P12. Amos I, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos II, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos III. (COL 4:1).
I. AMO: Dueño o señor de la casa o familia. Persona que tiene a su servicio uno o más criados, respecto de ellos. Dueño de esclavos. Persona que tiene predominio o ascendiente decisivo sobre otra u otras. Como tratamiento dirigido al señor o a alguien a quien se desea manifestar respeto o sumisión. Mayoral o capataz (RAE). Persona que tiene a otras personas trabajando a su servicio o bajo su autoridad o dominio, respecto de estas personas (Oxford Languages). Para los tiempos modernos con equivalencia a jefes, patrones, capataces, superiores o cualquier persona que tenga autoridad sobre alguien.
II. SIERVO: Esclavo de un señor. Persona completamente sometida a alguien o algo, o entregada a su servicio (RAE). Persona enteramente sometida o entregada al servicio de otra (Oxford Languages). Para los tiempos modernos con equivalencia a empleados, obreros, trabajadores, o cualquier persona que trabaje o sirva bajo autoridad.
III. La proclamación del evangelio no abolió la esclavitud inmediatamente, pero progresivamente fue cambiando la relación entre el esclavo y su amo. El amo es responsable ante Dios de la misma forma que sus siervos lo son ante él. Ningún patrón puede decir que algo es absolutamente suyo, debe entender que todo pertenece a Dios, que solo es un administrador de los bienes que posea, y, que dará cuenta por todo. La doctrina cristiana del trabajo implica que tanto el patrón cristiano como el obrero creyente están trabajando para Dios. Los patrones o jefes cristianos deben hacer lo que es justo con sus trabajadores. Deben pagarles razonablemente por el trabajo realizado o según lo convenido. Dios aborrece la opresión, coacción o abuso de los obreros o trabajadores. Las ganancias obtenidas en función a un trato injusto, engañoso o tirano de los empleadores son inaceptables para el Señor (Santiago 5:4). Los jefes o patrones no deberían ser arrogantes, sino que deberían temer, ya que tienen un amo en los cielos que es justo y recto en todos sus caminos. En conclusión, Los amos debían proveer lo que era justo y recto a sus siervos. Los empleadores deberían pagar salarios dignos y tratar a sus empleados con justicia. Los “líderes” deberían cuidar de los que trabajan voluntariamente y no abusar de ellos. Si usted tiene responsabilidad ante o sobre otros, asegúrese de hacer lo que es justo y recto, porque deberá dar cuenta a su amo celestial. (CB. W. Hendriksen, 2000), (CB. W. Barclay, 2006), (CB. W. MacDonald, 2004).