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P20. Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos I- III; y todos, sumisos unos a otros IV, V, revestíos VI de humildad VII; porque: Dios resiste VIII a los soberbios IX, Y da gracia a los humildes X. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios XI, para que él os exalte XII cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad XIII sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. (1. PED 5:5- 7).

I. SUJETAR: Someter a la posición o disposición de alguien (RAE). El contexto hace referencia a una sujeción voluntariosa, equilibrada, sensata, consensuada, prudente, sobria y disciplinada en Jesucristo. Sin olvidar que la misma está condicionada a la obediencia primera de las leyes divinas.

♦ SOMETERSE: Proponer a la consideración de algunas razones, reflexiones u otras ideas (RAE). Aceptar la autoridad o la voluntad de otra persona, generalmente sin oponer resistencia (Oxford Languages). Obedecer voluntariamente y de buena gana a un superior o autoridad sin exceder el perímetro de lo lícito y razonable.

II. ANCIANOS: Eran creyentes reputados que ejercían los dones de administración, pastor – maestro o dirección en la comunidad cristiana. Es decir, tenían puestos de gran responsabilidad y notoriedad en la iglesia. En equivalencia actual tenemos a los pastores, maestros, diáconos y demás servidores llamados a gestionar y comandar una congregación. Es importante mencionar que los dirigentes son llamados a una autoridad de servicio, es decir, a un liderazgo que busque servir a los demás y no a los egos, ansias de poder, afectos materiales o necesidad de reconocimiento de ellos mismos (Marcos 10:44).

♦ OBISPOS: Responsables de una hermandad o colectivo cristiano. Este término alcanza a los pastores, maestros, evangelista, diáconos, o cualquier persona con autoridad y responsabilidad de velar por una congregación.

III. El apóstol Pedro aborda la estructura de autoridad respecto de los cristianos. Hace énfasis en la sujeción que debieran los jóvenes de la iglesia local a los ancianos responsables de la misma. Esta sujeción deberá ser en el temor de Dios, el cual involucra respeto y observancia de la legislación divina por ambas partes. Es decir, nadie debe someterse a nadie si de por medio está la infracción a la ley del Creador. Es triste ver muchos casos en algunas congregaciones actuales donde se impone la autoridad para abusar, atropellar, violentar, humillar, coaccionar o maltratar en diferentes formas a los creyentes que voluntariamente se subordinan a los oficiales responsables. Con todo, la especial exhortación va para los más jóvenes y tiene la finalidad de que guarden el debido respeto a la autoridad eclesiástica, cosa siempre necesaria, ya que la gente joven siente afanes de independencia. (CB. Matthew Henry, 1999).

IV. SUMISO: Obediente, subordinado (RAE). No implica una sumisión negligente, ingenua o crédula.

V. El someterse unos a otros, también invoca modestia, humildad, bondad, gentileza, sana corrección y buena disposición entre los hijos de Dios. “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). “Al levantarnos cada mañana, estemos resueltos a responder con amor y bondad a cualquier cosa que nos pueda salir al paso” (Thomas S. Monson).

VI. REVESTIR: Presentar determinado aspecto, cualidad o carácter (RAE).

VII. HUMILDAD: Virtud que reconoce las propias limitaciones y debilidades, así como, el actuar en consonancia a este conocimiento (RAE). Que no hace ostentación de sus virtudes (Oxford Languages). La humildad reconoce la igual valía y dignidad de todas las personas. Así también, busca enfocarse generosamente en los demás y desprenderse con equilibrio de uno mismo. No se trata de pensar menos de nosotros, sino de pensar menos en nosotros. La humildad es independiente de la posición económica, social, académica y demás, por ejemplo; una persona económicamente sólida, socialmente bien posicionada o con amplios conocimientos no siente estar por encima ni por debajo de nadie, sino que identifica el mismo grado de honor y estimación para su prójimo. Es importante mencionar que ser humilde no implica necesariamente dejarse humillar, pues este valor no supone una renuncia a la dignidad propia como persona. Finalmente, la humildad tiene una particularidad; se pierde cuando se asume que se tiene. Es decir, una persona humilde deja de serlo cuando proclama serlo. («Humildad». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/humildad/Consultado: 20 de septiembre de 2020, 11:15 am).

A continuación, presentamos algunas características:

    • Percibe la igualdad y dignidad de todos
    • Valora el trabajo y el esfuerzo de los demás
    • Reconoce, pero no se ufana de las virtudes propias
    • Identifica sus limitaciones y no tiene inconvenientes en pedir ayuda
    • Se expresa con gentileza y cortesía
    • Procede con modestia, sencillez, mesura y decoro
    • Advierte las relaciones sociales desde la horizontalidad
    • Presta atención a los demás y toma en cuenta sus opiniones
    • Respeta genuinamente a sus semejantes
    • Entre otros

El cristianismo expresa la humildad como la actitud virtuosa observada ante la perfección, absolutez y superioridad de Dios. En plena conciencia de que Él es quien concede la gracia de la existencia (Hechos 17:25) y quien sustenta todo lo creado (hebreos 1:3). Así, la humildad involucra reconocer la propia pequeñez ante el misterio de la vida y, en consecuencia, someterse a la voluntad de Dios, apreciada como buena, agradable y perfecta.

VIII. RESISTIR (antitássomai): Dicho de un cuerpo o de una fuerza: Oponerse a la acción o violencia de otra. contrariar, rechazar, contradecir (RAE). Involucra una oposición de fuerzas que se dirigen en dirección contraria la una de la otra.

IX. ALTIVO: Soberbio (RAE). Persona que se cree superior a los que le rodean por su posición social o económica o por alguna cualidad especial y que lo demuestra con un trato distante o despreciativo hacia los demás (Oxford Languages). Persona que se percibe superior a los demás o tiene una opinión desmesurada de sí mismo. Esto, por su posición social, económica, grado de instrucción, cargo de responsabilidad, puesto de autoridad, posición de dominio, abolengo o por algún “atributo particular”. Es importante no confundir la altivez con la timidez, puesto que algunas personas podrían ser algo distantes por su timidez natural.

♦ AUTOSUFICIENCIA: Estado o condición de quien se basta a sí mismo (RAE). Sentimiento que tiene la persona de que es capaz de satisfacer sus necesidades por sí misma y sin ayuda de los demás. Estado anímico y emocional que insufla de seguridad a la persona convenciéndola de que posee los medios y recursos suficientes como para sobrevivir por su cuenta sin necesitar de nadie. Carácter y fortaleza que posee la persona y que le permite afrontar los diferentes retos y dificultades de manera independiente.

En contexto bíblico, Implica una postura de soberbia, jactancia o altivez respecto del sometimiento natural que todo converso debe al Creador. Esto, se traduce de manera implícita o abierta en no querer depender de Dios, lo cual, resulta en autoengaño o falsa percepción acerca de la condición espiritual personal. Ahora bien, el pretender ser autosuficiente es una ficción mental, debido a que, es imposible vivir la vida cristiana con independencia del favor de Dios, es decir, recorrer exitosamente el camino angosto es inviable por cuenta propia (Juan 15:4,5). La dependencia de Dios que un creyente logre será inversamente proporcional a la autosuficiencia y directamente proporcional a la humildad.

X. GRACIA: Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita. Perdón o indulto (RAE). Influencia divina sobre el corazón de una persona y su reflejo positivo en la vida practica y el carácter de la misma (BDE Palabra Clave 2016). Concesión gratuita que se recibe sin ser digno de la misma. Beneficio que se acepta sin ningún tipo de mérito o derecho. En ese sentido, la gracia salvadora implica “doblarse o inclinarse” en favor benevolente hacia alguien que inspira compasión (Gran diccionario enciclopédico de la biblia, Clie, 2013).

XI. HUMILLARSE: Abatir el orgullo y altivez propio. Arrodillarse o hacer adoración. (RAE). Gozosa obediencia a Dios. Someterse a las diversas acciones de la providencia divina (CENT. Ernesto Trenchard, 2013). El humillarse bajo la mano del Creador es permitir que sus propósitos sean nuestros propósitos, que Su voluntad sea nuestra voluntad, que sus anhelos sean nuestros anhelos, y, que reflejar Su intolerancia y rechazo absoluto por el pecado sea nuestro norte. También se entiende como el negarse a uno mismo y morir cada día a deseos particulares. Esto, con la finalidad de que Cristo crezca y se proyecte cada vez más en nuestras vidas. El aceptar la voluntad de Dios confiadamente no siempre será fácil o placentero, pero, siempre será el mejor lugar para estar.

XII. EXALTAR: Elevar a alguien o algo a gran auge o dignidad. Realzar el mérito o circunstancias de alguien (RAE). Conceder grandeza, honor o gran valor a una persona o cosa (Oxford Languages).

XIII. AFÁN, ANSIEDAD: Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo (RAE). Estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad (Oxford Languages). El afán o la ansiedad es un aspecto del estado emocional que se traduce en una fuerte actividad del sistema nervioso periférico. Esta condición está ampliamente relacionada con el sentido de supervivencia, tal como lo están el miedo, la ira, la preocupación, la tristeza o la felicidad. Por lo cual, sentir ansiedad de modo ocasional podría considerarse como una inevitabilidad. Sin embargo, se torna en disfuncional cuando a menudo se sufren fuertes episodios de ansiedad, experimentando miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias de la vida. Esta situación de estrés puede conllevar desequilibrios emocionales y la percepción de no poder enfrentar los problemas cotidianos. De igual manera, la ansiedad se da por la incertidumbre del ser humano respecto al futuro y lo que este le pueda deparar. Así como, el miedo y rechazo a los cambios que el venidero pueda exigir. El vivir enfocado solo en el futuro puede propiciar el terreno para esta patología. 

En relación a esto se recomienda al creyente un reordenamiento de los pensamientos para mantenerse viviendo en el presente, en el día a día y no tanto en el futuro (Mateo 6:31-34), (Lucas 12:22), (Filipenses 4:6). Asimismo, la confianza en Dios es fundamental para neutralizar la ansiedad, ya que de alguna manera el afán desordenado puede representar desconfianza, duda o incredulidad para con el Creador.

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