P8. Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados I, II. (FIL 4:1).
I. FIRMEZA: Entereza, constancia, fuerza moral de quien no se deja dominar ni abatir (RAE). Cualidad de lo que es estable o no se mueve. Voluntad inquebrantable y constancia en la realización de algo (Oxford Languages). Que es estable, que está bien apoyado, cimentado o sujetado, en consecuencia, no se mueve. Es aquello que está establecido en bases sólidas o fijado en fundamentales razones. Actitud tenaz de la persona que se mantiene en sus creencias, convicciones y propósitos. Voluntad inquebrantable y perseverancia en la realización de algo. Que no se deja dominar, abatir, o desplazar fácilmente de una posición, lugar o intención.
II. Estad firmes era una frase que se usaba con frecuencia para describir a un soldado que cumplía su deber en el puesto asignado. Esto, en medio del fragor de la batalla. Cuando el enemigo arremetía contra él, su deber era resistir y mantenerse firme. Asimismo, y sobre la base de la maravillosa esperanza en Jesucristo, los creyentes son llamados a mantenerse firmes y dignos. ¿Cómo podemos estar firmes en el Señor? Pablo lo declara en los versículos (3:20, 21). Permanecer firmes es poner nuestros ojos en Cristo, recordar que este mundo no es nuestro hogar y que Cristo tiene todas las cosas bajo control. Solo con Jesucristo el creyente puede resistir las seducciones de la tentación, la debilidad y la cobardía. (CB. W. Barclay, 2006).