P3. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete I a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos II, de fornicación III, de ahogado y de sangre IV, V. (HCH 15:20; 15:29).
I. INQUIETAR: Quitar el sosiego, turbar la quietud (RAE). Causar inquietud (Oxford Languages). Colocar impedimento, traba o estorbo en el camino a fin de afectar el libre tránsito (BDE. MacArthur 2015). Los judaizantes agobiaban a los creyentes gentiles (no judíos) exigiéndoles el cumplimiento de ciertas porciones de la ley de Moisés en el mejor de los casos. Leyes sacrificiales, ceremoniales, festividades, circuncisión, alimentación, etcétera (CB. Simón J. Kistemaker 2001).
II. CONTAMINACIONES DE LOS ÍDOLOS: Alimentos ofrecidos a los ídolos. El naciente cristianismo y el fuerte entorno judío abonaban el terreno para una colisión cultural que podría constituir una piedra de tropiezo para los “débiles” hermanos judíos. Recordemos que éxodo 20 prohíbe la idolatría, en consecuencia, el judío evitaba intensamente cualquier cosa que tenga relación con los ídolos. Esta repulsa incluía la carne de animales sacrificados por los paganos a sus “deidades” para ser favorecidos, y, que luego era vendida en ciertas carnicerías a menor precio, así también el vino. Los cristianos gentiles (no judíos) tenían libertad cultural de adquirir y consumir este tipo de productos, siempre y cuando sus conciencias no fueran perturbadas “Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23 / RVR 1960). Con todo, se les recomendó que se abstengan con equilibrio y sobriedad de estos comestibles por amor a los creyentes de trasfondo judío, ya que las conciencias de estos podían ser ofendidas, entristecidas o contrariadas por este tipo de prácticas.
III. FORNICAR: Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio (RAE). Relación sexual, coito o acceso carnal entre un hombre y una mujer que no están unidos en matrimonio. En ese sentido, la única razón de la fornicación es satisfacer los deseos físicos de los involucrados, pero, sin ningún tipo de compromiso legítimo entre las partes. El término fornicar también alcanza cualquier tipo de inmoralidad o disidencia sexual como: adulterio, pornografía, masturbación, promiscuidad, incesto, homosexualismo masculino y femenino, bestialidad, fantasías sexuales ilicitas, pedofilia, prostitución, practica contranatural, entre otros. (CB. Matthew Henry 1999).
IV. DE AHOGADO Y DE SANGRE: Esta prohibición se remonta al pacto con Dios hecho con Noé después del diluvio. “Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis” (Genesis 9:4 / RVR 1960). Aunque parezcan dos prohibiciones diferentes, lo puntual del asunto es no comer sangre. Esto podía darse de las siguientes maneras:
• Comer la carne de los animales con su sangre; sucedía con los animales estrangulados o ahogados. De estos, su sangre no había sido derramada y todavía se mantenía en sus cuerpos inertes. “Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la de gacela o de ciervo. Solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua” (Deuteronomio 12:15,16).
• Comer la sangre de los animales separada de su carne o mezclada con otras cosas; Esto implicaba extraer la sangre para beberla directamente o someterla a otros procesos, combinándola con otros insumos para su ingesta (Levítico 3:17; 7:26; 17:10; 19:26; etc.). (BDE. MacArthur, 2015), (CB. W. MacDonald, 2004).
V. En aquellos tiempos, y aún hoy, se realizan rituales donde se ofrecen alimentos a manera de ofrenda a ciertas “deidades” como la “pachamama” o “madre tierra”, asimismo, en ciertos países la sangre es componente para algunos platillos. Aunque un cristiano pudiera participar de estos potajes con libertad de conciencia, otros creyentes (débiles en la fe (Romanos 14:16)) podrían sentirse perturbados, heridos o maltratados si ven a un consiervo involucrado con estos productos. Por tal razón, los creyentes “fuertes en la fe», deberán tener muy en cuenta estos preceptos culturales según sea el entorno situacional. Así también, procurarán mantener el equilibrio y autocontrol adecuado. Esto, debido a la dificultad del temperamento humano y en favor de la mutua edificación. «¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba” (Romanos 14:22 / RVR 1960). (BDE. Teológica 2019), (CB. W. MacDonald, 2004).