P8. Pero fornicación I y toda inmundicia II, o avaricia III, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas IV, ni necedades V, ni truhanerías VI, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra VII, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios VIII, IX. (EFE 5:3-6).
I. FORNICAR: Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio (RAE). Relación sexual, coito o acceso carnal entre un hombre y una mujer que no están unidos en matrimonio. En ese sentido, la única razón de la fornicación es satisfacer los deseos físicos de los involucrados, pero, sin ningún tipo de compromiso legítimo entre las partes. El término fornicar también alcanza cualquier tipo de inmoralidad o disidencia sexual como: adulterio, pornografía, masturbación, promiscuidad, incesto, homosexualismo masculino y femenino, bestialidad, fantasías sexuales ilícitas, pedofilia, prostitución, practica contranatural, entre otros. (CB. Matthew Henry 1999).
II. INMUNDICIA, IMPUREZA, INMORALIDAD: Cualquier cosa opuesta a la pureza. Es complacerse con tocar, oír, ver, oler o degustar de lo sucio, de lo inmundo, de lo infecto, de lo desagradable, de lo repulsivo, de lo grotesco. Esto incluye la fornicación, el adulterio, la sodomía, la conducta homosexual, la pedofilia, el lesbianismo, la pornografía, la bestialidad, la violencia o coacción sexual, el sexo legítimo pero degradado, y toda forma de perversión o corrupción carnal. También están dentro de su alcance las palabras corrompidas, sucias, las frases ambivalentes, los pensamientos contaminados, viciados; la deshonestidad, las motivaciones sórdidas, y todo aquello que constituya, en algún contexto, un insolente descuido o afectación a la decencia, la moral y las leyes establecidas por el Creador.
III. AVARICIA: Afán desmedido de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas (RAE). Afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie (Oxford Languages). Desear más allá de la necesidad, egoístamente y en exceso, bienes y riquezas por el simple placer de tener más. Apego desordenado a la riqueza o al deseo de más y más placeres sensuales. La avaricia es un vicio que daña al hombre y le impide compartir los bienes que posee. Lo hace insensato y duro para con sus semejantes, lo convierte en esclavo, adicto e idólatra de las posesiones materiales y/o pecuniarias.
IV. PALABRAS DESHONESTAS: Palabras obscenas y degradantes, así como, torpeza o suciedad en el lenguaje. También abarca, los juegos de frases ambivalentes, comentarios insinuantes y términos sugestivos de cosas inmorales. Igualmente, narraciones sucias, corruptas, indecentes, groseras, términos o “chistes” con duplicidad o intención sexual. Del mismo modo, palabras destructivas, corrosivas, dañinas, toxicas, que no edifican, sino que tienen la finalidad de herir y ofender al prójimo. Asimismo, todas las formas de expresión que denotan falsedad, malicia, medias verdades, exageraciones, silencios calculados, falsas informaciones, gestos que inducen al error en la interpretación de los hechos, indiscreciones, Imprudencia o insolencia verbal, entre otros. (CB. Warren W. Wiersbe 2019), (CB. W. MacDonald 2004).
V. NECEDAD: Se caracteriza por hablar o actuar de manera desacertada, desubicada, absurda e inapropiada. La necedad exhibe falta de sentido común, carencia de sustento razonable, escasez de conocimiento, debilidad académica o descuido intelectual insolente. De igual manera se considera necedad a cualquier conversación que evita la finalidad de algún propósito bueno, digno, decente, sino que, rebaja al hombre, desluce el lenguaje y no edifica ni da gracia a los oyentes. También se entiende como decir o hacer las cosas de manera insensata, irreflexiva, sin considerar o sopesar las consecuencias o implicancias. (CB. Warren W. Wiersbe 2019).
VI. TRUHANERÍAS: Chiste o frase vulgar o subido de tono, usualmente relacionado con indecoro sexual. Manera de hablar cruda y poco edificante asociada con groserías, lenguaje procaz, motivación lasciva e indecencia moral. El truhan utiliza su ingenio mental y habilidad verbal para imaginar, producir y expresar frases, gestos y ademanes sucios e inmorales. (CB. Warren W. Wiersbe 2019), (BDE. Matthew Henry 2017).
VII. AVARICIA, IDOLATRÍA: Pablo hace una conexión interesante entre la avaricia y la idolatría. La esencia de la avaricia es el deseo de conseguir algún beneficio, utilidad, ganancia o retorno para simplemente tener más. Con el tiempo el individuo estructura un ídolo de lo acumulado y deposita su seguridad, lealtad y confianza en lo acaparado. Por ende, la persona que se deja dominar por las ansias descontroladas de obtener cosas, ha desplazado la devoción única para Dios hacia otra instancia y eso es precisamente la avaricia emparentada con la idolatría. (BDE. Teológica 2019).
VIII. BROMEAR CON EL PECADO: Pablo conviene a los conversos a no bromear con el pecado, a no hacer mención de ellos con descuido, ligereza, peor aún, utilizarlos como insumos para el chiste o la burla. El apóstol advierte que hacer broma del pecado y usarlo como tema común de conversación es introducirlo en la mente y acercarlo a la práctica. Es lamentable que muchos libros, comedias, series animadas y películas se hayan hecho famosos por expresar cosas prohibidas, inmorales y sucias. Las obscenidades y vulgaridades son tan comunes que son aceptarlas y hasta celebradas en muchos casos. Sin embargo, para el creyente genuino el vocabulario perverso no será parte de su locución, puesto que no refleja la presencia de Dios en el mismo. “Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34). ( Warren W. Wiersbe, 2019), (CB. W. Barclay, 2006).
IX. Dios no pasará por alto el pecado y este no tiene lugar alguno en Su reino. Por lo tanto, ninguna persona cuyo patrón de vida se caracterice por hábitos que se opongan a la legislación del Creador entrará en Su reino. Esa clase de personas están ajenas a la vida en Dios, no son salvas y se dirigen inexorablemente al infierno.