P17. Y vosotros, padres, no provoquéis I a ira II a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina III y amonestación del Señor IV, V. (EFE 6:4).
I. PROVOCAR: Buscar una reacción de enojo en alguien irritándolo o estimulándolo con palabras u obras (RAE). Producir cierto estado o sentimiento en una persona o cierto estado en una cosa. Hacer mediante palabras o actos hostiles que otra persona se enfade y reaccione también de forma hostil (Oxford Languages).
II. IRA, EXASPERAR (parorgidzo): Irritar, enfurecer, dar motivo de enojo grande a alguien (RAE). Provocar gran irritación o enfado (Oxford Languages).
♦ IRA, ENOJO, ENFADO (thumos): Sentimiento de enfado muy grande y violento (Oxford Languages). Tiene que ver con rabia en la efervescencia del momento. Es el estallido emocional ardoroso, violento y vehemente que se inflama y se consume de pronto. Puede ser accionado cuando nos sentimos contrariados o atropellados por las palabras, las acciones o las actitudes de otros, así también, por una situación específica que se ha tornado irritante o injusta en demasía. Este súbito sentimiento dispone una erupción de ánimo que podría empujar al individuo a cometer en pensamientos, palabras o actos, lo inimaginable si estuviera en sensatez, calma y juicio.
♦ IRA, ENOJO (orge): Movimiento del ánimo que suscita ira contra alguien (RAE). Enfado, especialmente el que está causado por una falta de obediencia, de obligación o de respeto (Oxford Languages). La ira (orge) es una emoción compuesta por sentimientos negativos, que pueden conllevar a actos de violencia verbal, física o virtual (entiéndase, malos deseos hacia otra persona). Puede presentarse en cualquier escenario y surgir por diversas causas como; un conflicto laboral, trato injusto o irrespetuoso, frustración por no lograr algo, traición por parte de alguien, o por determinada circunstancia considerada dañina, perjudicial o no deseada. Así también, esta ira (orge) se alimenta lentamente del enfado, el fastidio, la rabia, la cólera, los celos, la envidia, el desprecio, la antipatía, la impotencia, la furia, entre otros, para provocar en el individuo, gran irritabilidad, rencor, odio, resentimiento o deseos de venganza a corto, mediano o largo plazo. El domino propio es imprescindible para manejar la ira (orge) y no incurrir en acciones, palabras, pensamientos o deseos poco dignos. Pidamos al Espíritu Santo que nos guie y nos ayude a desarrollar esta cualidad (2. Pedro1:5-7) (Proverbios 16:32). (CENT Ernesto Trenchard 2013), («Ira». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ira/ Consultado: 15 de octubre de 2020, 12:16m.).
III. DISCIPLINA: Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral (RAE). Conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad. Conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado (Oxford Languages). Capacidad del individuo para ejercitar principios de orden, tenacidad y constancia, ya sea en el campo laboral, la esfera personal, el área moral, entre otros. También se entiende como la suficiencia para dominar los impulsos y adecuarse al conjunto de normas y preceptos necesarios para la armonía social de cualquier escenario. Asimismo, señala regularidad en las tareas, presencia de rigor y orden para la consecución de metas y conclusión de proyectos. Es importante mencionar que esta virtud se enseña mejor con el ejemplo práctico que con el mejor de los sermones.
IV. Instrucción sistemática que imprime en los hijos los fundamentos y convicciones para respetar los mandatos del Señor.
V. El apóstol expone la otra cara de la moneda. Les dice a los padres que no hagan rabiar, que no provoquen a ira a sus hijos. En el mundo pagano de entonces, incluso en muchos hogares judíos, la mayoría de los padres gobernaba con rigidez, autoridad dominante y excesiva dureza en muchos casos. El apóstol explica con claridad que la autoridad de un padre cristiano sobre sus hijos no da lugar a exigencias o disposiciones irrazonables que, podrían despertar enojo, desesperación y resentimiento en los mismos. Exhorta a los padres a no abusar de su posición de dominio para ser injustos o intolerantes con sus hijos. A evitar cualquier actitud, acción o palabra por parte de ellos que genere, confusiones, rencores o penas gratuitas en su decendencia. (CB. W. Barclay 2006), (CB. W. MacDonald, 2004), (BDE. MacArthur, 2015).