P19. Ruego a los ancianos I que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros II, cuidando de ella, no por fuerza III, sino voluntariamente IV, V; no por ganancia deshonesta VI, sino con ánimo pronto VII; no como teniendo señorío VIII sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey IX- XI. (1. PED 5:1-3).
I. ANCIANOS: Eran creyentes reputados que ejercían los dones de administración, pastor – maestro o dirección en la comunidad cristiana. Es decir, tenían puestos de gran responsabilidad y notoriedad en la iglesia. En equivalencia actual tenemos a los pastores, maestros, diáconos y demás servidores llamados a gestionar y comandar una congregación. Es importante mencionar que los dirigentes son llamados a una autoridad de servicio, es decir, a un liderazgo que busque servir a los demás y no a los egos, ansias de poder, afectos materiales o necesidad de reconocimiento de ellos mismos (Marcos 10:44).
♦ OBISPOS: Responsables de una hermandad o colectivo cristiano. Este término alcanza a los pastores, maestros, evangelista, diáconos, o cualquier persona con autoridad y responsabilidad de velar por una congregación.
II. APACENTAR LA IGLESIA DEL SEÑOR: Implica como buenos siervos, suministrar el alimento espiritual adecuado a los creyentes de un colectivo cristiano. Es decir, proveer el soporte académico, teológico y bíblico respecto de las escrituras. Así también, preocuparse por ellos, amarlos, edificarlos y cuidar que no sean seducidos o engañados por enseñanzas falaces, ya sea que estas provengan desde fuera o desde dentro de la familia cristiana. Cabe mencionar que, las “ovejas” necesitaban de constante cuidado, protección y atención.
III. COERCIÓN: Presión ejercida sobre alguien para forzar su voluntad o su conducta (RAE). La coerción, es una acción mediante la cual se ejerce presión a un individuo o grupo de personas con el objetivo de condicionar su comportamiento (Coerción – Wikipedia, la enciclopedia libre).
IV. VOLUNTARIO: Dicho de un acto: Que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidad extrañas a aquella. Que se hace por espontánea voluntad y no por obligación o deber (RAE). Que se hace con la voluntad. Que no obliga a su cumplimiento o ejecución (Oxford Languages).
V. Nadie debiera servir en el ministerio o asumir un cargo de responsabilidad por exigencia, por afán de notoriedad, por apetencia de privilegios o por beneficio financiero. Es triste saber de ministros designados que “sirven” en la iglesia no por vocación, sino porque se sienten obligados por las circunstancias o porque no tienen otra fuente de sustento económico.
VI. GANANCIA DESHONESTA (ambición de dinero): Hoy podemos observar en muchas congregaciones “cristianas” que el dinero forma parte integral de las enseñanzas que se imparten. En otras palabras, obreros corrompidos, llámense pastores, evangelistas, maestros, profetas, apóstoles, etcétera, han convertido el dinero en materia ineludible, inseparable e inherente a toda prédica o servicio ofrecido. Por supuesto, para beneficio propio y en complicidad de su círculo más cercano.
Esta actitud es cuestionada seriamente y rechazada por el apóstol Pedro, quien, los exhorta a desistir de motivaciones egoístas y conveniencias personales para servir sin más interés que el bienestar del “rebaño” y la gloria de Dios. “Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas” (Juan 10:12,13).
VII. PRONTO: Veloz, acelerado, ligero. Dispuesto, aparejado para la ejecución de algo. Primer arranque o movimiento del ánimo (RAE). Persona que actúa o reacciona con rapidez. Persona preparada y dispuesta para realizar una acción con rapidez y diligencia (Oxford Languages). Intencionalmente dispuesto para algo.
VIII. SEÑORÍO: Dominio o mando sobre algo. Dignidad de señor (RAE). Autoridad o mando que se tiene sobre una cosa (Oxford Languages). Posición de influencia legal.
IX. La iglesia local no es una dictadura, un feudo, un régimen absolutista, mucho menos una monarquía donde existe una familia real, una clase noble y finalmente el pueblo. Es una relación de sujeción espiritual en el nombre y el amor de Cristo. Por otra parte, en las congregaciones de hoy suelen presentarse dos escenarios extremos:
1. Cristianos que no guardan el respeto debido a los servidores líderes «designados por Dios». Estos, no se someten en amor a su dirección y tienen en menos su autoridad.
2. Cristianos que sobre los escombros de sus dignidades y escasos conocimientos bíblicos construyen un altar para idolatrar, adorar, glorificar y seguir fielmente a los dirigentes.
Ambos extremos son fatales para una sana congregación. El primero es un campo fértil para la anarquía, infiltración de falsas doctrinas, constantes desacuerdos, envidias galopantes, segmentación y finalmente dispersión del “rebaño”. El segundo escenario conlleva a la idolatría fáctica hacia los oficiales de la iglesia local, es decir, los congregantes preparan el altar para el cuerpo dirigencial, y asumen sus enseñanzas y directrices como revelación divina que no admite cuestionamiento alguno, aunque, las mismas vayan en contra de la palabra escrita de Dios. Al mismo tiempo, los oficiales (pastores, evangelistas, maestros, etcétera) se convencen para su mal, que “el rebaño” les pertenece, y que son merecedores de las atenciones, veneración, sustento económico, alabanzas y fidelidad ciega de los “súbditos”. Es importante mencionar que únicamente las escrituras tienen el rango de inspiradas por el Creador y por tanto autoritativas, no así, las enseñanzas, ponencias, prédicas, material escrito o audiovisual de nadie.
X. EJEMPLO: Acción o conducta que puede inclinar a otros a que la imiten. Incitar con las propias obras la imitación de los demás. (RAE). Persona que es digna de ser imitada por sus buenas cualidades (Oxford Languages). Digno de ser copiado por imitación.
XI. La verdadera autoridad de los dirigentes está en la potencia, perseverancia y eficacia de su buen ejemplo para con los demás. Esto no quiere decir en ninguna manera que los servidores líderes desplieguen perfección o satisfagan los mínimos requerimientos quisquillosos de cada quien. Sin embargo, su conducta debiera ser en general y dentro de lo razonable un ejemplo a seguir. (CENT. Ernesto Trenchard, 2013). “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1. Timoteo 4:12).