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P18. Siervos I, obedeced II a vuestros amos III terrenales con temor y temblor, con sencillez IV de vuestro corazón, como a Cristo. (EFE 6:5 / RVR 1960). No lo hagan solo cuando los estén mirando, como los que quieren ganarse el favor humano, sino como esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón la voluntad de Dios. Sirvan de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre V- VII. (EFE 6:6 –8 / NVI 1999). Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas VIII, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas IX, X. (EFE 6:9 / RVR 1960).

I. SIERVO: Esclavo de un señor. Persona completamente sometida a alguien o algo, o entregada a su servicio (RAE). Persona enteramente sometida o entregada al servicio de otra (Oxford Languages). Para los tiempos modernos con equivalencia a empleados, obreros, trabajadores, o cualquier persona que trabaje o sirva bajo autoridad.

II. OBEDECER: Cumplir la voluntad de quien manda (RAE). Cumplir la voluntad de quien manda o lo que establece una ley o norma (Oxford Languages). Aceptar y llevar a cabo las disposiciones de quien tiene autoridad para ordenarlas. Así también, sujetarse y acatar las leyes, preceptos, normas, códigos, ordenanzas, estatutos y cualquier política de conducta establecida en algún ámbito de interacción.

III. AMO: Dueño o señor de la casa o familia. Persona que tiene a su servicio uno o más criados, respecto de ellos. Dueño de esclavos. Persona que tiene predominio o ascendiente decisivo sobre otra u otras. Como tratamiento dirigido al señor o a alguien a quien se desea manifestar respeto o sumisión. Mayoral o capataz (RAE). Persona que tiene a otras personas trabajando a su servicio o bajo su autoridad o dominio, respecto de estas personas (Oxford Languages). Para los tiempos modernos con equivalencia a jefes, patrones, capataces, superiores o cualquier persona que tenga autoridad sobre alguien.

IV. SINCERIDAD: Sencillez, veracidad, modo de expresarse o de comportarse libre de fingimiento (RAE). Falta de fingimiento en las cosas que se dicen o en lo que se hace (Oxford Languages). También implica motivaciones o intenciones limpias, incontaminadas, impecables, al hacer o emprender algo. La pureza cristiana debe desembocar en una sinceridad total de pensamiento y carácter.

V. En aquellos tiempos los esclavos griegos y romanos no tenían derechos legales y eran tratados como bienes o mercancías negociables. Esta condición de inferioridad social absoluta se expresaba en el maltrato, abuso y desprecio por ellos. Eran muy pocos los esclavos que tenían condiciones de vida aceptables. Pablo, en el Señor, proporciona directrices morales para equilibrar esta situación. Es decir, a diferencia de la ley romana que enfatizaba una disparidad entre amos y siervos, la legislación del Creador reconoce a los esclavos su condición de seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Genesis 1:27).

VI. Pablo no les dice a los esclavos cristianos que se levanten en armas para luchar por su libertad. Todo lo contrario, les dice que sean cristianos donde y en las circunstancias que estén. Dios determinó que cada converso naciera en un tiempo específico y bajo condiciones particulares, y, es ahí donde cada cual debe vivir su cristianismo. Muchas veces los escenarios pueden no ser muy favorables o poco alentadores, sin embargo, solo es la oportunidad para un crecimiento en la fe y alcanzar un mayor peso de gloria. En conclusión, el Evangelio no ofrece una evasión o escapatoria de las circunstancias, sino la posibilidad de asumirlas y vencerlas en Jesucristo.

VII. Las labores, tareas, mandados o trabajos no solo deben hacerse bien en función a ser vigilados, controlados, monitoreados o para agradar a los hombres, sino que, deben hacerse con excelencia, entendiendo que es un servicio para Cristo y que Dios se mantiene atento. Esto aplica perfectamente el día de hoy para todos los empleados o trabajadores cristianos. El término “obedecer” involucra una continua actitud de respecto y subordinación al capataz, jefe, patrón, superior o líder. La única excepción razonable es aquella que comprometa la obediencia primera al Creador o colisione con Su legislación. (CB. W. Barclay, 2006), (CB. Matthew Henry, 1999), (BDE. MacArthur, 2015).

VIII. AMENAZAR, INTIMIDAR: Dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a alguien. Causar o infundir miedo, inhibir (RAE). Advertencia con que se amenaza a alguien. Hacer que alguien sienta miedo o temor (Oxford Languages).

IX. ACEPCIÓN DE PERSONAS: Acción de favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras por algún motivo o afecto particular (RAE).

♦ PARCIALIDAD: Designio anticipado o prevención en favor o en contra de alguien o algo, que da como resultado la falta de neutralidad o insegura rectitud en el modo de juzgar o de proceder (RAE).

X. Pablo exhorta a los amos, jefes, superiores, patrones o cualquier persona que tenga posición de mando a no olvidar que también está bajo autoridad y al servicio de Dios. Además, deben tener presente que todas las cosas son manifiestas delante del Creador y que llegará el día en que tanto ellos como los que están a sus órdenes tendrán que rendir cuentas. Por lo tanto, los empleadores y empleados cristianos deberán ejercitar honra y respeto mutuo fundamentado en el amor y sumisión común al Señor. El superior que es lleno del Espíritu Santo usa su posición y poder con justicia y gracia. Descarta las amenazas, los abusos, los maltratos y las desconsideraciones, pues sabe que tiene un amo celestial que juzgará con justo juicio. (BDE. MacArthur 2015).

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