P5. Asimismo, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa I, II, con pudor III y modestia IV; no con peinado ostentoso V, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad VI, VII. (1. TIM 2:9,10).
I. ATAVIAR: Arreglo personal. Arreglar la propia apariencia acicalándose, vistiéndose, retocándose, etcétera, etcétera.
II. DECORO: Pureza, honestidad, recato. Honra, pundonor, estimación (RAE). Comportamiento adecuado y respetuoso correspondiente a cada categoría y situación. Manera de comportarse con circunspección y gravedad (Oxford Languages). Se entiende como las fronteras delimitadas por la sociedad acerca de lo tenido por correcto, conveniente, proporcionado o adecuado para determinada situación o escenario. El decoro es usualmente asociado con la forma apropiada de vestirse y comportarse en las distintas instancias y categorías. Es importante tener en cuenta el aspecto cultural, social, laboral y situacional, ya que, hay diferencias que considerar en los distintos países y entornos humanos.
El contexto bíblico señala, dentro de lo posible y pertinente, una vestimenta de buena apariencia, decente, limpia y acertada, que transmita buen sentido y reclame el máximo respeto. (W. Hendriksen 2000).
III. PUDOR: Vergüenza de exhibir el propio cuerpo desnudo o de tratar temas relacionados con el sexo. Sentimiento que mueve a ocultar o evitar hablar con otras personas sobre ciertos sentimientos, pensamientos o actos que se consideran íntimos (Oxford Languages). Sensación de timidez y recato acerca de temas íntimos o privados como; la sexualidad, los sentimientos, los deseos, ciertos pensamientos, la exhibición de la figura, la desnudez del cuerpo y demás. El pudor evita poner a la vista o a la exposición pública lo considerado de incumbencia privada. De la misma forma, rehúsa cualquier palabra, actitud, postura o arreglo personal que estimule el interés sensual de su prójimo. El pudor es un principio que pondera la moral, la modestia material y la decencia en la convivencia social. Además, busca proteger la intimidad y reserva personal.
IV. MODESTIA: Esta palabra en el contexto bíblico tiene diferentes alcances como: Dominio propio, prudencia, humildad, decencia. Sin embargo, se inclina un poco más al tema de la interacción con el sexo opuesto. Es decir, una mujer ejercitada en la modestia tiene muy en cuenta su lenguaje corporal. Evita presentar actitudes, ademanes, movimientos, gestos o aspecto personal que provoque pasión, erotismo, atracción o propensión sexual en su prójimo. (BDE. MacArthur 2015), (CB. W. MacDonald 2004).
V. OSTENTAR: Mostrar o hacer patente algo. Hacer gala de grandeza (RAE). Exhibir con vanidad y presunción una cosa. Mostrar o llevar a la vista cierta cosa (Oxford Languages). Conducta extravagante que exhibe, muestra o hace manifiesto alguna cosa. También se entiende como el hecho de presumir, fanfarronear o ufanarse de un cargo, un título o un privilegio en particular. Alardear, lucirse, pavonearse de las riquezas o posesiones materiales que se tiene. Todo, con la finalidad de llamar la atención de los demás. Así también, el ostentar tiene como esencia la obsesión, necesidad o urgencia de echar en cara al prójimo lo que él no tiene. Esto evidencia incapacidad para disfrutar de lo propio sin las miradas de los demás. Asimismo, puede revelar escasez de sana estima personal, y, en consecuencia, la necesidad imperativa de reconocimiento o valoración por medio de la ostentación. («Ostentar». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ostentar/ Consultado: 11 de noviembre de 2020, 12:16m).
VI. PIEDAD: Virtud que inspira, por el amor a Dios, tierna devoción a las cosas santas, y, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión (RAE). Devoción religiosa (Oxford Languages). Implica amor, devoción, reverencia y sujeción al Creador, además, un esfuerzo constante por conocerlo y asemejarse más a Él. También involucra el temor positivo al Creador, lo cual nos motiva poderosamente a separarnos deliberadamente del pecado o cualquier circunstancia que lo promueva, propicie o estimule. Tengamos en cuenta que, si bien hay esfuerzo invertido por parte del creyente para ser competente respecto de esta virtud, la misma se origina en el interior de la persona. Es decir, desde una mente renovada por la gracia de Dios, y, que ansía saber más del Creador y Su palabra. (Efesios 2:10). Es importante mencionar que la lectura y el estudio riguroso de las escrituras, así como, la oración y obediencia, cooperan positivamente en el avanzar piadoso. (CB. W. MacDonald 2004).
VII. El deseo de arreglarse y verse bien es particularmente acentuado en las mujeres, y, el apóstol Pablo no va en contra de esto. Sin embargo, algunas mujeres pudientes de la iglesia en Éfeso, iban más allá de lo prudente y llamaban la atención sobre sí mismas por su forma lujosa de vestir o retocarse. Esta opulencia ocasionaba distracción o desorden en los caballeros, y, en las damas con menos recursos, resentimientos, rivalidades o envidias. Pablo incide en que la belleza aflora desde el interior de la persona. Una disposición gentil, amable, cordial, otorga una belleza que no podrá ser conseguida ni con el vestido más caro, ni en el mejor salón de belleza, ni con la joya más suntuosa. El atractivo mayor de una dama no se encuentra en el exterior, sino demarcada por una vida en santidad y buenas obras. Por otro lado, si bien el apóstol Pablo dirige las recomendaciones a las féminas, esto también alcanzan a los varones. (CB. W. Hendriksen 2000), (CB. Matthew Henry 1999), (CB. Mundo hispano 2003).