitud de la persona que se mantiene en sus creencias, convicciones y propósitos. Voluntad inquebrantable y perseverancia en la realización de algo. Que no se deja dominar, abatir, o desplazar fácilmente de una posición, lugar o intención.

IX. FE, CONFIANZA EN DIOS: Es la certeza de que la presencia del Creador es efectiva en nuestras vidas ante cualquier circunstancia. Es la convicción de que podemos llevar a nuestro Padre Celestial todas nuestras cargas, descansar en Él y someternos a Su voluntad y determinación, incluso en los momentos más apremiantes y dolorosos de nuestra peregrinación por este mundo. ¡El Creador siempre tiene el control! «Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano» (Salmos 37:23,24). Así también, la confianza en Dios estimula positivamente al creyente para llevar a cabo su ministerio en el propósito único y particular que Dios tiene para él. Por otro lado, la no confianza en el Creador tiene el potencial negativo de llevarnos en aceleración constante al desánimo, sumando aflicción, tristeza e inseguridad respecto de las circunstancias inmediatas o el porvenir. La confianza en Dios también se entiende como la renuncia al control subjetivo que sintamos tener acerca de los asuntos de la vida.

♦ FE, DOGMA: Conjunto de creencias de alguien, de un grupo, de una multitud o colectivo de personas (RAE). En este caso, conjunto de creencias o doctrinas cristianas acerca del Creador, de convicciones de veneración y temor hacia Él, de normas morales para la conducta individual y social, y, de prácticas litúrgicas determinadas (RAE). Verdad absoluta que tiene su fundamento en la palabra de Dios, la biblia, y, que debiera percibirse como realidad en la vida práctica del confesante.

X. Los generales y comandante saben que los soldados completan sus habilidades de combate en el campo de batalla. Es decir, por más preparado teóricamente que este un soldado, no se tendrá un índice medible del rendimiento del mismo si nunca enfrentó combate real. En ese sentido, a las tropas experimentadas o curtidas en batalla se les conoce como soldados profesionales. Con esa idea, todos los hijos de Dios estamos en continua batalla contra las asechanzas del adversario, nos guste o no, en consecuencia, es mejor estar en máxima alerta todo el tiempo. El enemigo (el diablo) es muy diestro en detectar fisuras o debilidades en el carácter, así como, en las virtudes y capacidades del creyente. Por tanto, puede desplegar trampas y emboscadas a las que tendremos que hacer frente, resistiendo activamente en la fe, porque tenemos confianza en que “mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1. Juan 4:4).

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