P6. Quítense de vosotros toda amargura I, enojo II, ira III, gritería IV y maledicencia V, y toda malicia VI. Antes sed benignos VII unos con otros, misericordiosos VIII, perdonándoos IX unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (EFE 4:31,32).
El apóstol Pablo nos anima a deshacernos deliberadamente de la amargura, del enojo, de la ira, de la malicia, entre otros. Será nuestra responsabilidad el extinguir de nuestra vida esta lista de antiprincipios. Por ende, la oración continua, el estudio sistemático de la palabra de Dios y nuestro esfuerzo intencional serán necesarios para encaminarnos en este logro constante.
I. AMARGURA: Aflicción o disgusto (RAE). Sentimiento duradero de frustración, resentimiento o tristeza, especialmente por haber sufrido una desilusión o una injusticia (Oxford Languages). Sentimiento negativo reprimido que puede emerger en cualquier momento, y de la peor manera. (BDE. MacArthur 2015). Sentimiento persistente de disgusto o enfado hacia alguien o algo, esto, por considerarlo causante de alguna ofensa o daño sufrido. Los griegos definían esta cualidad como un resentimiento imborrable, como el espíritu que se niega a aceptar la reconciliación. La amargura revela la angustia crónica del alma expresada en tristeza, hostilidad, desánimo, rencor y constante ansiedad. Esta afectividad nociva carcome el alma, contamina la vida y corroe los principios y valores humanos. La amargura hace olvidar toda buena obra que Dios y el resto de personas han hecho en o por nosotros. En consecuencia, si el individuo mantiene vigentes los motivos o razones de su amargura, los cuales pueden ser totalmente válidos, lo único a esperar será prolongar su resentimiento y dolor. Todos los conversos deben vivir con un espíritu permanente de perdón hacia sí mismos y hacia los demás. Así también, pedir en oración la ayuda de Dios para detectar las razones y poner fin a la amargura que consume por dentro. (CB. W. Barclay, 2006).
II. ENOJO, IRA (orge): Movimiento del ánimo que suscita ira contra alguien (RAE). Enfado, especialmente el que está causado por una falta de obediencia, de obligación o de respeto (Oxford Languages). La ira (orge) está compuesta por sentimientos negativos, que pueden desembocar en actos de violencia verbal, física o virtual (entiéndase, malos deseos hacia otra persona). Puede presentarse en cualquier escenario y surgir por diversas causas como; un conflicto laboral, trato injusto o irrespetuoso, frustración por no lograr algo, traición por parte de alguien, o por determinada circunstancia considerada dañina, perjudicial o no deseada. Así también, esta ira (orge) se alimenta lentamente del enfado, el fastidio, la rabia, la cólera, los celos, la envidia, el desprecio, la antipatía, la impotencia, la furia, entre otros, para provocar en el individuo, gran irritabilidad, rencor, odio, resentimiento o deseos de venganza a corto, mediano o largo plazo. El domino propio es imprescindible para manejar la ira (orge) y no incurrir en acciones, palabras, pensamientos o deseos poco dignos. Pidamos al Espíritu Santo que nos guie y nos ayude a desarrollar esta cualidad (2. Pedro1:5-7) (Proverbios 16:32). (CENT Ernesto Trenchard 2013), («Ira». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/ira/ Consultado: 15 de octubre de 2020, 12:16m.).
III. IRA, ENOJO, ENFADO (thumos): Sentimiento de enfado muy grande y violento (Oxford Languages). Tiene que ver con rabia en la efervescencia del momento. Es el estallido emocional ardoroso, violento y vehemente que se inflama y se consume de pronto. Puede ser accionado cuando nos sentimos contrariados o atropellados por las palabras, las acciones o las actitudes de otros, así también, por una situación específica que se ha tornado irritante o injusta en demasía. Este súbito sentimiento dispone una erupción de ánimo que podría empujar al individuo a cometer en pensamientos, palabras o actos, lo inimaginable si estuviera en sensatez, calma y juicio.
IV. GRITERÍO: Confusión de voces altas y desentonadas (RAE). Ruido de voces que es alto y confuso (Oxford Languages). Es el bullicio de una contienda o discusión fuera de control. Se ahorrarían muchos disgustos en el mundo si se mantuviera la serenidad en las palabras y no se dijera nada si no se tiene nada amable que decir. Los gritos no son un argumento y el intercambio verbal que deriva en insultos, faltas de respeto o voceríos, no merece seguirse.
V. MALEDICENCIA, CALUMNIA: Acusación falsa o malintencionada para causar daño (RAE). Acusación o imputación falsa hecha contra alguien con la intención de causarle daño o de perjudicarle (Oxford Languages). Es una acusación falsa o malintencionada que se hace en contra del prójimo, sin importar que se tenga certeza de que la imputación surgió de una mentira. La calumnia se inicia en la necesidad de lastimar y hacer daño a otra persona, incluso de propiciar su desestimación por parte de allegados y/o de la sociedad en general si se trata de alguien conocido. Quien promueve la calumnia sabe que está mintiendo y que su acusación carece de verdad, además, reconoce que este tipo de perjuicios se propalan rápidamente entre las personas. En muchos casos, los medios de comunicación y las redes sociales son empleados para crear y difundir calumnias en desmedro de la imagen, la carrera, la trayectoria, el honor o la credibilidad de una figura pública o de cualquier persona. («Calumnia». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/calumnia/ Consultado: 26 de mayo de 2021, 12:49 m.).
VI. MALICIA: Intención solapada, de ordinario maligna o picante, con que se dice o se hace algo. Inclinación a lo malo y contrario a la virtud. Interpretación siniestra y maliciosa, propensión a pensar mal. Cualidad por la que algo se hace perjudicial y maligno. Palabra satírica, sentencia picante y ofensiva (RAE). Intención encubierta con que se dice o hace una cosa para beneficiarse en algo o perjudicar a alguien. Cualidad de la persona maliciosa, que habla o actúa de manera encubierta para beneficiarse o perjudicar a alguien (Oxford Languages). Abrigamiento de malos pensamientos contra otra persona (CB. W. MacDonald, 2004). Maldad, odio o malas intenciones (Diccionario Baker, 2019). Mala intención, deseos de dañar a alguien (Diccionario bíblico ilustrado Holman, 2017). Mala voluntad que se origina en la carne no redimida y pecaminosa (CB. Simón J. Kistemaker 2001). Es una actitud que denota maldad disfrazada en la persona o una conducta que tiende a lo malo. Así también, se puede entender la malicia como una inclinación consentida e intencional a practicar el mal sin considerar las consecuencias, puesto que, solo importa la consecución de los objetivos propios.
VII. BENIGNIDAD: Afable, benévolo, piadoso (RAE). Que se caracteriza por mostrar buena voluntad, comprensión y simpatía hacia una persona o un grupo (Oxford Languages). Buena pretensión o finalidad del actuar. Bondad de una persona a pesar de la ingratitud u hostilidad de los demás. La Benignidad se traduce en gracia, sensibilidad, buena voluntad, paciencia, compasión y amor con las personas del entorno. Quien ejercita esta virtud actúa en función a buenas intenciones, es decir, con ausencia de malicia, perversidad o motivaciones negativas solapadas. Además, se vale de cada oportunidad para hacer el bien a su prójimo, sin caer en complicidad de lo malo, y, proyectando sinceridad, comprensión y tolerancia.
VIII. MISERICORDIA: Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenos (RAE). Inclinación a sentir compasión por los que sufren y ofrecerles ayuda (Oxford Languages). Es la capacidad de compadecerse por los que padecen necesidad de algún tipo y brindarles apoyo practico y efectivo. La misericordia puede manifestarse de diversas formas, sea por medios materiales como; dar albergue, dar de comer, dar de beber, vestir al que no tiene, entre otros, y, en el ámbito espiritual, por ejemplo; enseñar, escuchar, aconsejar, consolar, reconfortar, orar a Dios por el bienestar del prójimo en dificultades, etcétera. En ocasiones, la palabra misericordia es confundida con la expresión lástima, la cual, involucra enternecimiento, pena o tristeza generados en alguien respecto de los males de otras personas. Es decir, es una emoción temporal y no procura un acto bondadoso eficaz para socorrer a los demás en sus problemas, en cambio, la misericordia es la capacidad de sentir la desdicha de los demás y ofrecerles ayuda en su situación. Todo dentro de un criterio razonable y en sintonía con la capacidad económica y espiritual de cada cual.
IX. PERDONAR, PERDÓN: Dicho de quien ha sido perjudicado por ello: Remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa (RAE). Olvidar [una persona] la falta que ha cometido otra persona contra ella o contra otros y no guardarle rencor ni castigarla por ella, o no tener en cuenta una deuda o una obligación que otra tiene con ella (Oxford Languages). El que perdona entiende responsabilidad premeditada en la acción considerada como ofensiva, perjudicial o agraviante, aun así, desestima el rencor, la venganza y la propia justicia en aras de intereses superiores. El perdón opta por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y afectado perdonante tengan la oportunidad de ser restablecidas en su totalidad con el tiempo. El perdón puede servir por un lado al ofensor para liberarse de la culpa, y, por otro lado, para que el ofendido se libere de posibles sentimientos de amargura.
El perdón no siempre implica que el ofensor sea liberado de alguna sanción legal, compensación, restitución, reparación o indemnización administrativa por su actuar. Se suele valorar el hecho de saber perdonar, aunque también el saber pedir perdón, porque implica reconocer la culpa y el daño cometido a la otra persona. El perdón no debe confundirse con el olvido inmediato o automático de la ofensa recibida, aunque, cabe la posibilidad. En diferentes situaciones el olvidar alguna ofensa o las consecuencias de algún agravio sufrido puede tomar cierto tiempo. Asimismo, el perdonar tampoco deberá confundirse con el término disculpar, ya que, el disculpar no asume responsabilidad intencional del agravio y suele aplicarse a situaciones menores. El estilo de vida del cristiano genuino es de perdón constante a su prójimo, puesto que, ha sido perdonado y es perdonado continuamente (Cuando solicita el perdón por sus pecados diarios al Creador). Como Dios le perdonó y le sigue perdonando, asimismo debe perdonar a los demás; porque sólo perdonando se puede ser perdonado. “Perdonad y seréis perdonados” (Lucas 6:37). («Perdón». En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/perdon/ Consultado: 25 de marzo de 2021, 5:15 pm.)