P1. Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento I, II, sed sobrios III, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado IV, V; como hijos obedientes VI, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia VII- IX; sino, como aquel que os llamó es santo X, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir XI ; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. (1. PED 1:13-16).
I. Antiguamente las personas para hacer algún trabajo o quizás para correr o luchar debían recoger la falda de sus túnicas y ajustarlas o ceñirlas con un cinturón en sus lomos o cintura, de lo contrario, no podrían realizar sus actividades con prestancia y habilidad. Por ejemplo, cuando los hebreos tuvieron que salir de Egipto, ciñeron sus lomos para estar prestos a la orden de marchar, y, así fue, salieron de Egipto rápidamente. Ahora Pedro, exhorta a lograr y mantener una mente preparada, alerta, dispuesta y diligente para la acción, pero, ¿Cómo se logra esto?; ajustando los procesos mentales a la autoritativa palabra de Dios y llevando todo pensamiento cautivo en obediencia a Su legislación (2. Corintios 10:5). Un entendimiento correctamente fortalecido y capacitado, responderá adecuadamente a las demandas que las circunstancias exijan, es decir, con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad. De la misma manera, se estará habilitado para los propósitos que Dios tenga determinados.
II. ENTENDIMIENTO: Potencia del alma, en virtud de la cual concibe las cosas, las compara, las juzga, e induce y deduce otras de las que ya conoce (RAE). Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad (Oxford Languages). Como asiento de las emociones y sentimientos del modo de pensar y de sentir (BDE Palabra Clave 2016). Intelecto, razonamiento, percepción.
III. SOBRIO, MODERADO, TEMPLADO: Que es moderado y discreto, en especial en el comer, beber, en la forma de hablar o de moverse o en sus costumbres (Oxford Languages). Estable o solido en cuanto a sus emociones. También representa una actitud juiciosa, sensata, equilibrada, prudente, lo cual requiere, sentido común, dominio propio, concentración, alerta moral y vigilancia en todo momento. Esto, acerca de los pensamientos, sentimientos, acciones, intenciones, reacciones, miradas, palabras, actitudes, lenguaje corporal, etcétera. Dice Núñez: “el cristiano sobrio es aquel que ha logrado el dominio de sí mismo, no en la energía de la carne, sino en el poder del Espíritu”. El creyente sobrio mantiene su mente cautiva por la palabra del Creador, ergo, vive en forma equilibrada, obediente y ecuánime. Sus goces no están generalmente asociados a los sentidos, sino principalmente ligados a los del espíritu. Esto no quiere decir que el creyente moderado mantenga una vida ascética, aburrida o monótona, antes bien, conlleva una medida de gozosa anticipación, mira hacia adelante, a la venida del Señor (1. Pedro.1:13). Con todo, no descuida sus deberes, sus responsabilidades y compromisos en los diferentes ámbitos de actuación, además, disfruta de la vida en su libertad cristiana responsable, riqueza individual y singularidad personal. (CB. Matthew Henry, 1999), (CB. W. Hendriksen 2000).
IV. ESPERANZA: Estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea. En el cristianismo, virtud teologal por la que se espera que Dios otorgue los bienes que ha prometido (RAE). Confianza de lograr una cosa o de que se realice algo que se desea (Oxford Languages). Confianza firme que se tiene en alguien o en algo. Algo que se espera que suceda. Anhelo de que las circunstancias, situaciones o eventos reflejen los deseos. También se puede entender como el grado de sintonía entre el flujo los acontecimientos versus lo esperado o planificado. La esperanza es un estado de ánimo auspicioso en el cual aquello que deseamos o aspiramos parece posible. En este sentido, la esperanza supone tener expectativas verosímiles relacionadas con aquello que es favorable y encaja con los deseos. La esperanza sirve muchas veces como asidero moral para no caer en el desaliento, abandonar la serenidad o perder de vista aquello que se anhela alcanzar, de ahí que la misma alimente positivamente las aspiraciones. Según Santo Tomás de Aquino, la esperanza es la virtud que otorga al hombre la confianza absoluta de que conseguirá la vida eterna y los medios para llegar a ella con la ayuda de Dios. («Esperanza». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/esperanza/ Consultado: 02 de agosto de 2021, 11:55 am).
♦ FE, CERTIDUMBRE: Actitud o disposición fundamental en la relación del hombre para con Dios. La fe en el Creador no es una simple esperanza y confianza basada en ideologías fantasiosas, ficticias o sin sustento. Por el contrario, es una fe razonable, lógica, equilibrada, sostenida por la evidencia tangible de la creación (Romanos 1:19 – 20). Esta nos habla de un Hacedor todopoderoso, ilimitadamente sabio, infinitamente perfecto y eternamente confiable. Un Dios que se revela a todos los hombres por medio de Su creación porque Su magnánimo consejo así lo dispuso. (Biblia de estudio teológica 2019).
V. Cuando Jesús vuelva, traerá el total cumplimiento de la salvación para todos los creyentes, es decir, Su obra redentora se cumplirá en toda su amplitud y alcance prometidos. Jesucristo concede salvación plena del pecado por medio de Su sacrificio, y, en su debido tiempo vendrá lo mejor, seremos glorificados en el cuerpo y el alma. Por esta esperanza, debiéramos soportar las pruebas, luchas y aflicciones con gozo, confianza, expectación bienaventurada y sin temor (CB. Simón J. Kistemaker 2001).
VI. OBEDECER: Cumplir la voluntad de quien manda (RAE). Cumplir la voluntad de quien manda o lo que establece una ley o norma (Oxford Languages). Aceptar y llevar a cabo las disposiciones de quien tiene autoridad para ordenarlas. Así también, sujetarse y acatar las leyes, preceptos, normas, códigos, ordenanzas, estatutos y cualquier política de conducta establecida en algún ámbito de interacción. El obedecer del creyente debiera darse no en las fuerzas de su carne, sino, desde un corazón que es continuamente renovado por Dios. Sin embargo, cuando el deseo de obedecer o sujetarse disminuyan peligrosamente, siempre quedará la fuerza de la convicción para hacer lo correcto.
VII. CONFORMIDAD: Igualdad, correspondencia de una cosa con otra. Unión, concordia y buena correspondencia entre dos o más. Simetría y debida proporción entre las partes que componen un todo. Adhesión íntima y total de una cosa a otra (RAE). Adecuación o correspondencia de unas cosas con otras, respecto a su fin, su forma o su función (Oxford Languages). es el grado hasta el cual los miembros de un grupo social cambian su comportamiento, opiniones y actitudes para encajar con las opiniones del grupo. Conformidad es el acto de adecuar las actitudes, creencias y comportamientos a determinadas normas y/o políticas (https://es.wikipedia.org/wiki/Conformidad).
♦ CONFORMARSE A ESTE MUNDO: Amoldarse, adecuarse, ajustarse, acomodarse, adaptarse de buena gana a los patrones del sistema humanista, tales como; conductas, pensamientos, actitudes, estándares de moral, definiciones de éxito, significados de abundancia, conceptos de felicidad, proyecciones de plenitud o entendimientos de riqueza que este mundo impulsa vigorosamente, y que muchas veces colisionan con la legislación del Creador.
VIII. DESEO: Movimiento afectivo hacia algo que se apetece. Anhelarlo con vehemencia. (RAE). Interés o apetencia que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo (Oxford Languages).
♦ DESEOS MUNDANOS: Anhelo personal de realización plena en y a través de las cosas que este mundo ofrece. Hambre de placeres, codicia por las riquezas, afán de protagonismo, ambición material, anhelo de poder, ansia de reconocimiento, apetencia por la fama o cualquier otra búsqueda desordenada que solo encuentra su satisfacción en la esfera terrenal (Mateo 6:25-34). Los que buscan satisfacer los deseos mundanos usualmente viven desde una perspectiva física, corruptible y finita, sometidos a los sentidos, persiguiendo las comodidades, procurando el lujo, y, siendo esclavos de todo tipo de ilusiones que muchas veces ni siquiera entienden (CB. W. MacDonald, 2004), (CENT. Ernesto Trenchard, 2013). Todas las personas en mayor o menor medida y de alguna manera, expresamos mayor confianza en cierta parte de la creación más que en el Creador. Es decir, en determinado aspecto y circunstancia consideramos esta dimensión material como el objeto de nuestra seguridad y máximo bienestar.
IX. IGNORANCIA: Falta de conocimiento (RAE). Falta general de instrucción o de conocimientos. Hecho de ignorar o desconocer algo (Oxford Languages).
El contexto hace referencia a los creyentes gentiles y sus pasados estilos de vida disolutos, cargados de inmoralidad y toda clase de pecados que los alejaban de Dios. Ignorantes de la salvación en Jesucristo que ahora ya les fue predicado, por lo cual, debían deshacerse de su pasada forma de vivir y guardar la debida santidad.
X. DIOS ES SANTO: Apartado del mal en todas sus definiciones, acepciones y formas posibles. Dios es santo en Su esencia, en Su carácter intrínseco y en Sus manifestaciones (CENT. Ernesto Trenchard, 2013). Dios es sin pecado en la substancia de Su naturaleza, por tanto, no puede ser influenciado o seducido por el mal, es más, Su santidad inherente destruye lo que es contrario a Su carácter santo (CB. Simón J. Kistemaker, 2001). Totalmente ausente del mal, en consecuencia, absoluta excelencia moral (Teología sistemática. Charles Hodge, D.D, 2010).
XI. SANTIDAD: Implica llevar la semejanza moral de Dios en una vida activa de oposición al pecado (CB. Simón J. Kistemaker, 2001). La santidad define la naturaleza y conducta nuevas del creyente engendrado y salvado por Dios (BDE. MacArthur, 2015). Adrede separación de toda impureza y corrupción, así como, una voluntaria renunciación a los pecados generados en los deseos de la carne y de la mente (Teología sistemática. L. Berkhof, 2005). La santidad no se refleja en especulaciones místicas, devociones entusiastas, fervores desbordados, abstinencias penitentes o lenguaje religioso sofocante, sino, en pensar como el Creador lo hace y querer lo que Él quiere. En ese sentido, la mente y la voluntad del Creador deberán saberse, comprenderse y practicarse en función a su palabra escrita (la biblia). Ahora bien, en la medida que entendamos y creamos Su palabra revelada, haremos Su mente nuestra mente y su voluntad la nuestra. (Teología sistemática, Jhon Macarthur – Richard Mayhue, 2018). La santidad cristiana no consiste en una conformidad laboriosa con los preceptos específicos de un código externo, sino que surge de la operación del Santo Espíritu, quien produce su fruto en el creyente genuino, dando a conocer las manifestaciones de la gracia que, se veían a toda perfección, en vida y ministerio de Cristo (CENT. Ernesto Trenchard, 2013). Entendida como apartarse deliberadamente del pecado o cualquier circunstancia que lo promueva, lo propicie o lo estimule. Acerca de la santidad, si bien hay esfuerzo invertido por parte del creyente para ser oportuno respecto de esta virtud, la misma se origina en el interior de la persona. Es decir, desde una mente renovada por la gracia de Dios (Efesios 2:10) que, vincula la recuperación moral práctica del ser humano para los propósitos del Creador. Es importante mencionar que la lectura y el estudio riguroso de las escrituras, así como la oración incesante y la obediencia viva, influirán definitivamente en la santidad. En tal sentido, el cristiano desplegará los esfuerzos pertinentes para el crecimiento continuo y manifiesto en la misma, ya que ahora, el Santo Espíritu de Dios habita en él. (CB. W. MacDonald, 2004).