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P7. Guardaos I de los perros II guardaos de los malos obreros III, guardaos de los mutiladores del cuerpo IV. Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu V, VI servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne VII, VIII. (FIL 3:2).

I. GUARDAR: Tener cuidado de algo o de alguien, vigilarlo y defenderlo. Atender o mirar a lo que otro hace. Recelarse y precaverse de un riesgo. Advertir y avisar a alguien que se aparte del peligro que le amenaza (RAE). Advertencia en contra de algo. Estar alerta, atento, no ser negligente (BDE. Matthew Henry 2017). Percibir con la mente, estar consciente, observar, discernir entender, considerar, prestar atención. (BDE Palabra Clave 2016).

II. PERROS: En los países orientales de aquella época los perros no eran considerados mascotas. Eran clasificados como animales inmundos (sucios, contaminados) sin hogar, vagando sin rumbo por las calles, consiguiendo comida y sobreviviendo como podían. Muchas veces estos animales formaban jaurías y atacaban a las personas en los caminos, en las afueras de la ciudades o aldeas. A los judíos les encantaba referirse a los gentiles (naciones extranjeras) con ese término, el cual denotaba un desprecio total por los demás. Pablo aplica este mismo término a los falsos maestros judíos (judaizantes) para describir su carácter pecaminoso, vicioso, hostil y descontrolado, los mismos que trataban de corromper el evangelio, confundir a los cristianos y desbaratar las congregaciones de creyentes. Ellos eran realmente los que vivían en el exterior, como perros, intentando subsistir en base de rituales y ceremonias caducas, sin vigencia. Ellos estaban recogiendo las migajas cuando pudieron haberse sentado a la mesa del rey mesías Jesucristo. (CB. W. MacDonald 2004).

III.  MALOS OBREROS: Muchos maestros judíos profesando ser verdaderos creyentes conseguían infiltrarse en círculos cristianos con la finalidad de esparcir sus falsas enseñanzas. Pablo los describió como obreros de maldad, ya que, el intentar agradar a Dios con esfuerzos propios y desviar la redención lograda por Cristo en la cruz, es la peor clase de maldad. Los judaizantes estaban convencidos que el cumplimiento de los preceptos y reglas de la Ley era obrar justicia (ser declarado justo ante Dios). Sin embargo, Pablo predicaba que la justicia verdadera se obtiene mediante la rendición incondicional a la gracia de Dios. La consecuencia de la enseñanza judaizante fue alejar a las personas cada vez más de Dios, en vez de acercarlas a Él. Creían que estaban haciendo el bien, pero de hecho estaban obrando maldad. Todo maestro debe estar vigorosamente comprometido en escuchar y escudriñar lo que Dios tiene que decir, antes de propagar sus ideas y opiniones particulares. (CB. W. MacDonald, 2004), (BDE. MacArthur, 2015), (CB. W. Barclay, 2006).

IV. MUTILADORES DEL CUERPO: Pablo usa esta frase para describir la actitud de los judaizantes respecto de la circuncisión, pues ellos insistían en que esta era necesaria para la salvación. Pero, solo se concentraban en el acto físico literal de la circuncisión y no reparaban en su significado espiritual. La circuncisión habla de la muerte de la carne, esto es, que no se debiera admitir las demandas de la naturaleza carnal. Así, mientras los falsos maestros judaizantes insistían en el acto literal de la circuncisión, daban rienda suelta a su naturaleza pecadora, satisfaciendo con esmero su corrupción. Pablo estaba diciendo que eran meros mutiladores de la carne quienes no distinguían entre la ceremonia y su significado subyacente. Para que alguien pueda agradar a Dios necesita mucho más que una marca en su cuerpo. Debe haber intencionalidad de carácter y determinación del corazón para apartarse del pecado y buscar rectitud en su vida. Y, aquí, era donde muchos de los judíos se confundían y manifestaban su gran error. Consideraban que la circuncisión, por sí misma, cumplía la función de apartarlos para Dios. No habían caído en cuenta que la circuncisión en la carne no era en sí misma suficiente, y que lo que se necesitaba era una circuncisión espiritual. (CB. W. MacDonald, 2004), (BDE. MacArthur, 2015), (CB. W. Barclay, 2006).

V. DIMENSIÓN ESPIRITUAL: Es un ámbito no material y usualmente incompatible con los sentidos físicos humanos. Es un mundo real que está regido por normas de causa – consecuencia muy diferentes a las leyes físicas que conocemos en esta tercera dimensión donde existimos. Está cerrado y no es posible interactuar de manera corporal y natural como lo hacemos con otras personas. Por tanto, para conectar de alguna manera con esta “cuarta dimensión”, es necesario estar habilitados a través de un área espiritual. El creyente genuino tiene esta zona funcional preparada para comunicarse con el Creador, quien es Espíritu.

VI. ESPÍRITU HUMANO: Es aquella zona inmaterial que tiene como función y capacidad exclusiva la interacción con el Creador (Juan 4:23, 24), (Lucas 1:46, 47). Así también, este sector especial acoge al Santo Espíritu de Dios, el cual, viene a morar en los creyentes genuinos para vivificarlos espiritualmente (1. Corintios 3:16) y, potenciar el querer hacer lo bueno (Romanos 7: 18). Algunas veces y según el contexto el termino espíritu se usa para referir algún aspecto del alma (1. Pedro 3:4) o, a esta misma. Con todo, es importante distinguir entre el alma y el espíritu en su esencia, ya que no son lo mismo (hebreos 4:12), (1. Tesalonicenses 5:23).

♦ ALMA HUMANA: Persona, individuo, habitante (RAE). Entidad abstracta tradicionalmente considerada la parte inmaterial que, junto con el cuerpo o parte material, constituye el ser humano; se le atribuye la capacidad de sentir y pensar. En determinadas creencias, parte espiritual e inmortal del ser humano la cual se separa del cuerpo tras la muerte de la persona (Oxford Languages). Totalidad de la persona (Diccionario bíblico ilustrado Holman, 2017). Centro de la personalidad íntima del individuo. El propio yo con todas sus facultades (Diccionario enciclopédico bíblico ilustrado, Clie, 2016). Uno mismo (Diccionario Baker, 2019). Denota la persona total, lo que esta es. Génesis 2:7. Es a la persona comprendida en la identidad corporal. Pero también está incluida la personalidad total, el ego. El sustantivo puede convertirse entonces en sinónimo del pronombre personal (Genesis. 27:25; Jeremías. 3:11) (Diccionario teológico del NT: Kittel, Gerhard/ Friedrich, Gerhard/ Bromiley, Geoffrey W. 1973). El alma tiene voluntad, conciencia, sentimientos, emociones, así también, percibe el ambiente, procesa información y toma decisiones.

Imagen 4, Espíritu, alma y cuerpo

VII. Pablo les dice a los judaizantes que, si solo tienen la circuncisión de la carne, no están circuncidados verdaderamente, solo están mutilados. La genuina circuncisión es la del corazón, la misma que se refleja en una vida consagrada a Dios. Por tanto, Pablo concluye que solo los creyentes en Jesucristo están verdaderamente circuncidados. Y esto, no con una marca exterior en la carne, sino con la circuncisión interior de la que hablaron los grandes maestros y profetas (Deuteronomio 10:16 – 30:6). Además, debemos entender que la carne fue crucificada en la cruz por su incapacidad para poder sujetarse a la legislación del creador. (CB. W. Barclay, 2006).

VIII. Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente” (Isaías 56: 10 – 12).

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