P1. Solamente que os comportéis I como es digno II del evangelio de Cristo III, IV, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu V, VI, combatiendo unánimes por la fe del evangelio VII. (FIL 1:27).
I. COMPORTAR: Actuar de una manera determinada. Actuar bien o de manera correcta (RAE). (comportarse) Actuar de una persona en general o en una situación determinada, de la manera que se expresa (Oxford Languages).
♦ CONDUCTA: Manera con que las personas se comportan en su vida y acciones (RAE). Manera de comportarse de una persona en una situación determinada o en general (Oxford Languages).
II. DIGNO: Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo. Que tiene dignidad o se comporta con ella. De calidad, aceptable (RAE).
III. EVANGELIO (buena noticia): Es la narración de la vida y obra salvífica de Jesús. Es decir, la buena nueva de salvación en cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham (Genesis 22:18). Esto es, que el Creador redimiría a su descendencia por medio de la muerte de Su unigénito Jesucristo, quien, moriría expiando los pecados y transgresiones. Gracias a esto, queda habilitado el arrepentimiento y perdón de pecados a toda persona que crea en Él (https://es.wikipedia.org/wiki/Evangelio). El evangelio es la provisión que satisface la justicia del Creador. Dios mismo asumió el costo de proveer lo que su justicia demanda. “Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios” (1. Pedro 3: 18a / NVI 1999). “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 6:23).
IV. “Además, os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15: 1–4).
V. FIRMEZA: Entereza, constancia, fuerza moral de quien no se deja dominar ni abatir (RAE). Cualidad de lo que es estable o no se mueve. Voluntad inquebrantable y constancia en la realización de algo (Oxford Languages). Que es estable, que está bien apoyado, cimentado o sujetado, en consecuencia, no se mueve. Es aquello que está establecido en bases sólidas o fijado en fundamentales razones. Actitud tenaz de la persona que se mantiene en sus creencias, convicciones y propósitos. Voluntad inquebrantable y perseverancia en la realización de algo. Que no se deja dominar, abatir, o desplazar fácilmente de una posición, lugar o intención.
VI. FIRMES EN UN MISMO ESPIRITU: Compartir la mentalidad e intención razonable de un mismo propósito. Describe a creyentes entrelazados en armonía consolidando los mismos deseos, aspiraciones y metas.
VII. En primer lugar, los creyentes hemos de esforzarnos continuamente en reflejar la imagen de Cristo hacia el entorno de influencia. Al ser ciudadanos del cielo, nuestro comportamiento debiera honrar la posición privilegiada que tenemos. Esto es, vivir en integridad y de manera consecuente con lo que creemos, enseñamos y predicamos. Pablo hizo un llamamiento a los filipenses a ser constantes, es decir, desea saber que se mantienen firmes en un mismo espíritu, obrando unidos y fervientes en la fe del evangelio. En segundo lugar, los hijos de Dios hacemos frente a un enemigo común y debemos unidad en la batalla, solidez en la esperanza, sacrificio en el amor y dignidad en la lucha. En tiempos de crisis, inestabilidad o incertidumbre, los cristianos mantenemos la serenidad, expresamos un coraje templado y confiamos en Dios. (BDE. MacArthur, 2015), (CB. W. MacDonald, 2004), (CB. W. Barclay, 2006).